Fuentes judiciales informaron a Télam que la mujer, identificada como María de los Angeles Mariño (42), sostuvo que el tiro se le escapó "por impericia en el uso del arma" y que no fue su intención lastimar a nadie.
También señaló que inicialmente había dado otra versión de los hechos a la Policía porque estaba "muy asustada" debido a la situación que le tocó atravesar.
Tras la declaración, la fiscal Alejandra Rodríguez, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) descentralizada de Luján, dispuso que la imputada continúe en libertad, aunque sigue acusada de "lesiones graves culposas".
Por su parte, Juan Carlos Moisés (60), padre del joven baleado, dijo a la prensa que "ella disparó desde la ventana para asustar a los delincuentes, al piso, y se le escapó un segundo disparo que sale a media altura, traspasa el cartero (portero eléctrico y buzón) y le pega" en la cabeza.
El hombre aclaró que "ella en ningún momento quiso tirarle a nadie, ni siquiera a los delincuentes, sólo se le escapó el disparo".
"El arma es muy pesada. Fue un accidente y eso quedo muy claro para la fiscal. Hoy solo viene a seguir con el trámite legal", señaló antes de acompañar a su esposa a declarar.
En tanto, la víctima, identificada como Juan Carlos Moisés (23), permanecía internada esta tarde en grave estado en la clínica Güemes de Luján, aunque "estable".
El hecho comenzó cerca de las 16 del miércoles, cuando alrededor de cuatro delincuentes armados llegaron en un auto hasta un campo a la altura del kilómetro 16,500 de la ruta provincial 192, en la localidad de Parada de Roble, partido de Exaltación de la Cruz.
Allí, sorprendieron a Moisés, que se dedica al préstamo de dinero, y a su hijo Juan Carlos, a quienes amenazaron con armas.
Una vez que inmovilizaron a sus víctimas, uno de los delincuentes se quedó allí con el dueño del campo y los otros tres se llevaron cautivo al hijo en la camioneta Toyota S 10 de su padre hasta su casa en Capitán Hernández al 500, en la localidad de Torres, en el partido de Luján.
Mientras se hallaban en la puerta de la casa forzando la cerradura de la reja de entrada, desde adentro se efectuó un disparo que atravesó el portero eléctrico y buzón e impactó en la cabeza del hijo del dueño, quien cayó malherido al piso.
Al ver lo ocurrido, los delincuentes huyeron de contramano con la camioneta, la cual apareció abandonada horas más tarde sobre la ruta 192 en la zona de Zárate.
En tanto, el otro delincuente que mantenía maniatado y amenazado al dueño del campo, escapó también del lugar, por lo que el hombre se desató y regresó a su casa con la ayuda de otro vecino.
De inmediato, la Policía recibió una llamada de la madrastra del joven herido que se hallaba adentro de su casa, quien dijo que había escuchado un tiro y visto a su hijastro caído en la vereda.
Al llegar al lugar, los efectivos trasladaron de inmediato al joven al hospital de Luján con un orificio de entrada de bala en la cabeza y tras las primeras atenciones, fue derivado a la Clínica Guemes.
La mujer le dijo a los policías que no vio de dónde había partido el disparo y agregó que no sabía dónde se hallaba su marido.
Sin embargo, con el paso de las horas y abrumada por las evidencias en su contra, la mujer le reconoció a los investigadores haber sido la autora del disparo que provocó la herida a su hijastro.
Es que dentro de la vivienda los policías secuestraron una pistola Glock calibre .45 que la mujer había ocultado y, se cree, es la que disparó el proyectil que hirió a la víctima.
Por su parte, los peritos establecieron que el trayecto del disparo que atravesó el portero eléctrico e impactó en la cabeza del joven fue de adentro hacia afuera de la vivienda.
Finalmente, los pesquisas hallaron una cámara de seguridad de una casa lindera en la cual se observa toda la secuencia del hecho, desde la llegada de los captores con su víctima hasta el disparo efectuado desde una ventana de la casa, por donde se ve que sale una mano.
En tanto, los investigadores de la Jefatura Departamental de Luján continuaban en busca de los delincuentes que participaron en el hecho, aunque hasta esta tarde no había ningún sospechoso detenido.
Fuentes judiciales informaron a Télam que la mujer, identificada como María de los Angeles Mariño (42), sostuvo que el tiro se le escapó "por impericia en el uso del arma" y que no fue su intención lastimar a nadie.
También señaló que inicialmente había dado otra versión de los hechos a la Policía porque estaba "muy asustada" debido a la situación que le tocó atravesar.
Tras la declaración, la fiscal Alejandra Rodríguez, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) descentralizada de Luján, dispuso que la imputada continúe en libertad, aunque sigue acusada de "lesiones graves culposas".
Por su parte, Juan Carlos Moisés (60), padre del joven baleado, dijo a la prensa que "ella disparó desde la ventana para asustar a los delincuentes, al piso, y se le escapó un segundo disparo que sale a media altura, traspasa el cartero (portero eléctrico y buzón) y le pega" en la cabeza.
El hombre aclaró que "ella en ningún momento quiso tirarle a nadie, ni siquiera a los delincuentes, sólo se le escapó el disparo".
"El arma es muy pesada. Fue un accidente y eso quedo muy claro para la fiscal. Hoy solo viene a seguir con el trámite legal", señaló antes de acompañar a su esposa a declarar.
En tanto, la víctima, identificada como Juan Carlos Moisés (23), permanecía internada esta tarde en grave estado en la clínica Güemes de Luján, aunque "estable".
El hecho comenzó cerca de las 16 del miércoles, cuando alrededor de cuatro delincuentes armados llegaron en un auto hasta un campo a la altura del kilómetro 16,500 de la ruta provincial 192, en la localidad de Parada de Roble, partido de Exaltación de la Cruz.
Allí, sorprendieron a Moisés, que se dedica al préstamo de dinero, y a su hijo Juan Carlos, a quienes amenazaron con armas.
Una vez que inmovilizaron a sus víctimas, uno de los delincuentes se quedó allí con el dueño del campo y los otros tres se llevaron cautivo al hijo en la camioneta Toyota S 10 de su padre hasta su casa en Capitán Hernández al 500, en la localidad de Torres, en el partido de Luján.
Mientras se hallaban en la puerta de la casa forzando la cerradura de la reja de entrada, desde adentro se efectuó un disparo que atravesó el portero eléctrico y buzón e impactó en la cabeza del hijo del dueño, quien cayó malherido al piso.
Al ver lo ocurrido, los delincuentes huyeron de contramano con la camioneta, la cual apareció abandonada horas más tarde sobre la ruta 192 en la zona de Zárate.
En tanto, el otro delincuente que mantenía maniatado y amenazado al dueño del campo, escapó también del lugar, por lo que el hombre se desató y regresó a su casa con la ayuda de otro vecino.
De inmediato, la Policía recibió una llamada de la madrastra del joven herido que se hallaba adentro de su casa, quien dijo que había escuchado un tiro y visto a su hijastro caído en la vereda.
Al llegar al lugar, los efectivos trasladaron de inmediato al joven al hospital de Luján con un orificio de entrada de bala en la cabeza y tras las primeras atenciones, fue derivado a la Clínica Guemes.
La mujer le dijo a los policías que no vio de dónde había partido el disparo y agregó que no sabía dónde se hallaba su marido.
Sin embargo, con el paso de las horas y abrumada por las evidencias en su contra, la mujer le reconoció a los investigadores haber sido la autora del disparo que provocó la herida a su hijastro.
Es que dentro de la vivienda los policías secuestraron una pistola Glock calibre .45 que la mujer había ocultado y, se cree, es la que disparó el proyectil que hirió a la víctima.
Por su parte, los peritos establecieron que el trayecto del disparo que atravesó el portero eléctrico e impactó en la cabeza del joven fue de adentro hacia afuera de la vivienda.
Finalmente, los pesquisas hallaron una cámara de seguridad de una casa lindera en la cual se observa toda la secuencia del hecho, desde la llegada de los captores con su víctima hasta el disparo efectuado desde una ventana de la casa, por donde se ve que sale una mano.
En tanto, los investigadores de la Jefatura Departamental de Luján continuaban en busca de los delincuentes que participaron en el hecho, aunque hasta esta tarde no había ningún sospechoso detenido.