¿Usted se hace cargo de su hijo?

Reflexiones de derecho informático. Por Guillermo Zamora, especial para Jornada.

02 SEP 2017 - 20:30 | Actualizado

Por  Guillermo Zamora(*)  /  Twitter: @gmzamora

Comencé, fácil, a escribir esta columna en cuatro ocasiones. En principio iba a ser sobre criptomonedas, bitcoins y otras cuestiones que vienen en auge, luego sobre el narcisismo y las redes sociales, casi me convenció las formas de comunicarnos modernas, pero decidí poner un punto y procurar centrarme en un caso que sucedió en Trelew días pasados, cuando se supo que un guía de los scout había cometido grooming con chicos del grupo a su cargo.
A veces me pasa que creo que los temas están trillados y que ya no hay mucho que aportar, pero día a día me doy cuenta que el público se renueva, que todo el tiempo aparece gente que no lee lo que se dice, que no sabe qué cosas pueden pasar, que confunde confianza en su hijo/a con descuido, que no cae, ni parece que le entran balas en cuanto a entender lo que sucede a nuestro alrededor y en todos los ámbitos donde hay una interacción entre adultos y chicos.
Por momentos he pensado que ahora al haber más vías de comunicación es que nos enteramos más, o que estas cosas sucedían todo el tiempo pero no llegaban a nuestros oídos. Ahora he cambiado mi parecer, no se daban más antes, pero no porque los pedófilos no quisieran, no porque los adultos abusadores no buscaran la forma, sino simplemente porque ahora hay medios, hay vías, hay recursos, herramientas y formas que antes no había y ellos casi mejor que nadie han sabido utilizarlos en su despreciable provecho.
¿Qué es el grooming?

El grooming es incorporado al Código Penal Argentino en noviembre de 2013 cuando se incorpora mediante la ley 26904 el artículo 131 que dice: Artículo 1º — Incorpórese como artículo 131 del Código Penal el siguiente: Artículo 131: Será penado con prisión de seis (6) meses a cuatro (4) años el que, por medio de comunicaciones electrónicas, telecomunicaciones o cualquier otra tecnología de transmisión de datos, contactare a una persona menor de edad, con el propósito de cometer cualquier delito contra la integridad sexual de la misma.
Se lo explico más sencillo, por ejemplo: Usted tiene un hijo/a menor de 18 años, y resulta que un adulto/a, es decir alguien mayor de 18 años contacta al nene/a, (entendiendo por contacto, el mandar un mensaje en cualquier formato, o lo que sea que haga para entablar una conversación o intercambio de cualquier característica con él), lo que puede ocurrir a través de un Facebook, Twitter, Instagram, Snapchat, Tinder, Wasap etc o cualquier vía que sea que posea transmisión de datos, y busca en ese contacto afectar de alguna forma la integridad sexual de su hijo/a. Eso es grooming.
Si a su pequeño retoño menor de 18 años le han pedido fotos, videos, audios, descripciones de tipo íntimo o similar o afín, es grooming. ¿Se entiende? Porque cuando me dicen que a sus hijos de 11 años no les revisan el celular para ver quiénes son sus contactos, o los chats de wasap o comentarios de Instagram por respetar su intimidad pareciera que no lo hacen...  Y  les cuento un secreto no tan secreto, eso se llora después, ¿lo pueden comprender realmente?
Les pregunto, y esto lo comento siempre que doy una charla, si van por la calle y un adulto que no conocen, se para a conversar con su hijo, le pide fotos, videos, datos, etc, ¿qué hacen? Pregunto, ¿Son padres cool que respetan la intimidad de su hijo y no le preguntan quién es esa persona mayor de edad, que no conocen y dejan así nomás el tema? Mientanme que no puedo escuchar sus respuestas sesudas y de padre modernoso, que cuando pasan las cosas que pasan simplemente porque sus chicos no tienen la capacidad de manejar estas situaciones lloramos todos indignados por la bajeza humana.
No voy a entrar en la crítica a la ley y su defectuosa redacción porque no es mi idea central de la nota, ni voy a hacer comparaciones con legislación de otros países porque las realidades culturales y tecnológicas son demasiado diversas como para hacer comparaciones absurdas (como decir, en Suiza hacen esto y aquello, eso sí es primer mundo... snbeando un poco)
 Dejando caer consejos

No pretendo venderme como buen padre, ni dar lecciones de nada, soy uno preocupado, asustado, atento, alerta y hasta prehistórico si se quiere, pero soy un padre un poco más tranquilo en todo esto que nos rodea que es el mundo de los cibercontactos y relaciones sin cara.
Algunas de las medidas que puedo sugerirles que llevan adelante son: a) Estén atentos a los cambios de conducta de sus hijos, los acosadores suelen utilizar el chantaje o extorsión para conseguir el material que desean, una vez que han conseguido obtener la confianza del menor, si estaba todo el día conectado y de pronto ven que ni siquiera toca el celular, algo raro pasa, si estar encerrado, ahora no quiere quedarse solo, etc no soy psicólogo, solo soy padre, repito, cambios de conducta, cosas que su hijo hacía y ahora no o al revés; b) sepan quienes son los contactos de sus hijos en las diferentes redes sociales, pregúntenles de donde los conocen, si los conocen en persona; c) Estén atentos si se quedan con el celular hasta tarde en la noche, es el momento ideal para buscar “intimidad” cuando el lobo duerme... las ovejas se descontrolan, sé que suena feo decirlo, pero les aseguro que pasa, Ustedes se duermen y sus chicos quedan con la pantalla iluminándoles el rostro; d) Pregunten, averigüen, consulten, estén al tanto de redes sociales donde navega su hijo, quienes comentan sus fotos y que tipo de periodicidad lo hacen, y por favor, antes de decirme que la tecnología no es lo suyo, les repito, la seguridad, salud y  bienestar de su hijo está en juego, ¿en serio no les interesa ni un poquito interiorizarse o es que es más cómodo así?; e) Háganse un tiempo para prestar atención a lo que les cuentan, videos que ven en youtube, preguntas raras que normalmente no haría su hijo sobre determinados temas; f) Sé que van a saltar como leche hervida (nunca supe si saltaba pero el dicho está) pero desconfíen de sus hijos, no al punto de no creerles, sino con la desconfianza que nos da el instinto de cuidarlos, de querer que nada malo les pase, así como les dicen que miren a los dos lados al cruzar la calle, recuérdenles que no manden fotos íntimas, que no cuenten información privada, que si alguien los quiera chantajear cuenten con ustedes, dejen que sepan que los quieren, y no se horroricen, les aseguro que en la adolescencia muchos no lo saben o no se dan cuenta que eso pasa.
Conclusión

Ya he escrito otras columnas sobre este flagelo moderno y perdón por reiterarme en el tema, pero todos los días seguimos leyendo que un menor fue víctima de grooming, y cada vez que lo leo no puedo dejar de pensar que puedo hacer para concientizar y ayudar en pelear contra esto.
No está de más recordar que no sólo su hijo va a ser la víctima, lo son todo el resto de su familia, es un mal que no creo pueda curarse, ni siquiera a largo plazo. Podemos reducirlo, controlarlo, mantenerlo alejado de nuestras vidas, pero no erradicarlo, nuestras herramientas somos nosotros mismos, dejemos de lado la omnipotencia y soberbia, dense/démonos cuenta que nos puede pasar a cualquiera y que cuando ello pase no sirve de nada que nos digan, “yo te lo dije” y tampoco sirve lamentarse porque “yo con la tecnología soy de madera”. Háganse cargo, pensemos y cuidemos a nuestros hijos y los de los demás, hagámoslo aún en ese nuevo mundo que nadie nos pidió permiso para meternos, porque nos guste o no, estamos en él, y como todos deseamos nos vamos a quedar por un buen tiempo.

Nota: Más allá de mí labor independiente pertenezco a la ONG nacional Conciencia en Red, doy charlas gratuitas sobre estos temas en escuelas u organizaciones, al que lo desee, puede escribirme a gmzamora@gmail.com, para coordinar una.#

(*) Director de la Red Iberoamericana ElDerechoInformatico.com y presidente de la Asociación de Derecho Informático de Argentina (ADIAr).

02 SEP 2017 - 20:30

Por  Guillermo Zamora(*)  /  Twitter: @gmzamora

Comencé, fácil, a escribir esta columna en cuatro ocasiones. En principio iba a ser sobre criptomonedas, bitcoins y otras cuestiones que vienen en auge, luego sobre el narcisismo y las redes sociales, casi me convenció las formas de comunicarnos modernas, pero decidí poner un punto y procurar centrarme en un caso que sucedió en Trelew días pasados, cuando se supo que un guía de los scout había cometido grooming con chicos del grupo a su cargo.
A veces me pasa que creo que los temas están trillados y que ya no hay mucho que aportar, pero día a día me doy cuenta que el público se renueva, que todo el tiempo aparece gente que no lee lo que se dice, que no sabe qué cosas pueden pasar, que confunde confianza en su hijo/a con descuido, que no cae, ni parece que le entran balas en cuanto a entender lo que sucede a nuestro alrededor y en todos los ámbitos donde hay una interacción entre adultos y chicos.
Por momentos he pensado que ahora al haber más vías de comunicación es que nos enteramos más, o que estas cosas sucedían todo el tiempo pero no llegaban a nuestros oídos. Ahora he cambiado mi parecer, no se daban más antes, pero no porque los pedófilos no quisieran, no porque los adultos abusadores no buscaran la forma, sino simplemente porque ahora hay medios, hay vías, hay recursos, herramientas y formas que antes no había y ellos casi mejor que nadie han sabido utilizarlos en su despreciable provecho.
¿Qué es el grooming?

El grooming es incorporado al Código Penal Argentino en noviembre de 2013 cuando se incorpora mediante la ley 26904 el artículo 131 que dice: Artículo 1º — Incorpórese como artículo 131 del Código Penal el siguiente: Artículo 131: Será penado con prisión de seis (6) meses a cuatro (4) años el que, por medio de comunicaciones electrónicas, telecomunicaciones o cualquier otra tecnología de transmisión de datos, contactare a una persona menor de edad, con el propósito de cometer cualquier delito contra la integridad sexual de la misma.
Se lo explico más sencillo, por ejemplo: Usted tiene un hijo/a menor de 18 años, y resulta que un adulto/a, es decir alguien mayor de 18 años contacta al nene/a, (entendiendo por contacto, el mandar un mensaje en cualquier formato, o lo que sea que haga para entablar una conversación o intercambio de cualquier característica con él), lo que puede ocurrir a través de un Facebook, Twitter, Instagram, Snapchat, Tinder, Wasap etc o cualquier vía que sea que posea transmisión de datos, y busca en ese contacto afectar de alguna forma la integridad sexual de su hijo/a. Eso es grooming.
Si a su pequeño retoño menor de 18 años le han pedido fotos, videos, audios, descripciones de tipo íntimo o similar o afín, es grooming. ¿Se entiende? Porque cuando me dicen que a sus hijos de 11 años no les revisan el celular para ver quiénes son sus contactos, o los chats de wasap o comentarios de Instagram por respetar su intimidad pareciera que no lo hacen...  Y  les cuento un secreto no tan secreto, eso se llora después, ¿lo pueden comprender realmente?
Les pregunto, y esto lo comento siempre que doy una charla, si van por la calle y un adulto que no conocen, se para a conversar con su hijo, le pide fotos, videos, datos, etc, ¿qué hacen? Pregunto, ¿Son padres cool que respetan la intimidad de su hijo y no le preguntan quién es esa persona mayor de edad, que no conocen y dejan así nomás el tema? Mientanme que no puedo escuchar sus respuestas sesudas y de padre modernoso, que cuando pasan las cosas que pasan simplemente porque sus chicos no tienen la capacidad de manejar estas situaciones lloramos todos indignados por la bajeza humana.
No voy a entrar en la crítica a la ley y su defectuosa redacción porque no es mi idea central de la nota, ni voy a hacer comparaciones con legislación de otros países porque las realidades culturales y tecnológicas son demasiado diversas como para hacer comparaciones absurdas (como decir, en Suiza hacen esto y aquello, eso sí es primer mundo... snbeando un poco)
 Dejando caer consejos

No pretendo venderme como buen padre, ni dar lecciones de nada, soy uno preocupado, asustado, atento, alerta y hasta prehistórico si se quiere, pero soy un padre un poco más tranquilo en todo esto que nos rodea que es el mundo de los cibercontactos y relaciones sin cara.
Algunas de las medidas que puedo sugerirles que llevan adelante son: a) Estén atentos a los cambios de conducta de sus hijos, los acosadores suelen utilizar el chantaje o extorsión para conseguir el material que desean, una vez que han conseguido obtener la confianza del menor, si estaba todo el día conectado y de pronto ven que ni siquiera toca el celular, algo raro pasa, si estar encerrado, ahora no quiere quedarse solo, etc no soy psicólogo, solo soy padre, repito, cambios de conducta, cosas que su hijo hacía y ahora no o al revés; b) sepan quienes son los contactos de sus hijos en las diferentes redes sociales, pregúntenles de donde los conocen, si los conocen en persona; c) Estén atentos si se quedan con el celular hasta tarde en la noche, es el momento ideal para buscar “intimidad” cuando el lobo duerme... las ovejas se descontrolan, sé que suena feo decirlo, pero les aseguro que pasa, Ustedes se duermen y sus chicos quedan con la pantalla iluminándoles el rostro; d) Pregunten, averigüen, consulten, estén al tanto de redes sociales donde navega su hijo, quienes comentan sus fotos y que tipo de periodicidad lo hacen, y por favor, antes de decirme que la tecnología no es lo suyo, les repito, la seguridad, salud y  bienestar de su hijo está en juego, ¿en serio no les interesa ni un poquito interiorizarse o es que es más cómodo así?; e) Háganse un tiempo para prestar atención a lo que les cuentan, videos que ven en youtube, preguntas raras que normalmente no haría su hijo sobre determinados temas; f) Sé que van a saltar como leche hervida (nunca supe si saltaba pero el dicho está) pero desconfíen de sus hijos, no al punto de no creerles, sino con la desconfianza que nos da el instinto de cuidarlos, de querer que nada malo les pase, así como les dicen que miren a los dos lados al cruzar la calle, recuérdenles que no manden fotos íntimas, que no cuenten información privada, que si alguien los quiera chantajear cuenten con ustedes, dejen que sepan que los quieren, y no se horroricen, les aseguro que en la adolescencia muchos no lo saben o no se dan cuenta que eso pasa.
Conclusión

Ya he escrito otras columnas sobre este flagelo moderno y perdón por reiterarme en el tema, pero todos los días seguimos leyendo que un menor fue víctima de grooming, y cada vez que lo leo no puedo dejar de pensar que puedo hacer para concientizar y ayudar en pelear contra esto.
No está de más recordar que no sólo su hijo va a ser la víctima, lo son todo el resto de su familia, es un mal que no creo pueda curarse, ni siquiera a largo plazo. Podemos reducirlo, controlarlo, mantenerlo alejado de nuestras vidas, pero no erradicarlo, nuestras herramientas somos nosotros mismos, dejemos de lado la omnipotencia y soberbia, dense/démonos cuenta que nos puede pasar a cualquiera y que cuando ello pase no sirve de nada que nos digan, “yo te lo dije” y tampoco sirve lamentarse porque “yo con la tecnología soy de madera”. Háganse cargo, pensemos y cuidemos a nuestros hijos y los de los demás, hagámoslo aún en ese nuevo mundo que nadie nos pidió permiso para meternos, porque nos guste o no, estamos en él, y como todos deseamos nos vamos a quedar por un buen tiempo.

Nota: Más allá de mí labor independiente pertenezco a la ONG nacional Conciencia en Red, doy charlas gratuitas sobre estos temas en escuelas u organizaciones, al que lo desee, puede escribirme a gmzamora@gmail.com, para coordinar una.#

(*) Director de la Red Iberoamericana ElDerechoInformatico.com y presidente de la Asociación de Derecho Informático de Argentina (ADIAr).


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