Golpe de Estado pro islamista en Mali

El primer ministro de Malí, Cheik Modibo Diarra, anunció su renuncia y la de su gobierno, tras ser detenido por los militares que dieron el golpe de Estado del 22 de marzo contra el presidente democrático Amadou Toumani Touré.

11 DIC 2012 - 10:38 | Actualizado

Inmediatamente después de anunciada su dimisión, los militares salieron a aclarar que no se trataba de un nuevo golpe de Estado, pero aceptaron que habían destituído al jefe de gobierno alegando que había bloqueado la situación política, según las agencias Efe y DPA.

El vocero castrense Bakary Mariko le reprochó a Diarra que desde su nombramiento en abril "no trabajaba en interés del país" y "bloqueaba las instituciones", lo que impedía cumplir con los dos objetivos que le habían encomendado: la liberación del norte del país, ocupado por grupos vinculados con Al Qaeda, y la organización de elecciones.

Pese a ello, la renuncia aumentó la incertidumbre en Malí, que desde hace casi un año vive una crisis que condujo a la división del país, donde se cuestiona la oportunidad de una eventual intervención militar extranjera para echar a los islamistas vinculados a Al Qaeda.

Diarra fue detenido en la noche del lunes por unos veinte militares uniformados que derribaron la puerta de su domicilio en Bamako y se lo llevaron a los golpes, según testigos. El ex jefe de gobierno iba a viajar hoy a París por motivos médicos hoy, según la Agencia de Prensa Africana.

El ex primer ministro había planteado en reiteradas oportunidades la necesidad de una intervención rápida de una fuerza militar internacional en el norte de Malí, ocupado desde finales de junio por grupos islamistas armados vinculados con Al Qaeda, medida a la que se oponen los militares que dieron el golpe de Estado.

Los movimientos islamistas que controlan el norte del país aplican la "sharia" (ley islámica) con extremo rigor, lo cual se traduce en lapidaciones, amputaciones y latigazos para castigar transgresiones como robo, adulterio, fumar o beber alcohol.

La detención de Diarra, un ex astrofísico de renombre mundial de 60 años, se produjo tras la postergación de "concertaciones nacionales" convocadas por el gobierno de transición y que debían durar tres días a partir de hoy.

La concertación tenía como objetivo establecer una "hoja de ruta" para los próximos meses entre todos los actores -políticos, militares, sociales, organizaciones de la sociedad civil- para enfrentar la crisis que atraviesa el país.

El gobierno Malí y la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO) presentaron a la ONU planes para el despliegue de una fuerza internacional de unos 3.300 efectivos en el norte de Malí, y solicitaron al Consejo de Seguridad de la ONU autorizarlo rápidamente.

La voluntad de los africanos, respaldados por Francia, de obtener lo antes posible la luz verde de la ONU a una intervención armada, se enfrenta al escepticismo de Washington que duda de la capacidad de Bamako y de sus vecinos para llevar a cabo la operación.

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11 DIC 2012 - 10:38

Inmediatamente después de anunciada su dimisión, los militares salieron a aclarar que no se trataba de un nuevo golpe de Estado, pero aceptaron que habían destituído al jefe de gobierno alegando que había bloqueado la situación política, según las agencias Efe y DPA.

El vocero castrense Bakary Mariko le reprochó a Diarra que desde su nombramiento en abril "no trabajaba en interés del país" y "bloqueaba las instituciones", lo que impedía cumplir con los dos objetivos que le habían encomendado: la liberación del norte del país, ocupado por grupos vinculados con Al Qaeda, y la organización de elecciones.

Pese a ello, la renuncia aumentó la incertidumbre en Malí, que desde hace casi un año vive una crisis que condujo a la división del país, donde se cuestiona la oportunidad de una eventual intervención militar extranjera para echar a los islamistas vinculados a Al Qaeda.

Diarra fue detenido en la noche del lunes por unos veinte militares uniformados que derribaron la puerta de su domicilio en Bamako y se lo llevaron a los golpes, según testigos. El ex jefe de gobierno iba a viajar hoy a París por motivos médicos hoy, según la Agencia de Prensa Africana.

El ex primer ministro había planteado en reiteradas oportunidades la necesidad de una intervención rápida de una fuerza militar internacional en el norte de Malí, ocupado desde finales de junio por grupos islamistas armados vinculados con Al Qaeda, medida a la que se oponen los militares que dieron el golpe de Estado.

Los movimientos islamistas que controlan el norte del país aplican la "sharia" (ley islámica) con extremo rigor, lo cual se traduce en lapidaciones, amputaciones y latigazos para castigar transgresiones como robo, adulterio, fumar o beber alcohol.

La detención de Diarra, un ex astrofísico de renombre mundial de 60 años, se produjo tras la postergación de "concertaciones nacionales" convocadas por el gobierno de transición y que debían durar tres días a partir de hoy.

La concertación tenía como objetivo establecer una "hoja de ruta" para los próximos meses entre todos los actores -políticos, militares, sociales, organizaciones de la sociedad civil- para enfrentar la crisis que atraviesa el país.

El gobierno Malí y la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO) presentaron a la ONU planes para el despliegue de una fuerza internacional de unos 3.300 efectivos en el norte de Malí, y solicitaron al Consejo de Seguridad de la ONU autorizarlo rápidamente.

La voluntad de los africanos, respaldados por Francia, de obtener lo antes posible la luz verde de la ONU a una intervención armada, se enfrenta al escepticismo de Washington que duda de la capacidad de Bamako y de sus vecinos para llevar a cabo la operación.


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