Editorial / Ante el ninguneo, el silencio no es opción

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Chubut es por excelencia una provincia de energías renovables, pero quedó al margen del Clúster.
22 ENE 2022 - 21:21 | Actualizado

Sea por diferencia de prioridades, desatención o falta de decisión política, nadie del Gobierno provincial alzó la voz luego de que el Gobierno nacional dejara afuera a Chubut de un Clúster de Energías Renovables anunciado desde San Juan con la participación de seis provincias y de empresas del sector privado.

El sayo les queda mejor a unos que otros. Es que hay dos áreas centrales: el Ministerio de Infraestructura, Planeamiento y Servicios Públicos, que conduce Gustavo Aguilera, y el de Agricultura, Ganadería, Industria y Comercio, a cargo de Leandro Cavaco. Ellos son el radar que debe estar atento a las decisiones de Casa Rosada en energía y desarrollo, y anticiparse a los escenarios. Su trabajo es asesorar al gobernador Mariano Arcioni, gestionar para que la provincia no sea ninguneada y planificar cómo hará Chubut para ser parte del esquema que viene. El propio Arcioni dijo esta semana desde Camarones: “No puede ser que Chubut produzca 12 veces más energía de la que usa y haya pueblos con generación aislada y cortes del servicio”.

No es que caprichosamente nuestra provincia debiera decir algo sino que su propia dirigencia instaló el discurso –razonable, por cierto- acerca de la urgencia de debatir un cambio en la matriz productiva que al menos complemente la producción hidrocarburífera. Si es la intención a largo plazo, que nuestro distrito quede afuera de un movimiento multiprovincial es al menos un desaire. Es jugadora líder nacional en el mercado de la energía eólica y pionera en este desarrollo. No cabe no involucrarla.

Que Chubut, que viene discutiendo hace tiempo la importancia de transformar su matriz productiva, no haya participado de la construcción ni de la concreción de un espacio así, dada su realidad en cuanto a potencia instalada e inversiones privadas en renovables, es una ausencia para mirar con atención.

El dato se refuerza cuando se observa la potencialidad provincial en el marco de la proyección de las energías renovables, particularmente la energía eólica, en la matriz energética nacional. De acuerdo a datos oficiales de la Secretaría de la Nación, de 2019 a 2013 se prevé un salto en el cual la energía renovable pasa de un 6% a un 21% de la matriz. Y de ese 21%, la energía eólica significa casi el 70% de esa generación renovable.

El Clúster Renovable es parte de un plan de acción a mediano plazo del Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación dentro de una de sus líneas estratégicas denominadas Plan de Desarrollo Productivo Verde, dentro de la cual figura también la Promoción del Hidrógeno Verde y la Movilidad Sustentable como elementos vinculados directamente al sector energético.

Es un error estratégico de la provincia no formar parte del Clúster ni estar discutiendo el rol que ocupará Chubut en este nuevo escenario energético y de cadena de valor vinculada al viento, uno de los activos estratégicos y ecosistémicos exclusivos de la provincia y de la región. No se puede poner en escena este tema sólo cuando surgen datos de color, como el “Impuesto al viento”.

Ismael Retuerto, exministro de Economía reconvertido en referente del sector, le dijo a Jornada que “no se dimensiona la importancia de ser la primera provincia eólica en cuanto a la calidad del recurso en toda la geografía. Chubut debe hacerse cargo de no tener en la cuestión eólica la inserción dirigencial, empresaria, universitaria y técnica acorde a lo que la energía puede generar”. Y aportó un dato central: “Hace poco, cuando hubo cortes de energía y faltaban mil megavatios en el país, la eólica aportó tres mil. Si no, hubieran faltado cuatro mil en el país. De ahí la importancia de esta energía”.

Retuerto le pidió a la dirigencia “mayor reconocimiento a los proyectos eólicos y las empresas privadas estamos dispuestas a colaborar”.

El ingeniero explicó que “se pierde por muchas razones y no sólo por no integrar este clúster. Chubut podría reincorporarse pero se debe tener comprensión de la importancia. Viene un desafío muy grande. Hay que pensar a futuro con otra visión incluyendo desarrollo del hidrógeno”.

“Hay que trabajar para potenciar nuestro recurso con infraestructura, con una Estación Transformadora, con contratos a término y favorables y haciendo que las empresas petroleras compren energía renovable. Hay que generar proyectos y se necesita financiamiento porque todavía es algo nuevo”, finalizó. Todo un cuadro de situación.

Hace tiempo ya que sectores vinculados a la energía, particularmente el Sindicato Regional de Luz y Fuerza de la Patagonia, vienen planteando el desarrollo energético como alternativa plausible para un refresh de la matriz productiva. Y especialmente la generación de las renovables. No sólo desde la expectativa de inversiones privadas, las cuales dejan un aporte insignificante en la provincia, sino y especialmente la necesidad de participar activamente en ese sector, tanto en la generación como en la cadena de valor asociada a los equipos necesarios para la actividad. La actividad necesita servicios e infraestructura para terminar de desperezarse y allí debe intervenir Chubut. Eso mismo que prometía la minería, pero que luego del fracaso de la Zonificación parece que deberá aguardar su turno mucho tiempo.

Nuestra provincia posee organismos, profesionales, vínculos, capacidades y experiencia. Chubut está a tiempo de elegir integrarse a un esquema de desarrollo industrial vinculado a este sector estratégico. Es urgente y estratégico que la provincia trascienda el nivel de depositario de recursos que aprovechan otros mientras somos un espectador pasivo de la depredación permanente. El silencio no es opción cuando Chubut queda afuera. Los primeros que deben entenderlo son sus funcionarios.#

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Chubut es por excelencia una provincia de energías renovables, pero quedó al margen del Clúster.
22 ENE 2022 - 21:21

Sea por diferencia de prioridades, desatención o falta de decisión política, nadie del Gobierno provincial alzó la voz luego de que el Gobierno nacional dejara afuera a Chubut de un Clúster de Energías Renovables anunciado desde San Juan con la participación de seis provincias y de empresas del sector privado.

El sayo les queda mejor a unos que otros. Es que hay dos áreas centrales: el Ministerio de Infraestructura, Planeamiento y Servicios Públicos, que conduce Gustavo Aguilera, y el de Agricultura, Ganadería, Industria y Comercio, a cargo de Leandro Cavaco. Ellos son el radar que debe estar atento a las decisiones de Casa Rosada en energía y desarrollo, y anticiparse a los escenarios. Su trabajo es asesorar al gobernador Mariano Arcioni, gestionar para que la provincia no sea ninguneada y planificar cómo hará Chubut para ser parte del esquema que viene. El propio Arcioni dijo esta semana desde Camarones: “No puede ser que Chubut produzca 12 veces más energía de la que usa y haya pueblos con generación aislada y cortes del servicio”.

No es que caprichosamente nuestra provincia debiera decir algo sino que su propia dirigencia instaló el discurso –razonable, por cierto- acerca de la urgencia de debatir un cambio en la matriz productiva que al menos complemente la producción hidrocarburífera. Si es la intención a largo plazo, que nuestro distrito quede afuera de un movimiento multiprovincial es al menos un desaire. Es jugadora líder nacional en el mercado de la energía eólica y pionera en este desarrollo. No cabe no involucrarla.

Que Chubut, que viene discutiendo hace tiempo la importancia de transformar su matriz productiva, no haya participado de la construcción ni de la concreción de un espacio así, dada su realidad en cuanto a potencia instalada e inversiones privadas en renovables, es una ausencia para mirar con atención.

El dato se refuerza cuando se observa la potencialidad provincial en el marco de la proyección de las energías renovables, particularmente la energía eólica, en la matriz energética nacional. De acuerdo a datos oficiales de la Secretaría de la Nación, de 2019 a 2013 se prevé un salto en el cual la energía renovable pasa de un 6% a un 21% de la matriz. Y de ese 21%, la energía eólica significa casi el 70% de esa generación renovable.

El Clúster Renovable es parte de un plan de acción a mediano plazo del Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación dentro de una de sus líneas estratégicas denominadas Plan de Desarrollo Productivo Verde, dentro de la cual figura también la Promoción del Hidrógeno Verde y la Movilidad Sustentable como elementos vinculados directamente al sector energético.

Es un error estratégico de la provincia no formar parte del Clúster ni estar discutiendo el rol que ocupará Chubut en este nuevo escenario energético y de cadena de valor vinculada al viento, uno de los activos estratégicos y ecosistémicos exclusivos de la provincia y de la región. No se puede poner en escena este tema sólo cuando surgen datos de color, como el “Impuesto al viento”.

Ismael Retuerto, exministro de Economía reconvertido en referente del sector, le dijo a Jornada que “no se dimensiona la importancia de ser la primera provincia eólica en cuanto a la calidad del recurso en toda la geografía. Chubut debe hacerse cargo de no tener en la cuestión eólica la inserción dirigencial, empresaria, universitaria y técnica acorde a lo que la energía puede generar”. Y aportó un dato central: “Hace poco, cuando hubo cortes de energía y faltaban mil megavatios en el país, la eólica aportó tres mil. Si no, hubieran faltado cuatro mil en el país. De ahí la importancia de esta energía”.

Retuerto le pidió a la dirigencia “mayor reconocimiento a los proyectos eólicos y las empresas privadas estamos dispuestas a colaborar”.

El ingeniero explicó que “se pierde por muchas razones y no sólo por no integrar este clúster. Chubut podría reincorporarse pero se debe tener comprensión de la importancia. Viene un desafío muy grande. Hay que pensar a futuro con otra visión incluyendo desarrollo del hidrógeno”.

“Hay que trabajar para potenciar nuestro recurso con infraestructura, con una Estación Transformadora, con contratos a término y favorables y haciendo que las empresas petroleras compren energía renovable. Hay que generar proyectos y se necesita financiamiento porque todavía es algo nuevo”, finalizó. Todo un cuadro de situación.

Hace tiempo ya que sectores vinculados a la energía, particularmente el Sindicato Regional de Luz y Fuerza de la Patagonia, vienen planteando el desarrollo energético como alternativa plausible para un refresh de la matriz productiva. Y especialmente la generación de las renovables. No sólo desde la expectativa de inversiones privadas, las cuales dejan un aporte insignificante en la provincia, sino y especialmente la necesidad de participar activamente en ese sector, tanto en la generación como en la cadena de valor asociada a los equipos necesarios para la actividad. La actividad necesita servicios e infraestructura para terminar de desperezarse y allí debe intervenir Chubut. Eso mismo que prometía la minería, pero que luego del fracaso de la Zonificación parece que deberá aguardar su turno mucho tiempo.

Nuestra provincia posee organismos, profesionales, vínculos, capacidades y experiencia. Chubut está a tiempo de elegir integrarse a un esquema de desarrollo industrial vinculado a este sector estratégico. Es urgente y estratégico que la provincia trascienda el nivel de depositario de recursos que aprovechan otros mientras somos un espectador pasivo de la depredación permanente. El silencio no es opción cuando Chubut queda afuera. Los primeros que deben entenderlo son sus funcionarios.#


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