Una mujer aseguró en Puerto Madryn que su marido “murió por mala atención en el hospital”

La afligida vecina dijo que “mi marido tenía 35 años. Teníamos un hijo en común. No me dieron respuestas, sólo me dijeron que me fijara si quería iniciar acciones legales”. Afirmó que seguirá buscando justicia. Lo mandaron a su casa con un presunta contractura, que finalmente era una trombosis.

10 JUN 2015 - 21:38 | Actualizado

Por ser respetuoso, educado y no golpear puertas a pesar de la falta de respuestas. Esas son las razones que esgrimió Rafaela Caro en FM Tiempo 99.1 para encontrar respuestas ante la situación dolorosa que le toca vivir.

Su marido, de 35 años, falleció hace dos semanas en el Hospital Andrés Isola de Puerto Madryn. Rafaela denuncia mala praxis y abandono de persona. Denuncia que lo mandaron a la casa por un supuesto desgarro, y falleció producto de una trombosis que le generó una infección generalizada.

Contó lo que le sucedió “para que lo que le pasó a mi marido no le suceda a otra persona. Porque hoy fui yo, pero mañana puede ser cualquiera”, dijo por FM Tiempo.

Testimonio

Rafaela relató que su marido fue a la guardia del Hospital Andrés Isola – un día sábado – donde un doctor lo atendió. “Le dice que tiene una contractura muscular, porque el día anterior había trabajado en una empresa y cargado cosas pesadas y él sintió un tirón. No avisó a la empresa, porque hace más de un año que estaba buscando trabajo y era difícil la situación”, explicó agregando que “entonces le dijo que debido a ese trabajo era una contractura muscular. Le dio dos Diclofenac 75. Nada más, reposo, en casa, hacete unos masajes”, comentó.

Mucha fiebre

Así relató que su marido llegó a la casa, se acostó, se tomó una de las pastillas que le había dado el doctor, y al otro día se tomó la otra pastilla. “Yo volví el sábado de trabajar y él estaba con mucha fiebre, que no aguantaba más del dolor en la pierna. En la parte izquierda, en el aductor, cerca de la ingle. Lo lleve de nuevo al médico, por guardia otra vez, entre 18 y 19. Había mucha gente y lo atendieron cerca de las 22. Lo vio otro doctor, que dio un certificado médico para la empresa, y dice que es un desgarro importante en el aductor”, comentó Rafaela.

“Cuando le consulto por la fiebre, lo revisa, los pulmones, todo el cuerpo, y le dice son anginas, tenés un cuadro gripal. Y se sabe que son 3 o 4 días de fiebre intensa, por lo que lo medicó con un antigripal cada 12 horas y un Ibuprofeno 400 cada 8 horas”, remarcó señalando que el médico hizo mención a que se podía inflamar más la pierna, que pusieran hielo de ser así y levantara la pierna.

Luego de ver al médico, el diagnóstico con el que se fueron implicaba posibles plazos para rehabilitarse, por el desgarro, sumado a kinesiología y consulta con un especialista. Con ese panorama volvieron a su casa, pensando que era un desgarro y gripe.

Respiraba con dificultad

Rafaela comentó que “pasaron dos días, seguía empeorando. Llamó a la empresa a ver si le conseguían un médico de la ART, pero no llamaron. Y desgraciadamente el miércoles vuelvo al mediodía de trabajar y lo veo peor, la pierna tenía el doble o triple de inflamada y la fiebre seguía. Ya respiraba con dificultad. Ya por la noche, su dificultad aumentaba, pensé que era neumonía y llamo a la guardia como a las 23. Y me preguntan si era importante o no, y dije que no podía respirar casi, que no podía levantarlo, que era imposible. Así viene la ambulancia, con un doctor que resultó ser el que lo atendió primero. Yo me había quedado con mi hijo que dormía hasta poder ubicar a alguien que pudiera venir a mi casa”, remarcó la mujer aún con la incertidumbre vivida en esos momentos.

Situación delicada

A la media hora que lo trasladaron recibió un llamado donde daban cuenta de la delicada situación de su marido.

“Le estaban haciendo estudios porque tenía problemas respiratorios, en el hígado, en los riñones, en el corazón. Ya no le funcionaban bien sus órganos”, explicó. “El último mensaje que él puede mandarme, que logra mandarme es como a la 1 donde me pone “me internaron, estoy mal” y nada más”, dijo Rafaela, con gran dolor.

Rafaela llegó al hospital cuando lo ingresaron al quirófano. “Salió cerca de las 5 menos cuarto, se le drenó la pierna, donde tenía la infección. Y me dijeron que no tenía probabilidades de vida, porque supuestamente fue una trombosis que hizo el desastre que hizo”, explicó comentando que le dijeron “no te quedan muchas esperanzas, sólo esperar que esté bien, me dijeron. Y a las 8.30 horas me llamaron que estaba muy mal, y a las 9.20 ya estaba reconociendo su cuerpo”, dijo, reviviendo lo que pasó hace apenas dos semanas.

Sin respuestas

Para Rafaela la situación encuadra en abandono de persona y mala praxis. Nadie le pudo dar respuestas, ni contestó a sus dudas en ese momento, o antes “nadie decía nada, todos estaban mudos. Me dieron la espalda. Ese momento fue muy duro. Hoy todavía no sé de qué murió mi marido, pero se pudo haber evitado. Dieron otro diagnóstico, pero cuando fue con fiebre, podrían haber sabido”, remarcó.

“Si nos hubiesen hecho un estudio, una radiografía, algo, no nos escucharon. Nos preocupaba la fiebre, pero uno ignorante sobre la medicina, confía en los médicos. No era recién recibido. Mi marido tenía 35 años, tenemos un hijo en común. No me dieron respuestas, sólo me dijeron que me fijara si quería iniciar acciones legales, que me fijara yo”, dijo Rafaela afirmando que seguirá buscando Justicia a pesar de no tener la posibilidad de volver a ver a su marido.#

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10 JUN 2015 - 21:38

Por ser respetuoso, educado y no golpear puertas a pesar de la falta de respuestas. Esas son las razones que esgrimió Rafaela Caro en FM Tiempo 99.1 para encontrar respuestas ante la situación dolorosa que le toca vivir.

Su marido, de 35 años, falleció hace dos semanas en el Hospital Andrés Isola de Puerto Madryn. Rafaela denuncia mala praxis y abandono de persona. Denuncia que lo mandaron a la casa por un supuesto desgarro, y falleció producto de una trombosis que le generó una infección generalizada.

Contó lo que le sucedió “para que lo que le pasó a mi marido no le suceda a otra persona. Porque hoy fui yo, pero mañana puede ser cualquiera”, dijo por FM Tiempo.

Testimonio

Rafaela relató que su marido fue a la guardia del Hospital Andrés Isola – un día sábado – donde un doctor lo atendió. “Le dice que tiene una contractura muscular, porque el día anterior había trabajado en una empresa y cargado cosas pesadas y él sintió un tirón. No avisó a la empresa, porque hace más de un año que estaba buscando trabajo y era difícil la situación”, explicó agregando que “entonces le dijo que debido a ese trabajo era una contractura muscular. Le dio dos Diclofenac 75. Nada más, reposo, en casa, hacete unos masajes”, comentó.

Mucha fiebre

Así relató que su marido llegó a la casa, se acostó, se tomó una de las pastillas que le había dado el doctor, y al otro día se tomó la otra pastilla. “Yo volví el sábado de trabajar y él estaba con mucha fiebre, que no aguantaba más del dolor en la pierna. En la parte izquierda, en el aductor, cerca de la ingle. Lo lleve de nuevo al médico, por guardia otra vez, entre 18 y 19. Había mucha gente y lo atendieron cerca de las 22. Lo vio otro doctor, que dio un certificado médico para la empresa, y dice que es un desgarro importante en el aductor”, comentó Rafaela.

“Cuando le consulto por la fiebre, lo revisa, los pulmones, todo el cuerpo, y le dice son anginas, tenés un cuadro gripal. Y se sabe que son 3 o 4 días de fiebre intensa, por lo que lo medicó con un antigripal cada 12 horas y un Ibuprofeno 400 cada 8 horas”, remarcó señalando que el médico hizo mención a que se podía inflamar más la pierna, que pusieran hielo de ser así y levantara la pierna.

Luego de ver al médico, el diagnóstico con el que se fueron implicaba posibles plazos para rehabilitarse, por el desgarro, sumado a kinesiología y consulta con un especialista. Con ese panorama volvieron a su casa, pensando que era un desgarro y gripe.

Respiraba con dificultad

Rafaela comentó que “pasaron dos días, seguía empeorando. Llamó a la empresa a ver si le conseguían un médico de la ART, pero no llamaron. Y desgraciadamente el miércoles vuelvo al mediodía de trabajar y lo veo peor, la pierna tenía el doble o triple de inflamada y la fiebre seguía. Ya respiraba con dificultad. Ya por la noche, su dificultad aumentaba, pensé que era neumonía y llamo a la guardia como a las 23. Y me preguntan si era importante o no, y dije que no podía respirar casi, que no podía levantarlo, que era imposible. Así viene la ambulancia, con un doctor que resultó ser el que lo atendió primero. Yo me había quedado con mi hijo que dormía hasta poder ubicar a alguien que pudiera venir a mi casa”, remarcó la mujer aún con la incertidumbre vivida en esos momentos.

Situación delicada

A la media hora que lo trasladaron recibió un llamado donde daban cuenta de la delicada situación de su marido.

“Le estaban haciendo estudios porque tenía problemas respiratorios, en el hígado, en los riñones, en el corazón. Ya no le funcionaban bien sus órganos”, explicó. “El último mensaje que él puede mandarme, que logra mandarme es como a la 1 donde me pone “me internaron, estoy mal” y nada más”, dijo Rafaela, con gran dolor.

Rafaela llegó al hospital cuando lo ingresaron al quirófano. “Salió cerca de las 5 menos cuarto, se le drenó la pierna, donde tenía la infección. Y me dijeron que no tenía probabilidades de vida, porque supuestamente fue una trombosis que hizo el desastre que hizo”, explicó comentando que le dijeron “no te quedan muchas esperanzas, sólo esperar que esté bien, me dijeron. Y a las 8.30 horas me llamaron que estaba muy mal, y a las 9.20 ya estaba reconociendo su cuerpo”, dijo, reviviendo lo que pasó hace apenas dos semanas.

Sin respuestas

Para Rafaela la situación encuadra en abandono de persona y mala praxis. Nadie le pudo dar respuestas, ni contestó a sus dudas en ese momento, o antes “nadie decía nada, todos estaban mudos. Me dieron la espalda. Ese momento fue muy duro. Hoy todavía no sé de qué murió mi marido, pero se pudo haber evitado. Dieron otro diagnóstico, pero cuando fue con fiebre, podrían haber sabido”, remarcó.

“Si nos hubiesen hecho un estudio, una radiografía, algo, no nos escucharon. Nos preocupaba la fiebre, pero uno ignorante sobre la medicina, confía en los médicos. No era recién recibido. Mi marido tenía 35 años, tenemos un hijo en común. No me dieron respuestas, sólo me dijeron que me fijara si quería iniciar acciones legales, que me fijara yo”, dijo Rafaela afirmando que seguirá buscando Justicia a pesar de no tener la posibilidad de volver a ver a su marido.#


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