La historia detrás de Aluar, los Madanes y el uso de paraísos fiscales

En un revelador artículo, el diario La Nación puso en escena el manejo financiero de los hijos de Manuel Madanes, uno de los fundadores de la empresa y primo del actual presidente del grupo. Una historia de peleas de familia, herencias, fideicomisos y sociedades off shore.

28 ABR 2013 - 21:40 | Actualizado

El movimiento económico y financiero que hizo la familia Madanes durante varios años salió a la luz en un artículo periodístico donde se detallan no sólo las internas familiares por el control de la única planta de producción de aluminio del país, ubicada en Puerto Madryn, sino también de qué manera y dónde enviaron sus divisas algunos de sus integrantes.

Aluar es el único productor de aluminio primario del país y es controlado por Javier Madanes Quintanilla, dueño junto a su madre, Dolores Quintanilla, de la mayor parte del paquete accionario de la compañía desde mediados de los años 90. Sin embargo, antes de que el actual presidente de la firma tomara el control de la misma, otros integrantes de la familia Madanes fueron los directivos más representativos y sobre ellos pone el foco un artículo aparecido hace pocos días en el diario La Nación.

“La familia Madanes, millonarios con un imperio offshore”, es el título de la nota que apareció a fines de la pasada semana en el matutino porteño y que hace referencia a los herederos de Manuel Madanes, fundador de Aluar y principal figura de la compañía hasta su muerte, a fines de la década del 80.

El artículo afirma que los exaccionistas de Aluar y FATE compartieron fideicomisos y sociedades offshore en Islas Cook, Bahamas, Islas Vírgenes y Panamá con conexiones a cuentas en Suiza. El diario porteño anota textualmente que “los empresarios argentinos administraron dinero, obras de arte, acciones y otros bienes mediante operaciones offshore en Islas Cook, Bahamas, Islas Vírgenes y Panamá, con conexiones a cuentas en bancos de Suiza”.

La nota se basa en informes y documentos sobre paraísos fiscales facilitados por el Consorcio Internacional de Periodismo de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés) e indica que “los Madanes son una de las familias más poderosas del país. Desde la instalación de Aluar y Fate, el crecimiento de las firmas familiares fue en ascenso. En el último ejercicio de 2012, Aluar SAIC reportó una facturación de 4.639 millones de pesos”.

Peleas de familia

Según la nota de La Nación que firma Iván Ruiz, los conflictos familiares se iniciaron “tras la muerte de Manuel Madanes, en 1988. Su herencia generó un enfrentamiento que recorrió las cortes de la Argentina, Estados Unidos y Suiza. Tras el desacuerdo sobre cuál de los herederos comandaría el holding, Mónica Madanes, la mayor de cuatro hermanos, demandó a sus hermanos por asociación ilícita: acusó a Pablo, Miguel y Leiser de manejar de manera discrecional las operaciones financieras de su padre fuera del país con el fin de perjudicarla”.

Tras algunos años frente a la empresa con resultados poco favorables, ninguno de los hijos de Manuel Madanes maneja la compañía, ya que en distintas etapas se deshicieron de sus acciones a favor de Javier Madanes Quintanilla, único hijo de Adolfo Madanes, el otro fundador de la empresa productora de aluminio y de FATE, la firma productora de neumáticos que dio origen al emporio industrial.

De acuerdo a la nota hacia fines de los ´80 las operaciones en paraísos fiscales superan los 30 millones de dólares y de allí surge que The Hastings Trust funcionó durante los ‘80 en Islas Vírgenes para administrar la colección de arte de los Madanes.

“Un fideicomiso con el mismo nombre volvió a aparecer en 2000 en Islas Cook, a cargo de Pablo, Miguel, Leiser Madanes y sus respectivos hijos”, indica el artículo y agrega que “The Hastings Trust desembarcó en Islas Cook a través de la empresa Porticullus TrustNet (PTN), firma especializada en crear sociedades offshore. Para administrar The Hastings Trust (desapareció de los registros en noviembre de 2005), los Madanes utilizaron un nuevo fideicomiso llamado Fidelity Corp, también con sede en Cook.”

La Nación informa que “de acuerdo al expediente judicial de Nueva York, el imperio offshore que manejaban los Madanes se completa con cuatro sociedades anónimas en Panamá, tres firmas y un fideicomiso en Islas Vírgenes, una sociedad en la Isla Man, tres en Bahamas y dos en Islas Cook”.

El artículo también indica que “según documentos a los que accedió este medio, algunas de las operaciones del fideicomiso Hastings Trust registrado en Cook terminaban en una cuenta del Clariden Bank de Suiza, una entidad acusada de evitar los controles sobre lavado de dinero de sus clientes más poderosos, según la investigación publicada por ICIJ. Los fondos eran girados a la cuenta ´103417 I/N/O Swansea´ de ese banco suizo. Swansea también se llamaba una de las sociedades de los Madanes en Panamá”.

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28 ABR 2013 - 21:40

El movimiento económico y financiero que hizo la familia Madanes durante varios años salió a la luz en un artículo periodístico donde se detallan no sólo las internas familiares por el control de la única planta de producción de aluminio del país, ubicada en Puerto Madryn, sino también de qué manera y dónde enviaron sus divisas algunos de sus integrantes.

Aluar es el único productor de aluminio primario del país y es controlado por Javier Madanes Quintanilla, dueño junto a su madre, Dolores Quintanilla, de la mayor parte del paquete accionario de la compañía desde mediados de los años 90. Sin embargo, antes de que el actual presidente de la firma tomara el control de la misma, otros integrantes de la familia Madanes fueron los directivos más representativos y sobre ellos pone el foco un artículo aparecido hace pocos días en el diario La Nación.

“La familia Madanes, millonarios con un imperio offshore”, es el título de la nota que apareció a fines de la pasada semana en el matutino porteño y que hace referencia a los herederos de Manuel Madanes, fundador de Aluar y principal figura de la compañía hasta su muerte, a fines de la década del 80.

El artículo afirma que los exaccionistas de Aluar y FATE compartieron fideicomisos y sociedades offshore en Islas Cook, Bahamas, Islas Vírgenes y Panamá con conexiones a cuentas en Suiza. El diario porteño anota textualmente que “los empresarios argentinos administraron dinero, obras de arte, acciones y otros bienes mediante operaciones offshore en Islas Cook, Bahamas, Islas Vírgenes y Panamá, con conexiones a cuentas en bancos de Suiza”.

La nota se basa en informes y documentos sobre paraísos fiscales facilitados por el Consorcio Internacional de Periodismo de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés) e indica que “los Madanes son una de las familias más poderosas del país. Desde la instalación de Aluar y Fate, el crecimiento de las firmas familiares fue en ascenso. En el último ejercicio de 2012, Aluar SAIC reportó una facturación de 4.639 millones de pesos”.

Peleas de familia

Según la nota de La Nación que firma Iván Ruiz, los conflictos familiares se iniciaron “tras la muerte de Manuel Madanes, en 1988. Su herencia generó un enfrentamiento que recorrió las cortes de la Argentina, Estados Unidos y Suiza. Tras el desacuerdo sobre cuál de los herederos comandaría el holding, Mónica Madanes, la mayor de cuatro hermanos, demandó a sus hermanos por asociación ilícita: acusó a Pablo, Miguel y Leiser de manejar de manera discrecional las operaciones financieras de su padre fuera del país con el fin de perjudicarla”.

Tras algunos años frente a la empresa con resultados poco favorables, ninguno de los hijos de Manuel Madanes maneja la compañía, ya que en distintas etapas se deshicieron de sus acciones a favor de Javier Madanes Quintanilla, único hijo de Adolfo Madanes, el otro fundador de la empresa productora de aluminio y de FATE, la firma productora de neumáticos que dio origen al emporio industrial.

De acuerdo a la nota hacia fines de los ´80 las operaciones en paraísos fiscales superan los 30 millones de dólares y de allí surge que The Hastings Trust funcionó durante los ‘80 en Islas Vírgenes para administrar la colección de arte de los Madanes.

“Un fideicomiso con el mismo nombre volvió a aparecer en 2000 en Islas Cook, a cargo de Pablo, Miguel, Leiser Madanes y sus respectivos hijos”, indica el artículo y agrega que “The Hastings Trust desembarcó en Islas Cook a través de la empresa Porticullus TrustNet (PTN), firma especializada en crear sociedades offshore. Para administrar The Hastings Trust (desapareció de los registros en noviembre de 2005), los Madanes utilizaron un nuevo fideicomiso llamado Fidelity Corp, también con sede en Cook.”

La Nación informa que “de acuerdo al expediente judicial de Nueva York, el imperio offshore que manejaban los Madanes se completa con cuatro sociedades anónimas en Panamá, tres firmas y un fideicomiso en Islas Vírgenes, una sociedad en la Isla Man, tres en Bahamas y dos en Islas Cook”.

El artículo también indica que “según documentos a los que accedió este medio, algunas de las operaciones del fideicomiso Hastings Trust registrado en Cook terminaban en una cuenta del Clariden Bank de Suiza, una entidad acusada de evitar los controles sobre lavado de dinero de sus clientes más poderosos, según la investigación publicada por ICIJ. Los fondos eran girados a la cuenta ´103417 I/N/O Swansea´ de ese banco suizo. Swansea también se llamaba una de las sociedades de los Madanes en Panamá”.


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