El final que todos suponían para Harengus se selló a mediados del año pasado cuando el juez de Ejecuciones de Puerto Madryn, Luis Mures, decretó la quiebra de la empresa radicada en la década del 70´ en el parque pesquero portuario. Desde ese momento comenzó todo el proceso a la liquidación de los activos que la empresa tenía tanto en la ciudad portuaria como en Puerto San Julián y en la localidad de Zárate, provincia de Buenos Aires.
Mientras todo este proceso concluya los trabajadores de la firma continuarán percibiendo la ayuda económica que mensualmente aporta el gobierno provincial y que asciende a los tres mil pesos por cada una de las personas. Esto será por un lapso de sesenta días más.
Con la decisión consumada del proceso de quiebra se inició una serie de etapas administrativas que demandaron varias semanas. Las mismas encontraron un cuello de botella significativo y que impidió imprimirle ritmo a todo este proceso debido a que ningún profesional accedió a realizar el trabajo de tasación de la firma pesquera y de los activos que saldrían a la venta.
Nueva etapa
Ante esta dilación de los plazos originales el juez Luis Mures realizó una convocatoria a profesionales de una de las universidades con asiento en Puerto Madryn, quienes comenzarán a realizar el trabajo de tasación desde los primeros días del mes de marzo.
Los bienes a tasar son la planta de procesamiento de pescado montada en el parque pesquero madrynense, otra planta localizada en Puerto San Julián, así como cinco buques pesqueros que conforman la flota de mar de la firma. Tres de estas embarcaciones se encuentran amarradas en el puerto de Zárate, provincia de Buenos Aires, mientras que las tres restantes están atracadas en el muelle Storni a la espera de su venta.
El trabajo de los profesionales contables será extenso y arduo por la diversidad de instalaciones y activos a observar y tasar. Este trabajo demandará gran parte del corriente año y una vez finalizado se avanzará en la liquidación de los mismos. La metodología a aplicar no está determinada aunque podría ser por subasta o, en su defecto, por un proceso licitatorio dependiendo de los montos de las operaciones a realizar.
Una vez concluido el proceso de liquidación de las instalaciones de producción y de los buques de la flota de mar se comenzará a cancelar las deudas existentes tanto con el personal, con los proveedores y armadores, entre otros.
Uno de los potenciales compradores son los miembros de la Cámara de Supermecadistas Chinos que mantuvieron, a lo largo del año pasado, diferentes reuniones con los trabajadores, los representantes sindicales y las autoridades para intentar encontrar una solución.
Allí dejaron en claro su intención de comprar la quiebra de la empresa para avanzar en su recuperación para colocar el producto en el mercado interno y abastecer las demandas existentes en el país.
El final que todos suponían para Harengus se selló a mediados del año pasado cuando el juez de Ejecuciones de Puerto Madryn, Luis Mures, decretó la quiebra de la empresa radicada en la década del 70´ en el parque pesquero portuario. Desde ese momento comenzó todo el proceso a la liquidación de los activos que la empresa tenía tanto en la ciudad portuaria como en Puerto San Julián y en la localidad de Zárate, provincia de Buenos Aires.
Mientras todo este proceso concluya los trabajadores de la firma continuarán percibiendo la ayuda económica que mensualmente aporta el gobierno provincial y que asciende a los tres mil pesos por cada una de las personas. Esto será por un lapso de sesenta días más.
Con la decisión consumada del proceso de quiebra se inició una serie de etapas administrativas que demandaron varias semanas. Las mismas encontraron un cuello de botella significativo y que impidió imprimirle ritmo a todo este proceso debido a que ningún profesional accedió a realizar el trabajo de tasación de la firma pesquera y de los activos que saldrían a la venta.
Nueva etapa
Ante esta dilación de los plazos originales el juez Luis Mures realizó una convocatoria a profesionales de una de las universidades con asiento en Puerto Madryn, quienes comenzarán a realizar el trabajo de tasación desde los primeros días del mes de marzo.
Los bienes a tasar son la planta de procesamiento de pescado montada en el parque pesquero madrynense, otra planta localizada en Puerto San Julián, así como cinco buques pesqueros que conforman la flota de mar de la firma. Tres de estas embarcaciones se encuentran amarradas en el puerto de Zárate, provincia de Buenos Aires, mientras que las tres restantes están atracadas en el muelle Storni a la espera de su venta.
El trabajo de los profesionales contables será extenso y arduo por la diversidad de instalaciones y activos a observar y tasar. Este trabajo demandará gran parte del corriente año y una vez finalizado se avanzará en la liquidación de los mismos. La metodología a aplicar no está determinada aunque podría ser por subasta o, en su defecto, por un proceso licitatorio dependiendo de los montos de las operaciones a realizar.
Una vez concluido el proceso de liquidación de las instalaciones de producción y de los buques de la flota de mar se comenzará a cancelar las deudas existentes tanto con el personal, con los proveedores y armadores, entre otros.
Uno de los potenciales compradores son los miembros de la Cámara de Supermecadistas Chinos que mantuvieron, a lo largo del año pasado, diferentes reuniones con los trabajadores, los representantes sindicales y las autoridades para intentar encontrar una solución.
Allí dejaron en claro su intención de comprar la quiebra de la empresa para avanzar en su recuperación para colocar el producto en el mercado interno y abastecer las demandas existentes en el país.