Para echar a Panizzi del Superior, Risso y Martínez pidieron un “voto de conciencia”

Dijeron que el ministro no tuvo la conducta que se le exige a un juez. Criticaron duro a la fiscal de Rawson, Silvia Pereira. Y advirtieron que una destitución sería una “buena señal” pero no resuelve los problemas de la Justicia. Mañana, el fallo.

02 SEP 2013 - 22:53 | Actualizado

Por Rolando Tobarez

El alegato de la acusación incluyó sollozos de Argentina “Ika” Martínez y algún grito destemplado de Roberto Risso. El fuego lo abrió la jefa del bloque de diputados del Frente para la Victoria, para quien la inamovilidad de los jueces también depende de su conducta. “Se les pide algo más porque no sólo hay que ser honesto sino parecerlo”.

En el caso de Panizzi, “Ika” apuntó que su historia como funcionario público demuestra conductas repetidas. E invitó a la Sala de Juzgar a “no mirar sólo la foto y sí mirar la película” del caso. Repasó sus conflictos como juez universal de Sarmiento, en especial con el fiscal Ricardo Fores. “El problema nace en a quién le correspondían las llaves de un auto. Ahí demuestra Panizzi una personalidad que trasciende todo decoro”. Las agresiones del juez obligaron a Fores a dejar Sarmiento.

“No puede ser que cuando algo no me gusta como ministro, me voy a los medios porque tengo la inmunidad para hacer declaraciones que se me ocurran en perjuicio del Superior”, criticó la diputada. “Para él fue fácil acusar a sus pares de corruptos”.

En cuanto a María Carolina Arrigone, “en la Comisión Investigadora jamás preguntamos sobre la vida íntima; no sabíamos nada”. Cuando Panizzi se enteró de lo que su exrelatora había declarado, “inmediatamente y por todos los medios blanqueó una situación íntima”. Según la diputada, “una burda estrategia de defensa en la cual la culpa la tiene una mujer despechada”.

“Ika” se quebró al recordar el presunto maltrato y la violencia de género que denunció la titular de la Oficina de la Mujer, con frases como “embarazada no me ser38vís”. La diputada sollozó: “Soy madre y no me gustaría jamás que una hija mía pase una situación así”. Miró fijo a sus pares. “Los invito a pensar que como mujer, hija, hermana o esposa les suceda semejante situación”.

“Hacía un trabajo que antes era brillante, siguió siendo el mismo y luego era una mierda. Un juez debe tener cordura para que los ciudadanos nos sintamos seguros, ¿cómo va a juzgar una causa si está enojado por una diferencia personal y el riesgo lo corremos los ciudadanos?”. Según el alegato, “tanto enojo lo llevó a votar grosera y permanentemente en contra de las resoluciones. No soy abogada pero ¿cómo se disiente con la única justificación más que el enojo por algo que creía de su propiedad y que no salió como él quería?”.

“Es un retroceso estar hablando de acoso laboral con violencia de género –admitió-. Pensé que habíamos avanzado mucho pero nos falta mucho en una sociedad con fuerte machismo”.

Risso prefirió hablar parado, micrófono en mano. “Sería un error caer en la ingenuidad de creer que a la sociedad le interesa la actitud de un juez: le interesa cómo eso afecta el funcionamiento de la justicia”. El juicio se inició con la denuncia de la Sala Civil. “Pero desde ahí la Comisión Investigadora construye la acusación. No se agregaron acusaciones injustificadas de las que no haya podido defenderse, como en otros casos donde intervino Pérez Galimberti (en referencia al caso Samamé). La defensa siembra el temor de que este caso se cae, pero absolutamente no”.

Risso deslizó que los votos de los 13 diputados “será leídos muy detenidamente por esa sociedad que espera una justicia distinta”. Saturando el micrófono, le apuntó a la fiscal de Rawson, Silvia Pereira, quien detectó múltiples vicios en manejos de la Sala Civil. “No es posible que haya jueces amigos del poder y genera preocupación no ser amigo de la fiscal, que se deja llevar por sus pasiones”. En tal sentido, “cuando la fiscal deja de ser objetiva peligra la independencia del Poder Judicial; cualquiera quiere una fiscal objetiva, no una que se abrace a la salida con el acusado, porque me hace dudar del interés que representa”.

Con Pereira en mente, el diputado se preguntó: “¿Cómo puede ser que venga a declarar y tomar partido en una pelea de un Superior? No sé cuántas veces dijo que la Sala Penal no tiene ninguna responsabilidad y sí la Civil, perdiendo objetividad. ¿No la descalifica prestar una declaración parcial?”.

“La fiscal no puede decir eso. ¿Qué puedo esperar yo si me atrevo a impugnar su declaración? Les damos el poder, pero no para generar temor de lo que pase si no me hago amigo del juez”.

Risso criticó el interrogatorio de la defensa a Arrigone. Según él, Galimberti puso en duda la validez de su concurso como relatora, cuando ya conocía a Panizzi. “Preguntarle a ella si tenía alguna relación al momento del concurso es pedir que se incrimine, que reconozca que llegó al Superior porque era amiga del juez. Es nulificar su nombramiento y poner en peligro su trabajo”.

El diputado miró fijo a Panizzi, que le sostuvo la mirada con enojo. “El acusado dijo que si Mariana Ripa hubiese llegado a concurso, él se hubiese excusado. ¿Por qué no se excusó con Arrigone?, ¿esa es la imparcialidad de un juez? Después destruyó su prestigio. ¿O sea hacéte amigo del juez y de la fiscal por si acaso?”.

En cuanto al manejo de las licencias, Risso aseguró que “nadie cobró nada irregular salvo Juan Cortelezzi, amigo del juez. Los otros miembros no cobraron y lo resolvieron con una acordada que firmó Panizzi. Sin embargo plantea una crisis en 2013, por una cuestión personal”. Admitió que si este proceso era hace 5 años, hubiesen sido acusados más ministros. “¿Por qué lo hace ahora y no lo hizo antes? Porque vino a buscar revancha”.

“Si la intención era revisar la tarea de todos los jueces, se debió acusar a todo el Superior. ¿De quién dependía promover la denuncia en Legislatura en lugar de ir a los diarios y buscar amistad de la fiscal?”. Risso advirtió: “Ni hablemos del concepto que la fiscal de Rawson tiene de la Ley de Ética Pública. Se puede violar porque para ella no es delito, así que anden tranquilos”.

Para rematar, Risso le pidió a la Sala de Juzgar “un voto de conciencia” ya que “no tenemos derecho a politizar este proceso: no creo que acá haya operativos políticos ni maniobra para desplazar a alguien”.

“Sería pedir demasiado que la sentencia solucione los problemas del Poder Judicial, pero podemos dar una señal. Se viene un proceso de renovación natural en el Superior pero debemos asegurarnos no cometer los mismos errores: nunca más puede haber jueces por amistad o que prioricen su pasión partidaria o personal”.

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02 SEP 2013 - 22:53

Por Rolando Tobarez

El alegato de la acusación incluyó sollozos de Argentina “Ika” Martínez y algún grito destemplado de Roberto Risso. El fuego lo abrió la jefa del bloque de diputados del Frente para la Victoria, para quien la inamovilidad de los jueces también depende de su conducta. “Se les pide algo más porque no sólo hay que ser honesto sino parecerlo”.

En el caso de Panizzi, “Ika” apuntó que su historia como funcionario público demuestra conductas repetidas. E invitó a la Sala de Juzgar a “no mirar sólo la foto y sí mirar la película” del caso. Repasó sus conflictos como juez universal de Sarmiento, en especial con el fiscal Ricardo Fores. “El problema nace en a quién le correspondían las llaves de un auto. Ahí demuestra Panizzi una personalidad que trasciende todo decoro”. Las agresiones del juez obligaron a Fores a dejar Sarmiento.

“No puede ser que cuando algo no me gusta como ministro, me voy a los medios porque tengo la inmunidad para hacer declaraciones que se me ocurran en perjuicio del Superior”, criticó la diputada. “Para él fue fácil acusar a sus pares de corruptos”.

En cuanto a María Carolina Arrigone, “en la Comisión Investigadora jamás preguntamos sobre la vida íntima; no sabíamos nada”. Cuando Panizzi se enteró de lo que su exrelatora había declarado, “inmediatamente y por todos los medios blanqueó una situación íntima”. Según la diputada, “una burda estrategia de defensa en la cual la culpa la tiene una mujer despechada”.

“Ika” se quebró al recordar el presunto maltrato y la violencia de género que denunció la titular de la Oficina de la Mujer, con frases como “embarazada no me ser38vís”. La diputada sollozó: “Soy madre y no me gustaría jamás que una hija mía pase una situación así”. Miró fijo a sus pares. “Los invito a pensar que como mujer, hija, hermana o esposa les suceda semejante situación”.

“Hacía un trabajo que antes era brillante, siguió siendo el mismo y luego era una mierda. Un juez debe tener cordura para que los ciudadanos nos sintamos seguros, ¿cómo va a juzgar una causa si está enojado por una diferencia personal y el riesgo lo corremos los ciudadanos?”. Según el alegato, “tanto enojo lo llevó a votar grosera y permanentemente en contra de las resoluciones. No soy abogada pero ¿cómo se disiente con la única justificación más que el enojo por algo que creía de su propiedad y que no salió como él quería?”.

“Es un retroceso estar hablando de acoso laboral con violencia de género –admitió-. Pensé que habíamos avanzado mucho pero nos falta mucho en una sociedad con fuerte machismo”.

Risso prefirió hablar parado, micrófono en mano. “Sería un error caer en la ingenuidad de creer que a la sociedad le interesa la actitud de un juez: le interesa cómo eso afecta el funcionamiento de la justicia”. El juicio se inició con la denuncia de la Sala Civil. “Pero desde ahí la Comisión Investigadora construye la acusación. No se agregaron acusaciones injustificadas de las que no haya podido defenderse, como en otros casos donde intervino Pérez Galimberti (en referencia al caso Samamé). La defensa siembra el temor de que este caso se cae, pero absolutamente no”.

Risso deslizó que los votos de los 13 diputados “será leídos muy detenidamente por esa sociedad que espera una justicia distinta”. Saturando el micrófono, le apuntó a la fiscal de Rawson, Silvia Pereira, quien detectó múltiples vicios en manejos de la Sala Civil. “No es posible que haya jueces amigos del poder y genera preocupación no ser amigo de la fiscal, que se deja llevar por sus pasiones”. En tal sentido, “cuando la fiscal deja de ser objetiva peligra la independencia del Poder Judicial; cualquiera quiere una fiscal objetiva, no una que se abrace a la salida con el acusado, porque me hace dudar del interés que representa”.

Con Pereira en mente, el diputado se preguntó: “¿Cómo puede ser que venga a declarar y tomar partido en una pelea de un Superior? No sé cuántas veces dijo que la Sala Penal no tiene ninguna responsabilidad y sí la Civil, perdiendo objetividad. ¿No la descalifica prestar una declaración parcial?”.

“La fiscal no puede decir eso. ¿Qué puedo esperar yo si me atrevo a impugnar su declaración? Les damos el poder, pero no para generar temor de lo que pase si no me hago amigo del juez”.

Risso criticó el interrogatorio de la defensa a Arrigone. Según él, Galimberti puso en duda la validez de su concurso como relatora, cuando ya conocía a Panizzi. “Preguntarle a ella si tenía alguna relación al momento del concurso es pedir que se incrimine, que reconozca que llegó al Superior porque era amiga del juez. Es nulificar su nombramiento y poner en peligro su trabajo”.

El diputado miró fijo a Panizzi, que le sostuvo la mirada con enojo. “El acusado dijo que si Mariana Ripa hubiese llegado a concurso, él se hubiese excusado. ¿Por qué no se excusó con Arrigone?, ¿esa es la imparcialidad de un juez? Después destruyó su prestigio. ¿O sea hacéte amigo del juez y de la fiscal por si acaso?”.

En cuanto al manejo de las licencias, Risso aseguró que “nadie cobró nada irregular salvo Juan Cortelezzi, amigo del juez. Los otros miembros no cobraron y lo resolvieron con una acordada que firmó Panizzi. Sin embargo plantea una crisis en 2013, por una cuestión personal”. Admitió que si este proceso era hace 5 años, hubiesen sido acusados más ministros. “¿Por qué lo hace ahora y no lo hizo antes? Porque vino a buscar revancha”.

“Si la intención era revisar la tarea de todos los jueces, se debió acusar a todo el Superior. ¿De quién dependía promover la denuncia en Legislatura en lugar de ir a los diarios y buscar amistad de la fiscal?”. Risso advirtió: “Ni hablemos del concepto que la fiscal de Rawson tiene de la Ley de Ética Pública. Se puede violar porque para ella no es delito, así que anden tranquilos”.

Para rematar, Risso le pidió a la Sala de Juzgar “un voto de conciencia” ya que “no tenemos derecho a politizar este proceso: no creo que acá haya operativos políticos ni maniobra para desplazar a alguien”.

“Sería pedir demasiado que la sentencia solucione los problemas del Poder Judicial, pero podemos dar una señal. Se viene un proceso de renovación natural en el Superior pero debemos asegurarnos no cometer los mismos errores: nunca más puede haber jueces por amistad o que prioricen su pasión partidaria o personal”.


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