El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, afirmó hoy que el levantamiento de la medida cautelar que ordenaba la suspensión del pago de la deuda con los fondos buitre, por parte del juez neoyorquino Thomas Griesa, genera "un incentivo a ejecutar la medida y no negociar", y señaló que "no hay misión ni comitiva preparada para un eventual viaje a Estados Unidos".
"El levantamiento de la suspensión establece un problema, ya que le impide a la Argentina efectuar el próximo pago de los cupones de deuda el 30 de junio, a menos que en forma simultánea pague a los fondos buitre", dijo Capitanich en su habitual conferencia de prensa matinal, esta vez en el Museo del Bicentenario.
"Lo que el juez introduce -dijo el jefe de Gabinete- es una alteración de todas las condiciones de reestructuración, generando ganancias extraordinarias de 1.608% a un acreedor que no era tenedor original de deuda y que la compró con fines especulativos".
Capitanich precisó que "pagar a todos los acreedores que no adhirieron al canje demandaría 15 mil millones de dólares, y si se suman los voluntarios, serían aproximadamente 120 mil millones".
"Esto llevaría a pulverizar el proceso de reestructuración más exitoso de la humanidad, por el nivel de quita logrado, sin participación del Fondo Monetario Internacional y por haber marcado un sendero de crear capacidad de pago con crecimiento", definió el funcionario.
Capitanich se negó a contestar "versiones de diarios o voceros" sobre calificaciones políticas de Griesa, y destacó que el juez debe garantizar "equidad de trato entre las partes, y cuando promueve tamaña parcialidad no es equitativo; promueve profundamente el desequilibrio, y eso no es justicia".
La Argentina, agregó el jefe de Gabinete, demostró su voluntad de pago al respetar los compromisos con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Banco Mundial, el FMI (hasta la cancelación en 2006) y la Corporación Andina de Fomento (CAF).
"El país ha honrado sus compromisos con los acreedores que han adherido al canje voluntario y toda distorsión emanada del juez, los fondos buitre o sus voceros pretende desnaturalizar y desvirtuar esta situación", resaltó.
Capitanich recordó que la deuda fue "contraída por otros gobiernos, lo mismo que la del Club de París", mientras esta
administración fue la única que redujo los compromisos netos externos en 34 mil millones de dólares.
El funcionario destacó que en cualquier ley de concursos y quiebras, como los casos de los Estados de Detroit o Puerto Rico, se observa un sistema de mayoría en los procesos de reestructuración, que es de 66% para deudas privadas.
"Acá -subrayó- llegamos al 92% de los acreedores y se pretende generar una distorsión absoluta y una intromisión en el proceso con un efecto sistémico en las finanzas internacionales".
Capitanich se refirió, luego, al "lobby sistemático de los fondos buitre en el Congreso de Estados Unidos y la campaña en los medios internacionales, distorsionando la realidad y la evolución que ha tenido la Argentina".
Mencionó, también, los default de países como Rusia, Inglaterra y Estados Unidos (al declarar la inconvertibilidad de su moneda en los años 70) y que "ningún juez de ningún lugar del planeta puede decir que la Argentina no tiene voluntad regular de pago. Otra interpretación es desconocer la historia", concluyó.
El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, afirmó hoy que el levantamiento de la medida cautelar que ordenaba la suspensión del pago de la deuda con los fondos buitre, por parte del juez neoyorquino Thomas Griesa, genera "un incentivo a ejecutar la medida y no negociar", y señaló que "no hay misión ni comitiva preparada para un eventual viaje a Estados Unidos".
"El levantamiento de la suspensión establece un problema, ya que le impide a la Argentina efectuar el próximo pago de los cupones de deuda el 30 de junio, a menos que en forma simultánea pague a los fondos buitre", dijo Capitanich en su habitual conferencia de prensa matinal, esta vez en el Museo del Bicentenario.
"Lo que el juez introduce -dijo el jefe de Gabinete- es una alteración de todas las condiciones de reestructuración, generando ganancias extraordinarias de 1.608% a un acreedor que no era tenedor original de deuda y que la compró con fines especulativos".
Capitanich precisó que "pagar a todos los acreedores que no adhirieron al canje demandaría 15 mil millones de dólares, y si se suman los voluntarios, serían aproximadamente 120 mil millones".
"Esto llevaría a pulverizar el proceso de reestructuración más exitoso de la humanidad, por el nivel de quita logrado, sin participación del Fondo Monetario Internacional y por haber marcado un sendero de crear capacidad de pago con crecimiento", definió el funcionario.
Capitanich se negó a contestar "versiones de diarios o voceros" sobre calificaciones políticas de Griesa, y destacó que el juez debe garantizar "equidad de trato entre las partes, y cuando promueve tamaña parcialidad no es equitativo; promueve profundamente el desequilibrio, y eso no es justicia".
La Argentina, agregó el jefe de Gabinete, demostró su voluntad de pago al respetar los compromisos con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Banco Mundial, el FMI (hasta la cancelación en 2006) y la Corporación Andina de Fomento (CAF).
"El país ha honrado sus compromisos con los acreedores que han adherido al canje voluntario y toda distorsión emanada del juez, los fondos buitre o sus voceros pretende desnaturalizar y desvirtuar esta situación", resaltó.
Capitanich recordó que la deuda fue "contraída por otros gobiernos, lo mismo que la del Club de París", mientras esta
administración fue la única que redujo los compromisos netos externos en 34 mil millones de dólares.
El funcionario destacó que en cualquier ley de concursos y quiebras, como los casos de los Estados de Detroit o Puerto Rico, se observa un sistema de mayoría en los procesos de reestructuración, que es de 66% para deudas privadas.
"Acá -subrayó- llegamos al 92% de los acreedores y se pretende generar una distorsión absoluta y una intromisión en el proceso con un efecto sistémico en las finanzas internacionales".
Capitanich se refirió, luego, al "lobby sistemático de los fondos buitre en el Congreso de Estados Unidos y la campaña en los medios internacionales, distorsionando la realidad y la evolución que ha tenido la Argentina".
Mencionó, también, los default de países como Rusia, Inglaterra y Estados Unidos (al declarar la inconvertibilidad de su moneda en los años 70) y que "ningún juez de ningún lugar del planeta puede decir que la Argentina no tiene voluntad regular de pago. Otra interpretación es desconocer la historia", concluyó.