Israel reabre la explanada de las mezquitas de Jerusalén

Bajo una intensa lluvia, en el día de las plegarias islámicas, pequeños grupos de fieles palestinos pasaron varios puestos de control israelíes y pudieron acceder a la Explanada, un complejo de unas 15 hectáreas ubicado en la Ciudad Vieja al que los judíos llaman Monte del Templo y los musulmanes Noble Santuario.

31 OCT 2014 - 12:57 | Actualizado

Israel reabrió hoy la Explanada de las Mezquitas, el sitio religioso más sagrado de Jerusalén, y desplegó a más de 1.000 agentes de seguridad, un día después de disturbios y enfrentamientos entre policías israelíes y manifestantes palestinos que agravaron las ya altas tensiones en la ciudad.

No se informó de enfrentamientos luego del final de las plegarias, al mediodía, aunque fuerzas de seguridad israelíes reprimieron con gases lacrimógenos a decenas de jóvenes palestinos que les tiraban piedras en el puesto de control de Qalandiya, cerca de la ciudad cisjordana de Ramallah, sede del gobierno palestino.

La Explanada de las Mezquitas ha sido un detonante de tensiones y hasta de violencia entre judíos y musulmanes durante décadas, en un reflejo de la naturaleza explosiva del componente religioso del conflicto entre israelíes y palestinos.

En 2000, una visita al sitio del entonces líder opositor Ariel Sharon, quien luego sería primer ministro, desató la última intifada (levantamiento) palestina contra la ocupación israelí.

Siguiendo con la práctica habitual, la policía israelí sólo permitió que hombres de más de 50 años accedieran al sitio para rezar en la Mezquita de Al Aqsa, la tercera más sagrada para los musulmanes.

La reapertura de la Explanada llegó un día después de que Israel decidiera cerrarla en un intento de reducir la tensión y evitar hechos de violencia como los desatados ayer luego de que policías israelíes mataran a un palestino sospechoso de haber intentado asesinar a un rabino de extrema derecha.

El rabino israelí-estadounidense Yehuda Glick recibió tres disparos el miércoles por la noche, pero fuentes médicas dijeron hoy que estaba mejorando en el hospital donde está internado.

Glick ha hecho campaña para que los judíos puedan acceder a la Explanada, una causa fervorosamente abrazada por ultranacionalistas judíos que se oponen a la prohibición israelí de poder rezar en el sitio.

El lugar es el más sagrado para el judaísmo, que sitúa allí el templo bíblico destruido por los romanos, y el tercero más venerado por los musulmanes, que dicen que su profeta Mahoma ascendió al cielo desde ahí.

El presidente palestino, Mahmud Abbas, calificó ayer el cierre de la Explanda como "una declaración" de guerra contra los palestinos y contra todo el mundo árabe y musulmán.

El primer ministro israelí, Ariel Sharon, acusó a Abbas de incitar a la violencia por haber pedido días atrás a los palestinos que defendieran Al Aksa.

Las tensiones están en aumento en Jerusalén desde junio pasado, cuando tres adolescentes israelíes fueron secuestrados y asesinados en Cisjordania, al parecer por milicianos palestinos. Extremistas israelíes respondieron secuestrando y matando a un adolescente palestino en Jerusalén este, lo que desató disturbios. Los secuestros dieron lugar a una cadena de eventos que llevó a la ofensiva de 50 días lanzada por Israel contra el movimiento islamista palestino Hamas en la Franja de Gaza, que dejó más de 2.100 palestinos muertos, en su mayoría civiles.

La semana pasada, un palestino chocó con su auto a un grupo de personas en Jerusalén y mató a una beba israelí-estadounidense de tres meses y de una ecuatoriana de 22 años.

Antes, un colono judío atropelló y mató con su auto a una nena palestina.

Elevando aún más las tensiones, Netanyahu ordenó esta semana construir otras 1.000 casas para judíos en Jerusalén este, el sector de Jerusalén que reclaman los palestinos para su futuro Estado, provocando críticas internacionales.

31 OCT 2014 - 12:57

Israel reabrió hoy la Explanada de las Mezquitas, el sitio religioso más sagrado de Jerusalén, y desplegó a más de 1.000 agentes de seguridad, un día después de disturbios y enfrentamientos entre policías israelíes y manifestantes palestinos que agravaron las ya altas tensiones en la ciudad.

No se informó de enfrentamientos luego del final de las plegarias, al mediodía, aunque fuerzas de seguridad israelíes reprimieron con gases lacrimógenos a decenas de jóvenes palestinos que les tiraban piedras en el puesto de control de Qalandiya, cerca de la ciudad cisjordana de Ramallah, sede del gobierno palestino.

La Explanada de las Mezquitas ha sido un detonante de tensiones y hasta de violencia entre judíos y musulmanes durante décadas, en un reflejo de la naturaleza explosiva del componente religioso del conflicto entre israelíes y palestinos.

En 2000, una visita al sitio del entonces líder opositor Ariel Sharon, quien luego sería primer ministro, desató la última intifada (levantamiento) palestina contra la ocupación israelí.

Siguiendo con la práctica habitual, la policía israelí sólo permitió que hombres de más de 50 años accedieran al sitio para rezar en la Mezquita de Al Aqsa, la tercera más sagrada para los musulmanes.

La reapertura de la Explanada llegó un día después de que Israel decidiera cerrarla en un intento de reducir la tensión y evitar hechos de violencia como los desatados ayer luego de que policías israelíes mataran a un palestino sospechoso de haber intentado asesinar a un rabino de extrema derecha.

El rabino israelí-estadounidense Yehuda Glick recibió tres disparos el miércoles por la noche, pero fuentes médicas dijeron hoy que estaba mejorando en el hospital donde está internado.

Glick ha hecho campaña para que los judíos puedan acceder a la Explanada, una causa fervorosamente abrazada por ultranacionalistas judíos que se oponen a la prohibición israelí de poder rezar en el sitio.

El lugar es el más sagrado para el judaísmo, que sitúa allí el templo bíblico destruido por los romanos, y el tercero más venerado por los musulmanes, que dicen que su profeta Mahoma ascendió al cielo desde ahí.

El presidente palestino, Mahmud Abbas, calificó ayer el cierre de la Explanda como "una declaración" de guerra contra los palestinos y contra todo el mundo árabe y musulmán.

El primer ministro israelí, Ariel Sharon, acusó a Abbas de incitar a la violencia por haber pedido días atrás a los palestinos que defendieran Al Aksa.

Las tensiones están en aumento en Jerusalén desde junio pasado, cuando tres adolescentes israelíes fueron secuestrados y asesinados en Cisjordania, al parecer por milicianos palestinos. Extremistas israelíes respondieron secuestrando y matando a un adolescente palestino en Jerusalén este, lo que desató disturbios. Los secuestros dieron lugar a una cadena de eventos que llevó a la ofensiva de 50 días lanzada por Israel contra el movimiento islamista palestino Hamas en la Franja de Gaza, que dejó más de 2.100 palestinos muertos, en su mayoría civiles.

La semana pasada, un palestino chocó con su auto a un grupo de personas en Jerusalén y mató a una beba israelí-estadounidense de tres meses y de una ecuatoriana de 22 años.

Antes, un colono judío atropelló y mató con su auto a una nena palestina.

Elevando aún más las tensiones, Netanyahu ordenó esta semana construir otras 1.000 casas para judíos en Jerusalén este, el sector de Jerusalén que reclaman los palestinos para su futuro Estado, provocando críticas internacionales.


NOTICIAS RELACIONADAS