La pobreza extrema golpea a muchos vecinos de Esquel
Los vecinos de la ciudad cordillerana buscan alternativas, como ferias, venta de ropa usada y truques, que les ayuden a llevar comida a sus casas.
La pobreza casi al extremo se vive en todos los rincones del país, y muchas familias apelan a distintas actividades, que les permitan llevar mínimamente un plato de comida a sus hogares.
Esquel de ninguna manera es la excepción, y vecinos acosados por la crisis que golpea fuerte, en algún barrio siguen más que nunca por ejemplo con el club del trueque, por la posibilidad que les da de trocar alimentos; otros organizan ferias, y también están quienes arman venta de ropa usada en cualquier espacio público.
La crudeza del frío en la zona cordillerana, no es un obstáculo para mamás que cada día muy temprano, se instalan en la vereda del hospital zonal, tienden un paño en el suelo o en una mesita, y se echan a suerte con la venta de prendas usadas.
A pocos metros, otro grupo de mujeres arman en la vereda del sindicato municipal SOEME, una improvisada comercialización también de ropa y otros elementos.
La situación se torna más triste aun, al observar que varias de esas vecinas llevan a sus pequeños hijos, porque no tienen con quién dejarlos al cuidado en su casa.
Una dirigente del gremio, Graciela Avilés, comentó que esas madres van a las 9 de la mañana al lugar, en una clara evidencia de lo mal que la están pasando muchos vecinos de Esquel.
La pobreza casi al extremo se vive en todos los rincones del país, y muchas familias apelan a distintas actividades, que les permitan llevar mínimamente un plato de comida a sus hogares.
Esquel de ninguna manera es la excepción, y vecinos acosados por la crisis que golpea fuerte, en algún barrio siguen más que nunca por ejemplo con el club del trueque, por la posibilidad que les da de trocar alimentos; otros organizan ferias, y también están quienes arman venta de ropa usada en cualquier espacio público.
La crudeza del frío en la zona cordillerana, no es un obstáculo para mamás que cada día muy temprano, se instalan en la vereda del hospital zonal, tienden un paño en el suelo o en una mesita, y se echan a suerte con la venta de prendas usadas.
A pocos metros, otro grupo de mujeres arman en la vereda del sindicato municipal SOEME, una improvisada comercialización también de ropa y otros elementos.
La situación se torna más triste aun, al observar que varias de esas vecinas llevan a sus pequeños hijos, porque no tienen con quién dejarlos al cuidado en su casa.
Una dirigente del gremio, Graciela Avilés, comentó que esas madres van a las 9 de la mañana al lugar, en una clara evidencia de lo mal que la están pasando muchos vecinos de Esquel.