La CoopSar de Sarmiento va rumbo a abandonar el mercado eléctrico, declararse en cesación de pagos, llamar a concurso de acreedores y presentarse en quiebra si es que la Justicia le da la razón al intendente Sebastián Balochi y obliga a la empresa a retrotraer el nuevo valor del kilovatio, que pasó de $ 9 a $ 44 en la última facturación.
A este escenario lo advirtió el vicepresidente de la cooperativa de servicios de esa localidad, Ariel Ñancucheo, quien advirtió que el jefe comunal y el Concejo Deliberante “se empeñan en ponernos todas las trabas y llevarnos sin ninguna duda a una situación extremadamente grave”.
En Cadena Tiempo, el dirigente no descartó que llegue el momento de “desmantelar nuestra estructura, que los políticos siempre quisieron rapiñar”. Y recordó que en los últimos meses por parte de Cammesa hubo un “aumento enorme” del valor del kilovatio pero hasta ahora no se pudo trasladar ese nuevo costo a la boleta por presión municipal. “No podemos cobrar y se buscan todas las herramientas para perjudicar y tratar de hundir a la cooperativa”.
Ñancucheo graficó que “estamos pensando cómo sobrevivimos una semana más” y que Balochi y los ediles “no quieren entender que si se retrotrae el kilovatio CoopSar se destroza; aparentemente esto alegra los ediles, que son sumisos y trabajan para el intendente. La intención es destruir la Cooperativa y lo están logrando por capricho de la politiquería local”.
“Todas las semanas alguna nueva medida que atenta contra la cooperativa”, agregó el vice. “Hay una permanente negativa del municipio a darnos tarifa. En la última facturación incorporamos el traspaso de costos y figuró el kilovatio a $ 44,58 pero el intendente y su Concejo indignados decidieron frenarlo en la Justicia. El kilovatio a $ 9 no nos funde: nos recontrafunde. En toda la región el kilovatio se cobra 80, 90 o 120 pesos”.
Ñancucheo advirtió que “está muy instalado en la política sarmientina golpear a CoopSar con las herramientas que se tenga. Es patético y difícil de creer que nos acuchillemos entre vecinos”.
“Hay una cofradía de políticos que actúan unidos para destrozar la cooperativa y poner todas las trabas necesarias para que el personal no cobre su sueldo. Es una posición extrema de posición dominante y te destructiva, un encono supremo y extremadamente malicioso”, dijo en Cadena Tiempo.
El vicepresidente recordó que la empresa provee energía para que el acueducto pueda bombear agua a Comodoro Rivadavia, Rada Tilly y Caleta Olivia. “Es una pérdida permanente que no podemos pagar, es el 80% de lo que le compramos a Cammesa y no podemos pagar”. Desde 2015 el gasto energético en esas bombas ya acumula una deuda de $ 4 mil millones que nunca nadie le pagó a CoopSar.
“Jamás pagaron ninguna factura y en una actitud ingenua nos hicimos cargo del medidor; en ese momento consideramos que era un buen negocio darle energía al acueducto pero no se pudo cobrar a nadie, todo el mundo se hace el mocho y quedamos entrampados en dar energía eternamente sin que nadie lo pague”, acotó.
La deuda total con la mayorista es de 5 mil millones. “Los otros mil son por falta de tarifa del municipio, jamás la tuvimos y hay un permanente hostigamiento del municipio”, remató Ñancucheo.
La CoopSar de Sarmiento va rumbo a abandonar el mercado eléctrico, declararse en cesación de pagos, llamar a concurso de acreedores y presentarse en quiebra si es que la Justicia le da la razón al intendente Sebastián Balochi y obliga a la empresa a retrotraer el nuevo valor del kilovatio, que pasó de $ 9 a $ 44 en la última facturación.
A este escenario lo advirtió el vicepresidente de la cooperativa de servicios de esa localidad, Ariel Ñancucheo, quien advirtió que el jefe comunal y el Concejo Deliberante “se empeñan en ponernos todas las trabas y llevarnos sin ninguna duda a una situación extremadamente grave”.
En Cadena Tiempo, el dirigente no descartó que llegue el momento de “desmantelar nuestra estructura, que los políticos siempre quisieron rapiñar”. Y recordó que en los últimos meses por parte de Cammesa hubo un “aumento enorme” del valor del kilovatio pero hasta ahora no se pudo trasladar ese nuevo costo a la boleta por presión municipal. “No podemos cobrar y se buscan todas las herramientas para perjudicar y tratar de hundir a la cooperativa”.
Ñancucheo graficó que “estamos pensando cómo sobrevivimos una semana más” y que Balochi y los ediles “no quieren entender que si se retrotrae el kilovatio CoopSar se destroza; aparentemente esto alegra los ediles, que son sumisos y trabajan para el intendente. La intención es destruir la Cooperativa y lo están logrando por capricho de la politiquería local”.
“Todas las semanas alguna nueva medida que atenta contra la cooperativa”, agregó el vice. “Hay una permanente negativa del municipio a darnos tarifa. En la última facturación incorporamos el traspaso de costos y figuró el kilovatio a $ 44,58 pero el intendente y su Concejo indignados decidieron frenarlo en la Justicia. El kilovatio a $ 9 no nos funde: nos recontrafunde. En toda la región el kilovatio se cobra 80, 90 o 120 pesos”.
Ñancucheo advirtió que “está muy instalado en la política sarmientina golpear a CoopSar con las herramientas que se tenga. Es patético y difícil de creer que nos acuchillemos entre vecinos”.
“Hay una cofradía de políticos que actúan unidos para destrozar la cooperativa y poner todas las trabas necesarias para que el personal no cobre su sueldo. Es una posición extrema de posición dominante y te destructiva, un encono supremo y extremadamente malicioso”, dijo en Cadena Tiempo.
El vicepresidente recordó que la empresa provee energía para que el acueducto pueda bombear agua a Comodoro Rivadavia, Rada Tilly y Caleta Olivia. “Es una pérdida permanente que no podemos pagar, es el 80% de lo que le compramos a Cammesa y no podemos pagar”. Desde 2015 el gasto energético en esas bombas ya acumula una deuda de $ 4 mil millones que nunca nadie le pagó a CoopSar.
“Jamás pagaron ninguna factura y en una actitud ingenua nos hicimos cargo del medidor; en ese momento consideramos que era un buen negocio darle energía al acueducto pero no se pudo cobrar a nadie, todo el mundo se hace el mocho y quedamos entrampados en dar energía eternamente sin que nadie lo pague”, acotó.
La deuda total con la mayorista es de 5 mil millones. “Los otros mil son por falta de tarifa del municipio, jamás la tuvimos y hay un permanente hostigamiento del municipio”, remató Ñancucheo.