Cadena de valores: solidaridad de pasajeros y de dos choferes

La billetera con la totalidad de la remuneración quedó en el interior de una unidad. Un pasajero la observó y la entregó a los choferes. Un gesto de solidaridad en Madryn.

28 MAY 2013 - 22:17 | Actualizado

Hace tres semanas Sebastián Almonacid fue a comprar a un comercio de Puerto Madryn y en la vereda del local encontró una billetera tirada. La mantuvo sin abrir y pocos minutos después, cuando salía del negocio, vio que un hombre buscaba desesperadamente algo. Le preguntó qué había perdido, y al comprobar que era el dueño de la billetera, la devolvió.

“Estaba muy contento de haber encontrado la billetera”, relata Sebastián, quien ahora sabe lo que es vivir la angustiante situación de perder los documentos y el sueldo de una semana de trabajo, pero también experimenta la alegría de haber recuperado sus pertenencias y de conocer los valores de quienes cuidaron sus cosas hasta que pudieron ubicarlo.

Un viaje en colectivo

El lunes al mediodía, casi un mes después de aquel episodio, Sebastián viajaba junto a su esposa Mili Jaureguibehere en un colectivo de la empresa Benítez Bellini S.A. La pareja y su pequeño hijo habían tomado el interno 170 de la Línea 1 en Mitre y Lavalle para dirigirse a su casa, en Puerto Madryn, situación hasta ahí normal. Sebastián es carnicero y ese día a la mañana había cobrado el pago de la semana de trabajo. Ya en su casa, al momento de cambiarse, notó que le faltaba la billetera.

El joven revisó los bolsillos de su pantalón y no había nada. Examinó en distintos lugares de su casa y la billetera no aparecía. Fue en ese momento que recordó el viaje en colectivo y fue hasta la parada más próxima, mirando en el camino si había algún rastro de su billetera, en la que además de dinero había documentación personal y también del un vehículo.

Tras varios minutos en la parada, al pasar otro colectivo de la misma línea, le preguntó al chofer si no tenía un teléfono de contacto para hablar con el conductor del interno en el cual había viajado, pero la búsqueda fue estéril porque nadie sabía nada de la billetera.

Mientras tanto, en otro punto de la ciudad Eloy Walser tomaba su turno como chofer del interno 170 de Benítez Bellini. Eloy es chofer desde hace 21 años, pero además pertenece a una reconocida familia madrynense.

Al subir al colectivo su compañero de trabajo Javier Faied, quien terminaba su jornada laboral, le comentó que un pasajero se acercó y le dio una billetera perdida. Faied, que la había cuidado hasta que terminó su turno, y Walser empezaban a formar parte de esta historia solidaria.

“Pasaron las horas, las vueltas y como nadie reclamaba me tomé el atrevimiento de abrir la billetera para ver si encontraba algún número de teléfono”, contó el chofer, y agregó que al encontrar un recibo de sueldo “vi que la billetera era de Sebastián Almonacid, un chico que trabaja en una carnicería. Averigüé si trabajaba ahí y fui a devolverle la billetera, como corresponde”, asegura Walser, de manera simple, pero a la vez contundente en cuanto a sus valores.

En sus años como trabajador en las empresas de colectivo de nuestra zona, Eloy asegura haber encontrado y devuelto más de una billetera, además de celulares, cámaras fotográficas e incluso filmadoras olvidadas por sus dueños.

De la tristeza a la alegría

El lunes a la tarde Sebastián había vuelto a su trabajo “con la cara larga y amargado” según el mismo relata, por haber perdido el dinero y los documentos. Ya estaba pensando en destinar el martes, su día franco, para realizar la denuncia y tramitar nuevamente la tarjeta verde de su auto, el carnet sanitario y el resto de la documentación extraviada, cuando recibió la mejor de las noticias: un chofer de la empresa de transporte urbano tenía su billetera e iba a devolvérsela al trabajo.

Mientras caminaba rumbo al local donde habían quedado en encontrarse Sebastián Almonacid pensó en la paradoja de haber vivido con tres semanas de diferencia la satisfacción de haber entregado una billetera que encontró tirada en la calle y la alegría de recuperar sus documentos y el dinero que perdió en un colectivo.

Esa alegría que lo movilizó a llamar por teléfono al chofer Javier Faied para agradecer que cuidara sus pertenencias, e ir a saludar nuevamente a Eloy Walser por su gesto, sin olvidar al anónimo pasajero que inició esta verdadera cadena de valores.

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28 MAY 2013 - 22:17

Hace tres semanas Sebastián Almonacid fue a comprar a un comercio de Puerto Madryn y en la vereda del local encontró una billetera tirada. La mantuvo sin abrir y pocos minutos después, cuando salía del negocio, vio que un hombre buscaba desesperadamente algo. Le preguntó qué había perdido, y al comprobar que era el dueño de la billetera, la devolvió.

“Estaba muy contento de haber encontrado la billetera”, relata Sebastián, quien ahora sabe lo que es vivir la angustiante situación de perder los documentos y el sueldo de una semana de trabajo, pero también experimenta la alegría de haber recuperado sus pertenencias y de conocer los valores de quienes cuidaron sus cosas hasta que pudieron ubicarlo.

Un viaje en colectivo

El lunes al mediodía, casi un mes después de aquel episodio, Sebastián viajaba junto a su esposa Mili Jaureguibehere en un colectivo de la empresa Benítez Bellini S.A. La pareja y su pequeño hijo habían tomado el interno 170 de la Línea 1 en Mitre y Lavalle para dirigirse a su casa, en Puerto Madryn, situación hasta ahí normal. Sebastián es carnicero y ese día a la mañana había cobrado el pago de la semana de trabajo. Ya en su casa, al momento de cambiarse, notó que le faltaba la billetera.

El joven revisó los bolsillos de su pantalón y no había nada. Examinó en distintos lugares de su casa y la billetera no aparecía. Fue en ese momento que recordó el viaje en colectivo y fue hasta la parada más próxima, mirando en el camino si había algún rastro de su billetera, en la que además de dinero había documentación personal y también del un vehículo.

Tras varios minutos en la parada, al pasar otro colectivo de la misma línea, le preguntó al chofer si no tenía un teléfono de contacto para hablar con el conductor del interno en el cual había viajado, pero la búsqueda fue estéril porque nadie sabía nada de la billetera.

Mientras tanto, en otro punto de la ciudad Eloy Walser tomaba su turno como chofer del interno 170 de Benítez Bellini. Eloy es chofer desde hace 21 años, pero además pertenece a una reconocida familia madrynense.

Al subir al colectivo su compañero de trabajo Javier Faied, quien terminaba su jornada laboral, le comentó que un pasajero se acercó y le dio una billetera perdida. Faied, que la había cuidado hasta que terminó su turno, y Walser empezaban a formar parte de esta historia solidaria.

“Pasaron las horas, las vueltas y como nadie reclamaba me tomé el atrevimiento de abrir la billetera para ver si encontraba algún número de teléfono”, contó el chofer, y agregó que al encontrar un recibo de sueldo “vi que la billetera era de Sebastián Almonacid, un chico que trabaja en una carnicería. Averigüé si trabajaba ahí y fui a devolverle la billetera, como corresponde”, asegura Walser, de manera simple, pero a la vez contundente en cuanto a sus valores.

En sus años como trabajador en las empresas de colectivo de nuestra zona, Eloy asegura haber encontrado y devuelto más de una billetera, además de celulares, cámaras fotográficas e incluso filmadoras olvidadas por sus dueños.

De la tristeza a la alegría

El lunes a la tarde Sebastián había vuelto a su trabajo “con la cara larga y amargado” según el mismo relata, por haber perdido el dinero y los documentos. Ya estaba pensando en destinar el martes, su día franco, para realizar la denuncia y tramitar nuevamente la tarjeta verde de su auto, el carnet sanitario y el resto de la documentación extraviada, cuando recibió la mejor de las noticias: un chofer de la empresa de transporte urbano tenía su billetera e iba a devolvérsela al trabajo.

Mientras caminaba rumbo al local donde habían quedado en encontrarse Sebastián Almonacid pensó en la paradoja de haber vivido con tres semanas de diferencia la satisfacción de haber entregado una billetera que encontró tirada en la calle y la alegría de recuperar sus documentos y el dinero que perdió en un colectivo.

Esa alegría que lo movilizó a llamar por teléfono al chofer Javier Faied para agradecer que cuidara sus pertenencias, e ir a saludar nuevamente a Eloy Walser por su gesto, sin olvidar al anónimo pasajero que inició esta verdadera cadena de valores.


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