Los neoliberales buscan presidir Europa mientras avanza la extrema derecha

El neoliberalismo, nucleado en la centroderecha y la socialdemocracia, comenzó a pelear la presidencia de la Comisión Europea tras el fuerte avance en las elecciones parlamentarias de los grupos que promueven la limitación o eliminación de la UE.

26 MAY 2014 - 15:45 | Actualizado

Los socialdemócratas atacaron directamente al conservador Partido Popular Europeo (PPE), a quien consideraron "el gran perdedor" de los comicios que concluyeron ayer en el Viejo Continente.

"Se trata del partido que ha dirigido Europa durante los últimos diez años y especialmente durante los últimos cinco años en la profunda crisis económica y social que ha afectado a millones de europeos", dijo el presidente de los Socialistas y Demócratas (SD), Sergei Stanishev, en la Eurocámara.

Por su lado, el candidato del Partido Popular Europeo (PPE) a la presidencia de la CE, Jean-Claude Juncker, se mostró como ganador y llamó a formar una coalición con los socialdemócratas.

"No vale la pena hacer demasiadas conjeturas. La única opción posible es la gran coalición entre los dos grandes partidos" que reivindican el mantenimiento de la UE y los planes de ajuste del Fondo Monetario Internacional (FMI), señaló Juncker en rueda de prensa.

El PPE de Juncker es formalmente el ganador de la consulta, según las últimas cifras provisionales divulgadas por las agencias de noticias DPA y EFE.

Pero el 28,23% ciento de los votos que obtuvo sólo le otorga 212 escaños, con una pérdida de 64 curules. En cambio, los socialdemócratas, que quedaron segundos con 24,90% de los votos y 187 escaños, sólo cedieron 9 asientos.

En otras palabras, se trata de un resultado por debajo de lo que ambos consiguieron en 2009 e insuficiente para formar coaliciones independientes con terceras fuerzas.

Desde esta perspectiva, los grandes ganadores de estos comicios en los que participaron 28 países fueron los grupos euroescépticos, en particular los de extrema derecha, entre los que destaca el Frente Nacional (FN) francés, de Marine Le Pen.

Tal como se perfilaba en las encuestas, hasta una tercera parte de las 751 bancas de la Eurocámara podría quedar bajo control de fuerzas ideológicamente similares al FN francés procedentes de países tan dispares como Dinamarca, Finlandia, Hungrí­a, Alemania y Reino Unido.

"Por supuesto que estamos preocupados por el avance de los partidos nacionalistas y extremistas", dijo Stanishev.
Pero subrayó que frente a este hecho y a la pérdida de presencia del PPE, "podemos decir que la familia socialista es la más estable en estas elecciones".

El presidente de SD admitió que los socialdemócratas no han conseguido "el suficiente apoyo para provocar un cambio realmente grande para una nueva Europa", pero recalcó que se convirtió en una fuerza decisiva a la hora de discutir la presidencia de la CE.

Los socialdemócratas criticaron duramente a los conservadores de derecha por haberse centrado solamente en los recortes del gasto público, lo que mantuvo la crisis de los 28 y elevó la cifra de desocupados a 26 millones.

Sin embargo, los anunciados objetivos socialdemócratas de aumentar el empleo y de reinstaurar la justicia social no son acompañados por políticas coherentes, que en general adhieren a los planteos neoliberales de austeridad y recesión para combatir el déficit fiscal y la inflación.

Contrariamente a lo previsto por los sondeos, en los que se preveía un retroceso en la participación ciudadana en unos comicios que no son obligatorios, los últimos datos indican que votó alrededor del 43% de 400 millones de ciudadanos habilitados para sufragar.

26 MAY 2014 - 15:45

Los socialdemócratas atacaron directamente al conservador Partido Popular Europeo (PPE), a quien consideraron "el gran perdedor" de los comicios que concluyeron ayer en el Viejo Continente.

"Se trata del partido que ha dirigido Europa durante los últimos diez años y especialmente durante los últimos cinco años en la profunda crisis económica y social que ha afectado a millones de europeos", dijo el presidente de los Socialistas y Demócratas (SD), Sergei Stanishev, en la Eurocámara.

Por su lado, el candidato del Partido Popular Europeo (PPE) a la presidencia de la CE, Jean-Claude Juncker, se mostró como ganador y llamó a formar una coalición con los socialdemócratas.

"No vale la pena hacer demasiadas conjeturas. La única opción posible es la gran coalición entre los dos grandes partidos" que reivindican el mantenimiento de la UE y los planes de ajuste del Fondo Monetario Internacional (FMI), señaló Juncker en rueda de prensa.

El PPE de Juncker es formalmente el ganador de la consulta, según las últimas cifras provisionales divulgadas por las agencias de noticias DPA y EFE.

Pero el 28,23% ciento de los votos que obtuvo sólo le otorga 212 escaños, con una pérdida de 64 curules. En cambio, los socialdemócratas, que quedaron segundos con 24,90% de los votos y 187 escaños, sólo cedieron 9 asientos.

En otras palabras, se trata de un resultado por debajo de lo que ambos consiguieron en 2009 e insuficiente para formar coaliciones independientes con terceras fuerzas.

Desde esta perspectiva, los grandes ganadores de estos comicios en los que participaron 28 países fueron los grupos euroescépticos, en particular los de extrema derecha, entre los que destaca el Frente Nacional (FN) francés, de Marine Le Pen.

Tal como se perfilaba en las encuestas, hasta una tercera parte de las 751 bancas de la Eurocámara podría quedar bajo control de fuerzas ideológicamente similares al FN francés procedentes de países tan dispares como Dinamarca, Finlandia, Hungrí­a, Alemania y Reino Unido.

"Por supuesto que estamos preocupados por el avance de los partidos nacionalistas y extremistas", dijo Stanishev.
Pero subrayó que frente a este hecho y a la pérdida de presencia del PPE, "podemos decir que la familia socialista es la más estable en estas elecciones".

El presidente de SD admitió que los socialdemócratas no han conseguido "el suficiente apoyo para provocar un cambio realmente grande para una nueva Europa", pero recalcó que se convirtió en una fuerza decisiva a la hora de discutir la presidencia de la CE.

Los socialdemócratas criticaron duramente a los conservadores de derecha por haberse centrado solamente en los recortes del gasto público, lo que mantuvo la crisis de los 28 y elevó la cifra de desocupados a 26 millones.

Sin embargo, los anunciados objetivos socialdemócratas de aumentar el empleo y de reinstaurar la justicia social no son acompañados por políticas coherentes, que en general adhieren a los planteos neoliberales de austeridad y recesión para combatir el déficit fiscal y la inflación.

Contrariamente a lo previsto por los sondeos, en los que se preveía un retroceso en la participación ciudadana en unos comicios que no son obligatorios, los últimos datos indican que votó alrededor del 43% de 400 millones de ciudadanos habilitados para sufragar.


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