A 53 años de la catástrofe aérea de Esquel

Algo más de medio siglo paso desde aquel martes 14 de enero de 1958, fecha en la cual Esquel pasó a ser noticia en el orden nacional a raíz de un accidente aéreo, en el cual perdieron la vida siete personas.

13 ENE 2011 - 21:51 | Actualizado

Aquel día, el avión Junkers JU-52 identificado con la matrícula LQ-ZBM, propiedad del Estado, piloteado por Antonio Cegliastro más dos tripulantes y cuatro pasajeros que realizarían un reconocimiento de bosques, para luego volar a la ciudad de Bariloche, se precipitó a tierra a poco de despegar, perdiendo la vida todos los ocupantes. Por lo que cuentan testigos de la época, el avión salió en sentido este – oeste, y posterior al despegue presentaba problemas y no podía tomar altura, realizando un giro de 180° para retornar a la pista, y en un vuelo bajo y sinuoso con los motores a máxima potencia, comienza un ascenso pronunciado, y en un viraje descontrolado se precipita a tierra, cayendo de punta destruyéndose en el impacto contra el terreno con una gran explosión, a unos 300 metros de las instalaciones del aeropuerto, a otros tantos de la ruta, y a unos escasos 20 metros al norte de la actual vía de acceso a la estación aérea.

Los aviones Junkers trimotores fueron fabricados en Alemania, y este en particular fue incorporado en 1938 por la “Deutsche Luft Hansa” y bautizado internamente como “Hans Wende”. Luego fue transferido al Sindicato Cóndor del Brasil bautizado como “Yarassu”, y en agosto de 1947 fue adquirido por la Fuerza Aérea Argentina, identificándoselo con la matrícula T-169. El 18 de abril de 1950, fue transferido al Ministerio de Agricultura, cambiando su matrícula con las siglas LQ-ZBM, hasta su destrucción en 1958. El accidente aéreo del 14 de enero de 1958 dejó como anécdota, que aquel día, el conocido vecino ya extinto Don Manuel González, desistió abordar ese vuelo por cuestiones particulares y cedió su lugar a otra persona, un mecánico aeronáutico, que debía viajar a San Carlos de Bariloche, salvando su vida.

Pasaron 53 años de aquel accidente fatal y la gerencia de Aeropuertos Argentina 2000 Esquel, a cargo de Miguel Angel Vieyra, recuerda la tragedia y rinde un homenaje a los pioneros de la aeronáutica en nuestra zona, en el lugar donde aún hay restos de aquel Junkers y el monolito que tiene una placa que recuerda el nombre de las víctimas.#

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13 ENE 2011 - 21:51

Aquel día, el avión Junkers JU-52 identificado con la matrícula LQ-ZBM, propiedad del Estado, piloteado por Antonio Cegliastro más dos tripulantes y cuatro pasajeros que realizarían un reconocimiento de bosques, para luego volar a la ciudad de Bariloche, se precipitó a tierra a poco de despegar, perdiendo la vida todos los ocupantes. Por lo que cuentan testigos de la época, el avión salió en sentido este – oeste, y posterior al despegue presentaba problemas y no podía tomar altura, realizando un giro de 180° para retornar a la pista, y en un vuelo bajo y sinuoso con los motores a máxima potencia, comienza un ascenso pronunciado, y en un viraje descontrolado se precipita a tierra, cayendo de punta destruyéndose en el impacto contra el terreno con una gran explosión, a unos 300 metros de las instalaciones del aeropuerto, a otros tantos de la ruta, y a unos escasos 20 metros al norte de la actual vía de acceso a la estación aérea.

Los aviones Junkers trimotores fueron fabricados en Alemania, y este en particular fue incorporado en 1938 por la “Deutsche Luft Hansa” y bautizado internamente como “Hans Wende”. Luego fue transferido al Sindicato Cóndor del Brasil bautizado como “Yarassu”, y en agosto de 1947 fue adquirido por la Fuerza Aérea Argentina, identificándoselo con la matrícula T-169. El 18 de abril de 1950, fue transferido al Ministerio de Agricultura, cambiando su matrícula con las siglas LQ-ZBM, hasta su destrucción en 1958. El accidente aéreo del 14 de enero de 1958 dejó como anécdota, que aquel día, el conocido vecino ya extinto Don Manuel González, desistió abordar ese vuelo por cuestiones particulares y cedió su lugar a otra persona, un mecánico aeronáutico, que debía viajar a San Carlos de Bariloche, salvando su vida.

Pasaron 53 años de aquel accidente fatal y la gerencia de Aeropuertos Argentina 2000 Esquel, a cargo de Miguel Angel Vieyra, recuerda la tragedia y rinde un homenaje a los pioneros de la aeronáutica en nuestra zona, en el lugar donde aún hay restos de aquel Junkers y el monolito que tiene una placa que recuerda el nombre de las víctimas.#


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