El cierre del Correo Argentino en Corcovado que ordenó el gobierno de Javier Milei, se convirtió en un foco de resistencia para los vecinos, que encabezaron una resistencia pacífica y no piensan deponer su actitud hasta tanto reincorporen al único empleado despedido.
Este martes a la mañana los autoconvocados evitaron, por segundo día consecutivo, que las autoridades del Correo Argentino, que llegaron de Bariloche, ingresaran a las oficinas para desmantelar la sucursal.
El lunes pasado, en las primeras horas de la tarde, el jefe zonal, que llegó en un auto del Correo, se encontrócon la resistencia del pueblo, que salió a respaldar a Javier Villoldo, el despedido.
Este martes las autoridades hicieron un nuevo intento por vaciar el lugar, pero los pobladores, que están en alerta y movilización, llegaron primero e hicieron un abrazo simbólico a la sucursal para expresar su rechazo a la decisión del gobierno de Javier Milei.
Mientras esto sucedía, Javier Villoldo se encontraba en Esquel junto con el otro despedido, José Hughes, de Trevelin, solicitando ambos su reincorporación.
De acá en más no se sabe cómo seguirá esta historia, puesto que los vecinos están dispuestos quedarse en el lugar hasta tanto reviertan la decisión de cerrar la sucursal.
El pasado lunes, en medio de las tensiones, las autoridades zonales labraron un acta e hicieron la denuncia correspondiente en la comisaría.
El cierre del Correo Argentino en Corcovado que ordenó el gobierno de Javier Milei, se convirtió en un foco de resistencia para los vecinos, que encabezaron una resistencia pacífica y no piensan deponer su actitud hasta tanto reincorporen al único empleado despedido.
Este martes a la mañana los autoconvocados evitaron, por segundo día consecutivo, que las autoridades del Correo Argentino, que llegaron de Bariloche, ingresaran a las oficinas para desmantelar la sucursal.
El lunes pasado, en las primeras horas de la tarde, el jefe zonal, que llegó en un auto del Correo, se encontrócon la resistencia del pueblo, que salió a respaldar a Javier Villoldo, el despedido.
Este martes las autoridades hicieron un nuevo intento por vaciar el lugar, pero los pobladores, que están en alerta y movilización, llegaron primero e hicieron un abrazo simbólico a la sucursal para expresar su rechazo a la decisión del gobierno de Javier Milei.
Mientras esto sucedía, Javier Villoldo se encontraba en Esquel junto con el otro despedido, José Hughes, de Trevelin, solicitando ambos su reincorporación.
De acá en más no se sabe cómo seguirá esta historia, puesto que los vecinos están dispuestos quedarse en el lugar hasta tanto reviertan la decisión de cerrar la sucursal.
El pasado lunes, en medio de las tensiones, las autoridades zonales labraron un acta e hicieron la denuncia correspondiente en la comisaría.