Durante la pasada semana la justicia de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires accedió a dar curso al pedido de apertura del concurso de acreedores que la firma Conarpesa solicitó sobre finales del año pasado, en el marco de una profunda crisis que se había gestado con el despido de 115 trabajadores.
La petición acercada por el directorio de la firma data de más de 60 días, situación que se demoró por el inicio de la feria judicial que dilató los plazos administrativos para la apertura del concurso. Con el reinicio de la actividad judicial el expediente tuvo pronto despacho porque no sólo se abrió la actuación si no que se designaron a los síndicos comenzándose con todo el proceso propio en estas actuaciones.
Fernando Álvarez Castellano, presidente del directorio de la firma pesquera, reconoció que “formalmente Conarpesa está en concurso de acreedores” aunque aclaró que “independientemente de esta figura legal la empresa no ha dejado de producir y los barcos, en el momento adecuado, van a salir a pescar. La continuidad laboral y de trabajo proseguirán”.
El empresario aclaró que “hemos tenido algunos inconvenientes que nos obligaron a cubrirnos legalmente con esta figura”, en alusión al pedido efectuado de la apertura del concurso de acreedores. Asimismo, dejó muy en claro que “no habrá ninguna medida de despidos ni de reducción de plantilla porque ya tomamos, en los últimos dos años, las medidas correctivas. No necesitamos tomar medidas de ese tipo sino que todos empujemos para adelante y trabajen sin generar conflictos. Podemos llegar a aumentar la producción pero la gente se tiene que quedar tranquila que no vamos a avanzar en la reducción de trabajadores”.
Con la resolución tomada por la justicia se iniciará una etapa de verificación y evaluación de la documentación contable y administrativa de la firma, a los fines de determinar los acreedores y su nivel de deuda.
Etapa de verificación
El presidente del directorio puntualizó que “se verificarán todos los créditos a la gente que, por algún concepto, le debemos dinero por todo concepto. Tenemos claro dónde estamos parados y a quiénes les adeudamos dinero. La idea es poder seguir trabajando porque en la situación de crisis que hay todos nos preguntaron si íbamos a seguir con la continuidad laboral”.
En sus palabras Fernando Álvarez Castellano garantizó esa situación marcando una diferenciación de lo que ocurrió con otras empresas pesqueras, que terminaron cerrando sus plantas de procesamiento y abonando a la profundización de la crisis que afronta el sector.
“Hubo empresas que entraron en una situación similar y han quedado paralizadas, en el caso de Harengus en quiebra. Nosotros entendemos y queremos que no sea nuestro caso” declaró Álvarez Castellano, como marcando una diferencia sobre lo acontecido con otras plantas radicadas en la provincia.
“Hemos tenido un desfasaje económico importante que no fue producido por nosotros sino por acontecimientos acontecidos en el puerto de Caleta Olivia. Por un problema ajeno a la empresa y centrado en un conflicto entre la provincia y los estibadores, nos dejó sin posibilidades de exportar durante más de un mes”, dijo el empresario. Asimismo, remarcó que esta situación conllevaría a “cortar la cadena de pagos. Así que nos pareció más lógico tomar una medida como esta para proteger y preservarnos para seguir adelante”.
Junto con el concurso de acreedores el propietario de Conarpesa avizora un futuro optimista como para revertir la situación actual porque “creemos que este año podemos comenzar a revertir la situación, especialmente en relación a las empresas, como para darle viabilidad a la firma”.
Durante la pasada semana la justicia de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires accedió a dar curso al pedido de apertura del concurso de acreedores que la firma Conarpesa solicitó sobre finales del año pasado, en el marco de una profunda crisis que se había gestado con el despido de 115 trabajadores.
La petición acercada por el directorio de la firma data de más de 60 días, situación que se demoró por el inicio de la feria judicial que dilató los plazos administrativos para la apertura del concurso. Con el reinicio de la actividad judicial el expediente tuvo pronto despacho porque no sólo se abrió la actuación si no que se designaron a los síndicos comenzándose con todo el proceso propio en estas actuaciones.
Fernando Álvarez Castellano, presidente del directorio de la firma pesquera, reconoció que “formalmente Conarpesa está en concurso de acreedores” aunque aclaró que “independientemente de esta figura legal la empresa no ha dejado de producir y los barcos, en el momento adecuado, van a salir a pescar. La continuidad laboral y de trabajo proseguirán”.
El empresario aclaró que “hemos tenido algunos inconvenientes que nos obligaron a cubrirnos legalmente con esta figura”, en alusión al pedido efectuado de la apertura del concurso de acreedores. Asimismo, dejó muy en claro que “no habrá ninguna medida de despidos ni de reducción de plantilla porque ya tomamos, en los últimos dos años, las medidas correctivas. No necesitamos tomar medidas de ese tipo sino que todos empujemos para adelante y trabajen sin generar conflictos. Podemos llegar a aumentar la producción pero la gente se tiene que quedar tranquila que no vamos a avanzar en la reducción de trabajadores”.
Con la resolución tomada por la justicia se iniciará una etapa de verificación y evaluación de la documentación contable y administrativa de la firma, a los fines de determinar los acreedores y su nivel de deuda.
Etapa de verificación
El presidente del directorio puntualizó que “se verificarán todos los créditos a la gente que, por algún concepto, le debemos dinero por todo concepto. Tenemos claro dónde estamos parados y a quiénes les adeudamos dinero. La idea es poder seguir trabajando porque en la situación de crisis que hay todos nos preguntaron si íbamos a seguir con la continuidad laboral”.
En sus palabras Fernando Álvarez Castellano garantizó esa situación marcando una diferenciación de lo que ocurrió con otras empresas pesqueras, que terminaron cerrando sus plantas de procesamiento y abonando a la profundización de la crisis que afronta el sector.
“Hubo empresas que entraron en una situación similar y han quedado paralizadas, en el caso de Harengus en quiebra. Nosotros entendemos y queremos que no sea nuestro caso” declaró Álvarez Castellano, como marcando una diferencia sobre lo acontecido con otras plantas radicadas en la provincia.
“Hemos tenido un desfasaje económico importante que no fue producido por nosotros sino por acontecimientos acontecidos en el puerto de Caleta Olivia. Por un problema ajeno a la empresa y centrado en un conflicto entre la provincia y los estibadores, nos dejó sin posibilidades de exportar durante más de un mes”, dijo el empresario. Asimismo, remarcó que esta situación conllevaría a “cortar la cadena de pagos. Así que nos pareció más lógico tomar una medida como esta para proteger y preservarnos para seguir adelante”.
Junto con el concurso de acreedores el propietario de Conarpesa avizora un futuro optimista como para revertir la situación actual porque “creemos que este año podemos comenzar a revertir la situación, especialmente en relación a las empresas, como para darle viabilidad a la firma”.