Editorial / La deuda social que alguien debe pagar

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23 MAR 2019 - 21:07 | Actualizado

Uno de cada cuatro jóvenes de la zona del Valle que está en condiciones de trabajar está desempleado. Así lo asegura el último informe sobre el mercado laboral que divulgó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC)

Si se confirma la sospecha de que también el Gobierno de Cambiemos empezó a meter mano en las estadísticas en un año electoral en el que se juega su futuro, esta cifra que hoy supera el 25% de desocupación entre los jóvenes de Trelew y Rawson (cabeceras de la zona del Valle) podría ser mucho peor.

El informe del INDEC marca la clara diferencia entre los dos aglomerados urbanos más poblados de Chubut. En Comodoro Rivadavia, por ejemplo, sólo el 8% de las mujeres jóvenes está sin trabajo. Y apenas el 2,5% entre los varones. Es decir, dentro de una misma provincia se vive un contraste preocupante y doloroso, que a dos semanas de las PASO no ha ocupado (por ahora) la agenda de los principales candidatos a quedarse con la poltrona más importante de Fontana 50.

No es la primera vez que desde esta Columna se alerta sobre la grave crisis social que afecta al Valle. El problema es que las respuestas a estos reclamos se demoran. El Gobierno nacional, el máximo responsable de este descalabro, no ha bajado una sola medida para atender de manera específica esta debilidad que expone una de las zonas que durante muchos años fue sostén y ejemplo para toda la actividad económica patagónica.

A estas alarmantes cifras del desempleo joven, hay que agregarles otras que también divulgó el INDEC el jueves y que explican en parte por qué la salida será mucho más compleja de lo que se estima, y que la recreación del empleo sólo será un punto de partida: el 20% de las personas en condiciones de trabajar en el Valle tiene la escuela secundaria incompleta (18% en Comodoro) y sólo el 20% de los trabajadores tiene un estudio terciario o universitario completo, la tasa más baja de toda la región patagónica.

Por si fuera poco, Trelew y Rawson exponen la cifra más alta de empleo en negro de la Patagonia: 28,6%.

De mal en peor

Que ni siquiera el INDEC pueda ocultar la desastrosa gestión de Mauricio Macri, sobre todo en el tema inflación y desempleo, es una muestra de que la situación general del país es pésima.

Según el INDEC, la desocupación urbana promedia el 9,1% de la población económicamente activa (PEA) del país, lo cual representa un aumento de casi dos puntos con respecto al 7,2% registrado en el mismo período del año anterior. Esto significa que 1.185.000 personas se encuentran desempleadas y en busca de trabajo, de un total de casi 13 millones que representan la PEA en los núcleos urbanos de todo el país.

A lo largo de 2018, unas 260 mil personas se convirtieron en desocupados, y según los especialistas si se proyecta al total de la población laboral, la cantidad de desempleados nuevos sería del orden de los 400 mil.

Un informe del Instituto Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP) indica que “si bien esta tasa de desempleo no es la más alta de la serie publicada por el actual gobierno, está entre las más importantes de los últimos diez años, similar al nivel verificado en 2009, por los efectos de la crisis financiera internacional”.

También analiza la actual estructura del mercado de trabajo de acuerdo a la categoría ocupacional de las personas: el IPyPP concluye que del total de ocupados, el 74,5% son asalariados; el 21,1% trabajadores por cuenta propia; 3,9% son patrones; y 0,4% trabajadores familiares sin remuneración.

De los asalariados, aproximadamente dos tercios (64,7%) son trabajadores registrados, y el tercio restante (35,3%), no registrados. Su evolución en el último año (del cuarto trimestre de 2017 al mismo período de 2018) mostraría que, mientras se perdieron más de 230 mil empleos registrados y aproximadamente 37 mil de cuentapropistas, aumentó en más de 83 mil la cantidad de los no registrados y en 47.800 la de patrones.

“Surge con claridad que el 2018 es un año de profundización del ajuste y la desindustrialización; el sector público y el industrial son los protagonistas principales del crecimiento de la desocupación”, concluye de manera lapidaria el informe.

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23 MAR 2019 - 21:07

Uno de cada cuatro jóvenes de la zona del Valle que está en condiciones de trabajar está desempleado. Así lo asegura el último informe sobre el mercado laboral que divulgó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC)

Si se confirma la sospecha de que también el Gobierno de Cambiemos empezó a meter mano en las estadísticas en un año electoral en el que se juega su futuro, esta cifra que hoy supera el 25% de desocupación entre los jóvenes de Trelew y Rawson (cabeceras de la zona del Valle) podría ser mucho peor.

El informe del INDEC marca la clara diferencia entre los dos aglomerados urbanos más poblados de Chubut. En Comodoro Rivadavia, por ejemplo, sólo el 8% de las mujeres jóvenes está sin trabajo. Y apenas el 2,5% entre los varones. Es decir, dentro de una misma provincia se vive un contraste preocupante y doloroso, que a dos semanas de las PASO no ha ocupado (por ahora) la agenda de los principales candidatos a quedarse con la poltrona más importante de Fontana 50.

No es la primera vez que desde esta Columna se alerta sobre la grave crisis social que afecta al Valle. El problema es que las respuestas a estos reclamos se demoran. El Gobierno nacional, el máximo responsable de este descalabro, no ha bajado una sola medida para atender de manera específica esta debilidad que expone una de las zonas que durante muchos años fue sostén y ejemplo para toda la actividad económica patagónica.

A estas alarmantes cifras del desempleo joven, hay que agregarles otras que también divulgó el INDEC el jueves y que explican en parte por qué la salida será mucho más compleja de lo que se estima, y que la recreación del empleo sólo será un punto de partida: el 20% de las personas en condiciones de trabajar en el Valle tiene la escuela secundaria incompleta (18% en Comodoro) y sólo el 20% de los trabajadores tiene un estudio terciario o universitario completo, la tasa más baja de toda la región patagónica.

Por si fuera poco, Trelew y Rawson exponen la cifra más alta de empleo en negro de la Patagonia: 28,6%.

De mal en peor

Que ni siquiera el INDEC pueda ocultar la desastrosa gestión de Mauricio Macri, sobre todo en el tema inflación y desempleo, es una muestra de que la situación general del país es pésima.

Según el INDEC, la desocupación urbana promedia el 9,1% de la población económicamente activa (PEA) del país, lo cual representa un aumento de casi dos puntos con respecto al 7,2% registrado en el mismo período del año anterior. Esto significa que 1.185.000 personas se encuentran desempleadas y en busca de trabajo, de un total de casi 13 millones que representan la PEA en los núcleos urbanos de todo el país.

A lo largo de 2018, unas 260 mil personas se convirtieron en desocupados, y según los especialistas si se proyecta al total de la población laboral, la cantidad de desempleados nuevos sería del orden de los 400 mil.

Un informe del Instituto Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP) indica que “si bien esta tasa de desempleo no es la más alta de la serie publicada por el actual gobierno, está entre las más importantes de los últimos diez años, similar al nivel verificado en 2009, por los efectos de la crisis financiera internacional”.

También analiza la actual estructura del mercado de trabajo de acuerdo a la categoría ocupacional de las personas: el IPyPP concluye que del total de ocupados, el 74,5% son asalariados; el 21,1% trabajadores por cuenta propia; 3,9% son patrones; y 0,4% trabajadores familiares sin remuneración.

De los asalariados, aproximadamente dos tercios (64,7%) son trabajadores registrados, y el tercio restante (35,3%), no registrados. Su evolución en el último año (del cuarto trimestre de 2017 al mismo período de 2018) mostraría que, mientras se perdieron más de 230 mil empleos registrados y aproximadamente 37 mil de cuentapropistas, aumentó en más de 83 mil la cantidad de los no registrados y en 47.800 la de patrones.

“Surge con claridad que el 2018 es un año de profundización del ajuste y la desindustrialización; el sector público y el industrial son los protagonistas principales del crecimiento de la desocupación”, concluye de manera lapidaria el informe.


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