Poseidón cambió de dueño

Christian Córdoba Canosa, un empresario locuaz y carismático gastó todos sus ahorros en una pesquera en crisis. Promete reactivarla y advierte: “No soy un palo blanco”. Y “en mi planta, droga no van a encontrar.”

06 DIC 2013 - 21:52 | Actualizado

Locuaz, carismático, verborrágico como siempre, Christian Córdoba Canosa reveló a FM Tiempo Puerto Madryn los detalles de la operación con la cual se hizo cargo de Poseidón, una de las pesqueras más importantes de la ciudad del Golfo. El joven empresario confirmó que se hizo cargo de la planta hace 72 horas, consciente del trabajo que tiene por delante y de los riesgos que implica encarar un proyecto de tremenda magnitud.

“El Chief” (como se lo conoce en la ciudad) compró la planta por un millón y medio de pesos, pero haciéndose cargo de una deuda de 19 millones de pesos contraída con la AFIP, compromisos laborales, funcionamiento de la planta y otras deudas tributarias. El pago de esa deuda está en proceso de regularización porque los anteriores dueños establecieron un plan de pagos que se cumple en los tiempos previstos.

Canosa sostuvo que para adquirir la empresa tuvo que desprenderse del hotel y los restaurantes que poseía en Brasil y de todos sus ahorros de los últimos años. “Los que me conocen saben que soy así, cuando compré Las Dunas hipotequé mi casa y nunca había manejado un restaurante, cuando me fui a Brasil me decían que era una locura y sin embargo me fue muy bien, ahora encaro esta etapa con la impronta que me caracteriza”. Cuando se le preguntó sobre lo complejidad de la industria pesquera, “El Chief” indicó que “sé que es una brasa caliente pero yo soy así, necesito nuevas emociones, soy un tipo de negocios y voy a ponerle toda la garra para sacarlo adelante”.

Todos afuera

El nuevo dueño de Poseidón informó que las personas que estaban vinculadas con Omar “Cura” Segundo, como Alejandro Penizzi, se irán de la empresa y conformará un nuevo grupo de trabajo con contadores, abogados y personas de su extrema confianza. Esos profesionales lo convencieron de que el negocio es viable. “La planta funciona sin problemas, es económicamente rentable, el equipamiento y las cámaras de frío están en buenas condiciones y todo el producto que generamos está colocado en los mercados y vendido”, manifestó a FM Tiempo.

La idea es continuar la compra de langostino a los barcos que operan en Rawson y procesar la materia prima en bruto, pulpa, colita, el langostino entero y sin cabeza.

En relación a los 120 trabajadores de la planta, aseveró que “es un número razonable y apropiado para la actividad, por lo que no veo necesario implementar ni cambios ni ajustes”. El número no lo asusta porque en Brasil tuvo hasta 300 trabajadores a su cargo.

Con vehemencia, Canosa advirtió que “no soy palo blanco de nadie y el tiempo se encargará de demostrarlo”. En tal sentido, “vengo para ponerle el alma a este nuevo desafío, me van a ver trabajando todos los días porque me voy a encargar personalmente del funcionamiento de la planta”.

El impetuoso empresario trazó un panorama optimista. “Lo primero es acomodar las cosas y cumplir con las deudas, pero yo voy para adelante, quiero comprar camiones, tener barcos de pesca, generar productos que puedan exportarse”. Y remató con su estilo: “En mi planta, droga no van a encontrar, va a haber pescado y trabajo, pero droga no”.

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06 DIC 2013 - 21:52

Locuaz, carismático, verborrágico como siempre, Christian Córdoba Canosa reveló a FM Tiempo Puerto Madryn los detalles de la operación con la cual se hizo cargo de Poseidón, una de las pesqueras más importantes de la ciudad del Golfo. El joven empresario confirmó que se hizo cargo de la planta hace 72 horas, consciente del trabajo que tiene por delante y de los riesgos que implica encarar un proyecto de tremenda magnitud.

“El Chief” (como se lo conoce en la ciudad) compró la planta por un millón y medio de pesos, pero haciéndose cargo de una deuda de 19 millones de pesos contraída con la AFIP, compromisos laborales, funcionamiento de la planta y otras deudas tributarias. El pago de esa deuda está en proceso de regularización porque los anteriores dueños establecieron un plan de pagos que se cumple en los tiempos previstos.

Canosa sostuvo que para adquirir la empresa tuvo que desprenderse del hotel y los restaurantes que poseía en Brasil y de todos sus ahorros de los últimos años. “Los que me conocen saben que soy así, cuando compré Las Dunas hipotequé mi casa y nunca había manejado un restaurante, cuando me fui a Brasil me decían que era una locura y sin embargo me fue muy bien, ahora encaro esta etapa con la impronta que me caracteriza”. Cuando se le preguntó sobre lo complejidad de la industria pesquera, “El Chief” indicó que “sé que es una brasa caliente pero yo soy así, necesito nuevas emociones, soy un tipo de negocios y voy a ponerle toda la garra para sacarlo adelante”.

Todos afuera

El nuevo dueño de Poseidón informó que las personas que estaban vinculadas con Omar “Cura” Segundo, como Alejandro Penizzi, se irán de la empresa y conformará un nuevo grupo de trabajo con contadores, abogados y personas de su extrema confianza. Esos profesionales lo convencieron de que el negocio es viable. “La planta funciona sin problemas, es económicamente rentable, el equipamiento y las cámaras de frío están en buenas condiciones y todo el producto que generamos está colocado en los mercados y vendido”, manifestó a FM Tiempo.

La idea es continuar la compra de langostino a los barcos que operan en Rawson y procesar la materia prima en bruto, pulpa, colita, el langostino entero y sin cabeza.

En relación a los 120 trabajadores de la planta, aseveró que “es un número razonable y apropiado para la actividad, por lo que no veo necesario implementar ni cambios ni ajustes”. El número no lo asusta porque en Brasil tuvo hasta 300 trabajadores a su cargo.

Con vehemencia, Canosa advirtió que “no soy palo blanco de nadie y el tiempo se encargará de demostrarlo”. En tal sentido, “vengo para ponerle el alma a este nuevo desafío, me van a ver trabajando todos los días porque me voy a encargar personalmente del funcionamiento de la planta”.

El impetuoso empresario trazó un panorama optimista. “Lo primero es acomodar las cosas y cumplir con las deudas, pero yo voy para adelante, quiero comprar camiones, tener barcos de pesca, generar productos que puedan exportarse”. Y remató con su estilo: “En mi planta, droga no van a encontrar, va a haber pescado y trabajo, pero droga no”.


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