Trelew: el show de Luis Miguel arrancó 70 minutos tarde pero igual fascinó

El cantante mexicano cantó algo más de una hora y media en el estadio "Cayetano Castro" e hizo olvidar a las fans el fastidio por la larga espera. Hizo un repaso por sus temas clásicos y los del nuevo disco. Regaló remeras, pelotas gigantes y repartió flores. Se mostró simpático pero no hizo alusiones a Chubut y saludó con un "Buenas noches, Argentina".

02 DIC 2010 - 1:59 | Actualizado

Setenta minutos más tarde de lo previsto, el cantante mexicano Luis Miguel se subió este miércoles por la noche al imponente escenario montado en el estadio "Cayetano Castro" de Trelew para dar un esperado show que reunió a una multitud calculada en más de 4 mil fans, bastantes menos de los estimados cuando se anunció el show, hace un par de meses.<br /><br />Enfundado en su clásico traje negro con camisa blanca y corbata negra y plateada a rayas, "Luismi" arrancó su show a las 23:10, sin hacer referencia a su retraso y con una impactante banda sobre el escenario. Lo del retraso para arrancar su concierto no es nuevo en el mexicano. De hecho, el reciente show en el estadio de Vélez con el que dio inicio a su gira por la Argentina, arranco exactamente una hora más tarde de lo anunciado.<br /><br />Sin hacer tampoco alusión a Trelew o a Chubut, saludó amablemente con un "Buenas noches, Argentina", mientras que a medida que pasaba el show se fue relajando para empezar a regalar su habitual sensualidad y simpatía, y hasta se hizo tiempo para obsequiarles a los fans más cercanos al escenario remeras, pelotas gigantes y hasta flores blancas en uno de los temas románticos.<br /><br />Una extensa pasarela ubicada frente al escenario permitió que el público más cercano al mismo pudiera tenerlo literalmente al alcance dela mano. Secundado por rigurosos guardaespaldas, "Luismi" caminó por la pasarela y se inclinó varias veces para tocar a sus fans, mientras los hombres de seguridad lo sostenían de la cintura para que nadie ose tocarlo más de la cuenta.<br /><br />Musicalmente, el show fue un preciso repaso por sus temas clásicos y los del nuevo disco, "Labios de miel", que le dan marco a su gira por la Argentina. Tres cambios de ropa marcaron otro de los detalles que el mexicano nunca libra al azar en sus actuaciones.<br /><br />En sus más de 90 minutos de show, no faltaron clásicos como "Suave" y "Con tus besos", así como una respetuosa y orquestada versión de "Volver", el tango de Carlos Gardel y Alfredo Le Pera, para continuar con un particular dueto junto al mítico Frank Sinatra en la "Fly with me".<br /><br />Un párrafo aparte merece la organización del público dentro del estadio, que generó críticas de muchos de los asistentes,agravadas por la larga espera y la fresca noche.Los más quejosos fueron aquellos que pagaron las entradas más caras ($ 1.000), que vieron como de a poco mucho público que había pagado entradas de menor valor fue ocupando lugares que no les correspondían.<br /><br />Es cierto, también, que muchos de los que accedieron a lugares por los que no habían pagado ejercieron una insistente presión sobre el personal de seguridad, que en muchos momentos se vio desbordado, cuando la gente empujó vallas para que los dejen pasar, cosa que finalmente consiguieron.<br /><br />La larga espera y cierto enojo por la desorganización en el campo, sin embargo, no afectaron el resultado final de un show que respondió con creces a las expectativas de aquellos que esperaron muchos años para poder ver al "rey" en tierras patagónicas.<br /><br />

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02 DIC 2010 - 1:59

Setenta minutos más tarde de lo previsto, el cantante mexicano Luis Miguel se subió este miércoles por la noche al imponente escenario montado en el estadio "Cayetano Castro" de Trelew para dar un esperado show que reunió a una multitud calculada en más de 4 mil fans, bastantes menos de los estimados cuando se anunció el show, hace un par de meses.<br /><br />Enfundado en su clásico traje negro con camisa blanca y corbata negra y plateada a rayas, "Luismi" arrancó su show a las 23:10, sin hacer referencia a su retraso y con una impactante banda sobre el escenario. Lo del retraso para arrancar su concierto no es nuevo en el mexicano. De hecho, el reciente show en el estadio de Vélez con el que dio inicio a su gira por la Argentina, arranco exactamente una hora más tarde de lo anunciado.<br /><br />Sin hacer tampoco alusión a Trelew o a Chubut, saludó amablemente con un "Buenas noches, Argentina", mientras que a medida que pasaba el show se fue relajando para empezar a regalar su habitual sensualidad y simpatía, y hasta se hizo tiempo para obsequiarles a los fans más cercanos al escenario remeras, pelotas gigantes y hasta flores blancas en uno de los temas románticos.<br /><br />Una extensa pasarela ubicada frente al escenario permitió que el público más cercano al mismo pudiera tenerlo literalmente al alcance dela mano. Secundado por rigurosos guardaespaldas, "Luismi" caminó por la pasarela y se inclinó varias veces para tocar a sus fans, mientras los hombres de seguridad lo sostenían de la cintura para que nadie ose tocarlo más de la cuenta.<br /><br />Musicalmente, el show fue un preciso repaso por sus temas clásicos y los del nuevo disco, "Labios de miel", que le dan marco a su gira por la Argentina. Tres cambios de ropa marcaron otro de los detalles que el mexicano nunca libra al azar en sus actuaciones.<br /><br />En sus más de 90 minutos de show, no faltaron clásicos como "Suave" y "Con tus besos", así como una respetuosa y orquestada versión de "Volver", el tango de Carlos Gardel y Alfredo Le Pera, para continuar con un particular dueto junto al mítico Frank Sinatra en la "Fly with me".<br /><br />Un párrafo aparte merece la organización del público dentro del estadio, que generó críticas de muchos de los asistentes,agravadas por la larga espera y la fresca noche.Los más quejosos fueron aquellos que pagaron las entradas más caras ($ 1.000), que vieron como de a poco mucho público que había pagado entradas de menor valor fue ocupando lugares que no les correspondían.<br /><br />Es cierto, también, que muchos de los que accedieron a lugares por los que no habían pagado ejercieron una insistente presión sobre el personal de seguridad, que en muchos momentos se vio desbordado, cuando la gente empujó vallas para que los dejen pasar, cosa que finalmente consiguieron.<br /><br />La larga espera y cierto enojo por la desorganización en el campo, sin embargo, no afectaron el resultado final de un show que respondió con creces a las expectativas de aquellos que esperaron muchos años para poder ver al "rey" en tierras patagónicas.<br /><br />


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