"Estoy entrando en la etapa más linda"

Javier Pastore cumplió 26 años el sábado y el cordobés siente que el buen momento deportivo que atraviesa no es un límite para lo que está por venir, ya que considera que recién está entrando "en la edad más linda de un futbolista".

24 JUN 2015 - 15:31 | Actualizado

Javier Pastore cumplió 26 años el pasado sábado 20, justo el día que Argentina alcanzó el primer puesto del Grupo B de la Copa América al vencer a Jamaica, pero más allá de ese hecho puntual, el cordobés siente que el buen momento deportivo que atraviesa no es un límite para lo que está por venir, ya que considera que recién está entrando "en la edad más linda de un futbolista".

"Estoy entrando en la edad más linda para un jugador y llevo ya seis años en Europa que me hicieron crecer muchísimo. Desde aquel pibe del Huracán de Ángel Cappa al que soy hoy en día, hubo dos clubes como Palermo y París Saint Germain (PSG) en el medio que me cambiaron mucho", confesó Pastore en una extensa entrevista con Télam desarrollada en el complejo Serena Suites, lugar de concentración que hoy abandonó el seleccionado argentino para trasladarse a Viña del Mar.

"Por eso sostengo que si ahora me toca estar en la selección y ser titular, se debe al buen rendimiento que vengo sosteniendo en el día a día. Pero esto viene acompañado también de un crecimiento personal, porque me tocó vivir en Italia y Francia, que son dos culturas diferentes en las que aprendés de todo y te vas haciendo un poco más hombre", remarcó.

El tono intimista de la charla fue y vino entre el Pastore persona y el "Flaco" futbolista, convergentes en algunos puntos, respaldándose entre sí, y equidistantes en otros. "Hace 20 días que fui padre por primera vez y eso es algo incomparable. Por eso lo entiendo a (Lionel) Messi cuando dice que es más lindo cambiarle los pañales a su hijo que gambetear a un rival".

Ahora es el turno del fútbol propiamente dicho, y entonces llama la atención descubrir como su capacidad de análisis se acerca más a la de un bisoño técnico en potencia, que a la de un jugador simplemente vinculado a las pretensiones organizativas de su entrenador de turno.

"Me siento tan cómodo jugando de enganche como si debo tirarme a un costado cuando (Gerardo) Martino para un 4-3-3. El triángulo del medio cambia según el rival, pero para mí es lo mismo. Lo que sí, siempre trato de buscar los espacios a espaldas de los volantes rivales", puntualizó.

"Lo que ocurre es que acá me toca jugar igual a como lo hago durante todo el año en PSG, y en eso le llevo ventaja al resto de mis compañeros. Pero después, el 'Tata' me da libertad para moverme por donde mejor me parezca y también que pueda terminar de delantero", describió.

Es flaco Pastore, y mucho más cuando se lo ve de cerca. Y muy alto también para su puesto (1,87) y su habilidad. Tiene apenas un centímetro menos que Ezequiel Garay y aventaja a Nicolás Otamendi y Martín Demichelis, los tres centrales que trajo Martino a Chile.

"Dentro de esa libertad que nos da el técnico a los de adelante, mi mejor socio es (Ángel) Di María, porque siempre te pide la pelota al espacio para terminar la jugada. En cambio con Messi es diferente, porque la viene a buscar mucho más al pie para tirar paredes", advirtió.

"Es que lo que a mi más me gusta es jugar con los extremos, juntarme con ellos para tocar y después darle el último pase al 9. Eso es lo que siempre hice y lo que más disfruto", apuntó.

Claro que no todo pasa por "la pelotita" al pie, sino que dentro de esa libertad que Martino les otorga "a los cuatro de arriba", algo con lo que insiste porque él se siente "el cuarto atacante" detrás de Messi, Di María y Sergio Agüero, también hay obligaciones que cumplir, como por ejemplo "la presión alta", un sello característico del "Tata" pre Barcelona.

"Los cuatro somos los primeros en hacerla y en ese aspecto mejoramos mucho en esta Copa América respecto de los amistosos anteriores. Y eso pasa porque ya se va viendo todo el trabajo que hacemos aquí durante la semana y los propios partidos", precisó.

"Y esto es algo que compete también a los volantes, porque son ellos los que después tienen que salir a presionar detrás nuestro", afirma Pastore, como para reafirmar lo descripto respecto de su "afiliación" a los delanteros, ya que a los mediocampistas insiste en ubicarlos como "ajenos" a su juego.

Se lo nota seguro y confiado a este ex jugador e hincha "fanático" de Talleres, de Córdoba, y asegura que eso se debe a que en lo futbolístico "esta temporada fue muy buena" para él.

"En PSG tuve la oportunidad de jugar casi 60 partidos en el año, algo que nunca me había pasado. Y eso es muchísimo", resaltó.

"Pero además me siento muy bien físicamente y volver a la selección fue un plus que me generó más confianza en mí mismo todavía. La verdad que hoy no le puedo pedir más a la vida. Me dio más de lo que había soñado cuando empecé a muy chiquito a jugar a la pelota", reconoció abriendo aún más grandes esos ojos que parecen por momentos querer salirse de esa cara que justifica por sí sola el apodo con que lo llamaban en su barrio de Córdoba capital: "Huesito".

Quien diría que ahora en París al "Flaco" Pastore lo llaman el 'II Fantasista'. "Y sí, el segundo, porque el primero todos se imaginarán quien es", aclaró con una sonrisa; aunque no hacía falta.

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24 JUN 2015 - 15:31

Javier Pastore cumplió 26 años el pasado sábado 20, justo el día que Argentina alcanzó el primer puesto del Grupo B de la Copa América al vencer a Jamaica, pero más allá de ese hecho puntual, el cordobés siente que el buen momento deportivo que atraviesa no es un límite para lo que está por venir, ya que considera que recién está entrando "en la edad más linda de un futbolista".

"Estoy entrando en la edad más linda para un jugador y llevo ya seis años en Europa que me hicieron crecer muchísimo. Desde aquel pibe del Huracán de Ángel Cappa al que soy hoy en día, hubo dos clubes como Palermo y París Saint Germain (PSG) en el medio que me cambiaron mucho", confesó Pastore en una extensa entrevista con Télam desarrollada en el complejo Serena Suites, lugar de concentración que hoy abandonó el seleccionado argentino para trasladarse a Viña del Mar.

"Por eso sostengo que si ahora me toca estar en la selección y ser titular, se debe al buen rendimiento que vengo sosteniendo en el día a día. Pero esto viene acompañado también de un crecimiento personal, porque me tocó vivir en Italia y Francia, que son dos culturas diferentes en las que aprendés de todo y te vas haciendo un poco más hombre", remarcó.

El tono intimista de la charla fue y vino entre el Pastore persona y el "Flaco" futbolista, convergentes en algunos puntos, respaldándose entre sí, y equidistantes en otros. "Hace 20 días que fui padre por primera vez y eso es algo incomparable. Por eso lo entiendo a (Lionel) Messi cuando dice que es más lindo cambiarle los pañales a su hijo que gambetear a un rival".

Ahora es el turno del fútbol propiamente dicho, y entonces llama la atención descubrir como su capacidad de análisis se acerca más a la de un bisoño técnico en potencia, que a la de un jugador simplemente vinculado a las pretensiones organizativas de su entrenador de turno.

"Me siento tan cómodo jugando de enganche como si debo tirarme a un costado cuando (Gerardo) Martino para un 4-3-3. El triángulo del medio cambia según el rival, pero para mí es lo mismo. Lo que sí, siempre trato de buscar los espacios a espaldas de los volantes rivales", puntualizó.

"Lo que ocurre es que acá me toca jugar igual a como lo hago durante todo el año en PSG, y en eso le llevo ventaja al resto de mis compañeros. Pero después, el 'Tata' me da libertad para moverme por donde mejor me parezca y también que pueda terminar de delantero", describió.

Es flaco Pastore, y mucho más cuando se lo ve de cerca. Y muy alto también para su puesto (1,87) y su habilidad. Tiene apenas un centímetro menos que Ezequiel Garay y aventaja a Nicolás Otamendi y Martín Demichelis, los tres centrales que trajo Martino a Chile.

"Dentro de esa libertad que nos da el técnico a los de adelante, mi mejor socio es (Ángel) Di María, porque siempre te pide la pelota al espacio para terminar la jugada. En cambio con Messi es diferente, porque la viene a buscar mucho más al pie para tirar paredes", advirtió.

"Es que lo que a mi más me gusta es jugar con los extremos, juntarme con ellos para tocar y después darle el último pase al 9. Eso es lo que siempre hice y lo que más disfruto", apuntó.

Claro que no todo pasa por "la pelotita" al pie, sino que dentro de esa libertad que Martino les otorga "a los cuatro de arriba", algo con lo que insiste porque él se siente "el cuarto atacante" detrás de Messi, Di María y Sergio Agüero, también hay obligaciones que cumplir, como por ejemplo "la presión alta", un sello característico del "Tata" pre Barcelona.

"Los cuatro somos los primeros en hacerla y en ese aspecto mejoramos mucho en esta Copa América respecto de los amistosos anteriores. Y eso pasa porque ya se va viendo todo el trabajo que hacemos aquí durante la semana y los propios partidos", precisó.

"Y esto es algo que compete también a los volantes, porque son ellos los que después tienen que salir a presionar detrás nuestro", afirma Pastore, como para reafirmar lo descripto respecto de su "afiliación" a los delanteros, ya que a los mediocampistas insiste en ubicarlos como "ajenos" a su juego.

Se lo nota seguro y confiado a este ex jugador e hincha "fanático" de Talleres, de Córdoba, y asegura que eso se debe a que en lo futbolístico "esta temporada fue muy buena" para él.

"En PSG tuve la oportunidad de jugar casi 60 partidos en el año, algo que nunca me había pasado. Y eso es muchísimo", resaltó.

"Pero además me siento muy bien físicamente y volver a la selección fue un plus que me generó más confianza en mí mismo todavía. La verdad que hoy no le puedo pedir más a la vida. Me dio más de lo que había soñado cuando empecé a muy chiquito a jugar a la pelota", reconoció abriendo aún más grandes esos ojos que parecen por momentos querer salirse de esa cara que justifica por sí sola el apodo con que lo llamaban en su barrio de Córdoba capital: "Huesito".

Quien diría que ahora en París al "Flaco" Pastore lo llaman el 'II Fantasista'. "Y sí, el segundo, porque el primero todos se imaginarán quien es", aclaró con una sonrisa; aunque no hacía falta.


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