Cómo manejar el enojo

Autoconocimiento y superación.

02 SEP 2017 - 20:22 | Actualizado

Por Bernardo  Stamateas  /  Doctor en Psicología

Enojarse es normal, no es ni bueno ni malo. Todos experimentamos enojo alguna vez porque se trata de una energía contenida que se expresa cuando aparece una frustración.
Por ejemplo, si te enoja que alguien te deje plantado sin avisarte, tendrás que decidir qué hacer con eso que sentís. Podés insultar a la persona que te plantó, ignorar lo que hizo o hablar calmadamente con ella de la molestia que te causó su accionar.
Enojos y rabias

¿Cuándo el enojo es sano? Cuando aparece y desaparece, es decir, cuando pasa y se va.
Pero mucha gente, que es incapaz de expresar lo que siente, guarda bronca tras bronca, soporta maltratos y, sin darse cuenta, activa en su cuerpo grandes dosis de adrenalina que pueden transformarse literalmente en veneno.
¿Qué le sucede a la persona que guarda rabia en su corazón? Por lo general, se niega a reconocerlo y siempre espera que quien la ofendió o la lastimó venga a pedirle perdón. Pero cuando los enojos acumulados son muchos y se sostienen en el tiempo, cualquier comentario o acción mínima puede convertirse en un disparador que la haga explotar de repente.
Detrás de esta manera de reaccionar suele esconderse alguien inseguro, con baja autoestima, quien a través de su comportamiento intenta demostrar que tiene el control de la situación. Lo que ocurre es que no sabe (o no puede) ponerlo en palabras y lo actúa con una reacción desbordada que, casi siempre, sorprende a todos.
Aquel que tiene explosiones de furia incontrolables, en el fondo, es una persona herida, con mucha ira y mucho dolor reprimidos que no está dispuesto a admitir.
El poder de crear vida está en las palabras. Pero cuando las palabras que hablamos se conectan con las broncas no resueltas, no vamos a construir sino a destruir.
Por eso, es fundamental no evitar el enojo, sino canalizar esta emoción de modo inteligente. Comparto algunos consejos prácticos a la hora de manejar el enojo:
-Cuando nos enojamos, tomemos un tiempo para preguntarnos por qué nos sentimos así y si vale la pena.
-Elijamos siempre hablar en calma y en positivo. Por ejemplo, si nos molesta que alguien escuche la televisión o la radio mientras intentamos leer, digamos: “Necesito que bajes el volumen”. Lo ideal es nunca atacar al otro porque tal actitud cierra toda posibilidad de diálogo.
-Cuando veamos a alguien enojado, nunca le pidamos que se calme. Eso casi siempre hace que se ponga peor. A veces, incluso, conviene mantenerse lejos hasta que el otro se calme.
-Toda vez que nos encontremos en medio de un entredicho con alguien, antes de responder, procuremos obtener más información sin apresurarnos a interpretar al otro.
Muchas personas agreden porque quieren que los demás sean como ellos, pero no deberíamos permitir que nadie decida cómo vamos a sentirnos y a actuar.
Para evitar explotar, lo ideal es enfocarnos en el lugar correcto. Si nos enfocamos en la gente, el resultado será tensión; en cambio, si nos enfocamos en la solución, tendremos expansión. ¿Qué vas a elegir?.
Si tenés alguna inquietud, podés escribirme a: bernardoresponde@gmail.com.#

02 SEP 2017 - 20:22

Por Bernardo  Stamateas  /  Doctor en Psicología

Enojarse es normal, no es ni bueno ni malo. Todos experimentamos enojo alguna vez porque se trata de una energía contenida que se expresa cuando aparece una frustración.
Por ejemplo, si te enoja que alguien te deje plantado sin avisarte, tendrás que decidir qué hacer con eso que sentís. Podés insultar a la persona que te plantó, ignorar lo que hizo o hablar calmadamente con ella de la molestia que te causó su accionar.
Enojos y rabias

¿Cuándo el enojo es sano? Cuando aparece y desaparece, es decir, cuando pasa y se va.
Pero mucha gente, que es incapaz de expresar lo que siente, guarda bronca tras bronca, soporta maltratos y, sin darse cuenta, activa en su cuerpo grandes dosis de adrenalina que pueden transformarse literalmente en veneno.
¿Qué le sucede a la persona que guarda rabia en su corazón? Por lo general, se niega a reconocerlo y siempre espera que quien la ofendió o la lastimó venga a pedirle perdón. Pero cuando los enojos acumulados son muchos y se sostienen en el tiempo, cualquier comentario o acción mínima puede convertirse en un disparador que la haga explotar de repente.
Detrás de esta manera de reaccionar suele esconderse alguien inseguro, con baja autoestima, quien a través de su comportamiento intenta demostrar que tiene el control de la situación. Lo que ocurre es que no sabe (o no puede) ponerlo en palabras y lo actúa con una reacción desbordada que, casi siempre, sorprende a todos.
Aquel que tiene explosiones de furia incontrolables, en el fondo, es una persona herida, con mucha ira y mucho dolor reprimidos que no está dispuesto a admitir.
El poder de crear vida está en las palabras. Pero cuando las palabras que hablamos se conectan con las broncas no resueltas, no vamos a construir sino a destruir.
Por eso, es fundamental no evitar el enojo, sino canalizar esta emoción de modo inteligente. Comparto algunos consejos prácticos a la hora de manejar el enojo:
-Cuando nos enojamos, tomemos un tiempo para preguntarnos por qué nos sentimos así y si vale la pena.
-Elijamos siempre hablar en calma y en positivo. Por ejemplo, si nos molesta que alguien escuche la televisión o la radio mientras intentamos leer, digamos: “Necesito que bajes el volumen”. Lo ideal es nunca atacar al otro porque tal actitud cierra toda posibilidad de diálogo.
-Cuando veamos a alguien enojado, nunca le pidamos que se calme. Eso casi siempre hace que se ponga peor. A veces, incluso, conviene mantenerse lejos hasta que el otro se calme.
-Toda vez que nos encontremos en medio de un entredicho con alguien, antes de responder, procuremos obtener más información sin apresurarnos a interpretar al otro.
Muchas personas agreden porque quieren que los demás sean como ellos, pero no deberíamos permitir que nadie decida cómo vamos a sentirnos y a actuar.
Para evitar explotar, lo ideal es enfocarnos en el lugar correcto. Si nos enfocamos en la gente, el resultado será tensión; en cambio, si nos enfocamos en la solución, tendremos expansión. ¿Qué vas a elegir?.
Si tenés alguna inquietud, podés escribirme a: bernardoresponde@gmail.com.#


NOTICIAS RELACIONADAS
MAGAZINE
¿Cómo te ves a vos mismo?
24 JUN 2017 - 21:31
MAGAZINE
Cómo ser un poco más feliz
22 ABR 2017 - 22:09