Durante más de una hora y media, en instalaciones del sindicato de Capataces, el empresario Omar Segundo mantuvo una reunión de trabajo con los representantes de los gremios marítimos para analizar y buscar alternativas a la situación de la planta Alpesca. Como resultado del encuentro quedó en claro que el propietario de la empresa, dado que ningún integrante del grupo Guigus SA pudo acreditar sus acciones hasta el momento, analizaría la posibilidad de dar de baja el acuerdo comercial para avanzar en la búsqueda de nuevos compradores, entre los que estarían capitales italianos.
El secretario general del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos, Horacio Tressa, y del Sindicato de Trabajadores de la Alimentación, Luis Núñez, explicaron los alcances de la reunión mantenida y el grado de stand by en que la misma quedó hasta tanto Segundo tome una decisión sobre la continuidad de la venta o, en su defecto, dar por caída la operación comercial por incumplimiento contractual.
El representante de los marineros recordó que “él acepta y entiende los planteos que le hacemos y que crecen las desconfianzas de las dos partes, tanto sindical como de Omar (Segundo) que hace la operación”. Desde este grado creciente de desconfianza el empresario solicitó “un cuarto intermedio para resolver con esta gente”, dijo Tressa en referencia a los capitales marplatenses. “Llegó sin la presencia de esta gente y con la misma propuesta que le habíamos rechazado en la primera reunión. Es decir que nos dan una serie de condiciones para el pago de la gente que no las aceptamos en un principio y tampoco ahora”.
Rotundo rechazo
Uno de los aspectos que llaman la atención es la ausencia total de los representantes de Guigus SA en Puerto Madryn, ciudad a la que nunca llegaron pese a que están alojados en un hotel céntrico de Trelew. Esta situación conlleva a generar y acrecentar “la desconfianza que reina hacia esta gente”, dijo el gremialista del SOMU, quien remarcó que “la gente se lo transmitió al propio Segundo y convencido de esto nos pidió un cuarto intermedio para ver cómo siguen”.
El análisis que efectúan los representantes sindicales, exteriorizado por Tressa, sostiene que “si nosotros no aceptamos su propuesta, como en un principio, esta gente debería retrotraer la operación que hizo”. La cuestión se torna cada vez más compleja porque los integrantes del grupo de capitales marplatenses no “se presentaron, no mostraron documentación y exigen, a través de Omar Segundo o mediante comunicaciones telefónicas, cuestiones a las que ya les dijimos que no vamos a aceptar. Si vienen a invertir que paguen los sueldos de los trabajadores y luego veremos cómo se destraba”.
Desde las entidades sindicales consideran que la operación de venta puede caerse ante todo lo sucedido, además de adelantarse la existencia de grupos empresariales interesados en la compra de Alpesca. “Nosotros vemos viable que si hay una vuelta atrás se hagan todos los esfuerzos y el compromiso de todos de poner en marcha la empresa para cambiar la imagen y que los grupos inversores, que sabemos están, logren una definición”, dijo el dirigente representante de los marineros. Los interesados serían de origen europeo y con una relación con la actividad pesquera, además de una solvencia económica que sería diferente a la exhibida por los integrantes de Guigus SA.
Tiempo para repensar
Núñez focalizó sus expresiones en la decisión adoptada por Omar Segundo de solicitar un tiempo para “repensar los alcances de la operación de venta a este grupo Guigus”, además de puntualizar que “estaría analizando la posibilidad que quede nulo el contrato por incumplimiento mutuo. Esto posibilitaría que, en un tiempo prudencial y existiendo inversores, cambie la situación de la empresa”.
Lo que el empresario decide se sigue con atención por parte de Provincia, que impulsaría buscar nuevos inversores para la planta pesquera. Con crudeza el dirigente sindical reconoció que “no cambió nada para los trabajadores porque no hay respuestas de la empresa para cumplir con el pago de lo adeudado hasta la fecha”.
En consonancia con la falta de certezas, Luis Núñez afirmó que “la incertidumbre llegó hasta el propio Omar Segundo que podría dejar sin efecto el acuerdo y buscar nuevos inversores”. Si tal cosa sucede “acompañaríamos este proceso” porque “entendemos que la nueva sociedad no iba a sacar a Alpesca de la situación crítica sino que la iba a profundizar”.
Pasadas las 10 un nutrido grupo de trabajadores de Alpesca salieron de la sede del gremio de la Alimentación, ubicada en 9 de Julio entre Mitre y Marcos A. Zar, para marchar hacia el domicilio particular de un abogado del foro madrynense. El letrado es ampliamente cuestionado por la dirigencia sindical y los asalariados, quienes cuestionan sus intervenciones en torno a las decisiones que se adoptaron en torno a la realidad y futuro de la planta pesquera.
Luego de varios minutos y de transitar por varias cuadras, la columna llegó hasta las puertas del inmueble. Allí realizaron una batucada y una sentada a la espera de alguna novedad en torno al pago de los haberes y el futuro de la operación de venta, además de colocarse una serie de pancartas en las puertas de la casa.
Daniel Meza, dirigente sindical, argumentó la decisión de movilizarse hasta el domicilio particular del abogado porque fue “parte de la negociación con estos empresarios, que son unos fantasmas y piratas más. Él tiene el mayor porcentaje de participación donde hizo todo para que los trabajadores se queden en la calle”. Comentó que el escrache perpetrado en la casa del abogado apuntó a que “los madrynenses sepan qué clase de vecinos tienen porque todas las negociaciones las hace de espaldas a los trabajadores”. Las críticas para el accionar del letrado portuario apuntan tanto a la operación comercial concretada con Guigus como a lo sucedido el año anterior con la negociación por la venta de buques a favor de empresas bonaerenses.
“Vamos a seguir en la lucha en la medida que se vayan sumando todos los trabajadores porque sabemos que esto va para atrás”, dijo Meza, quien reiteró: “La mercadería no será sacada hasta tanto no se cancelen las deudas con los trabajadores y no saquen los barcos a pescar porque los puestos de trabajo están en peligro”.
Durante más de una hora y media, en instalaciones del sindicato de Capataces, el empresario Omar Segundo mantuvo una reunión de trabajo con los representantes de los gremios marítimos para analizar y buscar alternativas a la situación de la planta Alpesca. Como resultado del encuentro quedó en claro que el propietario de la empresa, dado que ningún integrante del grupo Guigus SA pudo acreditar sus acciones hasta el momento, analizaría la posibilidad de dar de baja el acuerdo comercial para avanzar en la búsqueda de nuevos compradores, entre los que estarían capitales italianos.
El secretario general del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos, Horacio Tressa, y del Sindicato de Trabajadores de la Alimentación, Luis Núñez, explicaron los alcances de la reunión mantenida y el grado de stand by en que la misma quedó hasta tanto Segundo tome una decisión sobre la continuidad de la venta o, en su defecto, dar por caída la operación comercial por incumplimiento contractual.
El representante de los marineros recordó que “él acepta y entiende los planteos que le hacemos y que crecen las desconfianzas de las dos partes, tanto sindical como de Omar (Segundo) que hace la operación”. Desde este grado creciente de desconfianza el empresario solicitó “un cuarto intermedio para resolver con esta gente”, dijo Tressa en referencia a los capitales marplatenses. “Llegó sin la presencia de esta gente y con la misma propuesta que le habíamos rechazado en la primera reunión. Es decir que nos dan una serie de condiciones para el pago de la gente que no las aceptamos en un principio y tampoco ahora”.
Rotundo rechazo
Uno de los aspectos que llaman la atención es la ausencia total de los representantes de Guigus SA en Puerto Madryn, ciudad a la que nunca llegaron pese a que están alojados en un hotel céntrico de Trelew. Esta situación conlleva a generar y acrecentar “la desconfianza que reina hacia esta gente”, dijo el gremialista del SOMU, quien remarcó que “la gente se lo transmitió al propio Segundo y convencido de esto nos pidió un cuarto intermedio para ver cómo siguen”.
El análisis que efectúan los representantes sindicales, exteriorizado por Tressa, sostiene que “si nosotros no aceptamos su propuesta, como en un principio, esta gente debería retrotraer la operación que hizo”. La cuestión se torna cada vez más compleja porque los integrantes del grupo de capitales marplatenses no “se presentaron, no mostraron documentación y exigen, a través de Omar Segundo o mediante comunicaciones telefónicas, cuestiones a las que ya les dijimos que no vamos a aceptar. Si vienen a invertir que paguen los sueldos de los trabajadores y luego veremos cómo se destraba”.
Desde las entidades sindicales consideran que la operación de venta puede caerse ante todo lo sucedido, además de adelantarse la existencia de grupos empresariales interesados en la compra de Alpesca. “Nosotros vemos viable que si hay una vuelta atrás se hagan todos los esfuerzos y el compromiso de todos de poner en marcha la empresa para cambiar la imagen y que los grupos inversores, que sabemos están, logren una definición”, dijo el dirigente representante de los marineros. Los interesados serían de origen europeo y con una relación con la actividad pesquera, además de una solvencia económica que sería diferente a la exhibida por los integrantes de Guigus SA.
Tiempo para repensar
Núñez focalizó sus expresiones en la decisión adoptada por Omar Segundo de solicitar un tiempo para “repensar los alcances de la operación de venta a este grupo Guigus”, además de puntualizar que “estaría analizando la posibilidad que quede nulo el contrato por incumplimiento mutuo. Esto posibilitaría que, en un tiempo prudencial y existiendo inversores, cambie la situación de la empresa”.
Lo que el empresario decide se sigue con atención por parte de Provincia, que impulsaría buscar nuevos inversores para la planta pesquera. Con crudeza el dirigente sindical reconoció que “no cambió nada para los trabajadores porque no hay respuestas de la empresa para cumplir con el pago de lo adeudado hasta la fecha”.
En consonancia con la falta de certezas, Luis Núñez afirmó que “la incertidumbre llegó hasta el propio Omar Segundo que podría dejar sin efecto el acuerdo y buscar nuevos inversores”. Si tal cosa sucede “acompañaríamos este proceso” porque “entendemos que la nueva sociedad no iba a sacar a Alpesca de la situación crítica sino que la iba a profundizar”.
Pasadas las 10 un nutrido grupo de trabajadores de Alpesca salieron de la sede del gremio de la Alimentación, ubicada en 9 de Julio entre Mitre y Marcos A. Zar, para marchar hacia el domicilio particular de un abogado del foro madrynense. El letrado es ampliamente cuestionado por la dirigencia sindical y los asalariados, quienes cuestionan sus intervenciones en torno a las decisiones que se adoptaron en torno a la realidad y futuro de la planta pesquera.
Luego de varios minutos y de transitar por varias cuadras, la columna llegó hasta las puertas del inmueble. Allí realizaron una batucada y una sentada a la espera de alguna novedad en torno al pago de los haberes y el futuro de la operación de venta, además de colocarse una serie de pancartas en las puertas de la casa.
Daniel Meza, dirigente sindical, argumentó la decisión de movilizarse hasta el domicilio particular del abogado porque fue “parte de la negociación con estos empresarios, que son unos fantasmas y piratas más. Él tiene el mayor porcentaje de participación donde hizo todo para que los trabajadores se queden en la calle”. Comentó que el escrache perpetrado en la casa del abogado apuntó a que “los madrynenses sepan qué clase de vecinos tienen porque todas las negociaciones las hace de espaldas a los trabajadores”. Las críticas para el accionar del letrado portuario apuntan tanto a la operación comercial concretada con Guigus como a lo sucedido el año anterior con la negociación por la venta de buques a favor de empresas bonaerenses.
“Vamos a seguir en la lucha en la medida que se vayan sumando todos los trabajadores porque sabemos que esto va para atrás”, dijo Meza, quien reiteró: “La mercadería no será sacada hasta tanto no se cancelen las deudas con los trabajadores y no saquen los barcos a pescar porque los puestos de trabajo están en peligro”.