Cuestión de hábitos

Reflexiones de derecho informático.

04 NOV 2017 - 20:36 | Actualizado

Por Guillermo Zamora  /  Twitter: @gmzamora

Habitantes

somos lo que somos porque somos; somos habitantes de estos tiempos, para ser más exactos podría decirse sin temor a equivocarnos que somos usurpadores de esta época tecnológica.
Entiendo que los reales habitantes de estos momentos que nos tocan compartir son los chicos, los chicos chicos digo, esos de menos de 20, esos que nacieron con internet y siguieron con con todo tipo de transferencias de datos.-
Hay habitues que vienen y van, que se quedan y permanecen un buen rato, esos que al igual que en nuestros años mozos (jóvenes para los más jóvenes) nos quedabamos parados al lado de la barra de un “boliche” buscando una cara conocida con quien interactuar, somos habitues de estos tiempos prestados, voyamos intentando escudarnos en nuestra ignorancia, defendiendonos con frases del tipo “todo tiempo pasado fue mejor”... como si fuera cierto.-
Somos habitantes de una era que ya no es nueva, pero que si se renueva todo el tiempo, usufructuamos (de prestado nomás) descubirmientos que no entendemos, innovaciones que no sabemos para que sirven, tecnología que caen en desuso antes de entenderlas, somos habitantes complicados y enredados en “waifais” robados, somos lo que podemos y nos dejan ser....-
Habitados

Estamos habitados por incertidumbres, por dudas y escasas convicciones tecnologicas, nos vemos forzados a salir adelante en un mundo donde los cambios son la regla, y la constancia una excepción.-
Perdemos peso, mejoramos nuestra memoria, pagamos cuentas, compramos viajes, distraemos a nuestros hijos con lo que está por venir, porque todo siempre está por salir, todo está siempre por ser innovador y provechoso, todo a un tris de ser comprendido.-
Somos habitados mayormente por bits y bytes de información, de excusas de atajos, de pronto, nuestros discos rígidos mentales se saturan y tildan, como las pantallas azules del sistema operativo de la ventanita, quedamos en blanco, en nada porque no sabemos que hacer o para donde arrancar, no se a Uds pero a mi me queda grande algunas cuestiones relativas a la gente y el uso de tecnologías.-
Tocamos la pantallita y nos vemos inmersos en paises, museos, experiencias que anhelamos y planeamos, nos hacemos avidos, ansiosos, curiosos, torpes y siniestros, cambiamos nuestros hábitos, mutamos costumbres y conductas en pos de logros que no son nuestros, envidiamos la vida majestuosa de otros, comidas exhuberantes de cenas que nunca son nuestras, o acaso ese Pollo a la Parisiene, o Postre desbordante de frutas tropicales y nueces de macadam, se pueden comparar con nuestro sanguche de jamón y queso con dos naranjas de postre, siempre eso que se ve es de otros parece, y, aunque no nos guste, nos habita el deseo de lo que no vivimos... como si fuera cierto eso que nos muestran que viven los otros.-
Hábitos:

Cada costumbre, cada acción repetitiva y constante, cada movimiento reiterado en el tiempo, es un hábito, no solo escarbarse la nariz lo es, el pagar cuentas, el buscar destinos de vacaciones, el ver películas, el asistir a congresos, el buscar novio/a, todos ellos son hábitos que han ido cambiando con la tecnología y la transferencia de datos, en algunos casos nos han mejorado la vida, en otros nos la han hecho más miserables, pero creo que ese no es el punto, no importa el efecto que cause en nuestra vida cotidiana, lo que importa es el cambio, porque según el momento y nuestro ánimo, lo mismo que nos causa una profunda crisis existencial, nos puede llevar al mismo cielo... y no me refiero a “la nube” (cuack).-
Antes de ponerme a escribir estas lineas torturé a algunos amigos (y no tan amigos) si la tecnología o la transferencia de datos había afectado en algo sus hábitos, una enorme mayoría, me dijo que si, que sin dudas, que desde compras, hasta distracciones para sus hijos pasando por educación y también su sexualidad, los hábitos definen épocas, y estamos en una donde el mayor que podría decirse que tenemos es el de no movernos, el de pretender comodidad en nuestras actividades, movernos sin salir de nuestro asiento, ya sea sillón, silla, puf o inodoro.-
Leguleyeando (no existe no se molesten en buscar): Las leyes son casi contundentes con los hábitos, sean de ahora o de cualquier época, la Constitución Nacional, dice que las acciones de los hombres que no ofendan el orden y la moral pública están exentas de los magistrados, es decir sus hábitos privados no pueden ser juzgados, por otro lado, las costumbres son fuentes del derecho, es decir las conductas de los hombres/mujeres, pueden ser tomadas como fuente del derecho cuando estas se repiten en el tiempo, y es aquí donde casi estamos en problemas, porque los hábitos como dije, van cambiando, antes para cerrar comprar algo habia que ir al comercio, ahora no hace falta ni siquiera que el comercio esté en su pais, o tenga una puerta a la calle, comerciamos con personas mayormente, negociamos con maquinas, aceptamos tratos sin que nadie nos diga “hecho”.
Eeso sí, los operadores del derecho (legisladores, funcionarios del poder judicial y abogados) poco hacen por entender que sucede, por procurar cambiar el chip, salir de la caja y avanzar en la aplicación práctica de las leyes.-
Concluyendo:

Cambia todo, desde la forma de un envase hasta el como tener un hijo, ¿como no va a cambiar la vida?.
No nos quedemos pensando que vida es eso que nos toca, es la que les hacemos tocar al resto, la que nos marca, la que nos obliga a modificar nuestros hábitos, los buenos y los malos, los sanos y los otros, somos habitantes, habitados por hábitos, somos lo que somos, porque es lo que queremos, por más hábite que busquemos. #






 

04 NOV 2017 - 20:36

Por Guillermo Zamora  /  Twitter: @gmzamora

Habitantes

somos lo que somos porque somos; somos habitantes de estos tiempos, para ser más exactos podría decirse sin temor a equivocarnos que somos usurpadores de esta época tecnológica.
Entiendo que los reales habitantes de estos momentos que nos tocan compartir son los chicos, los chicos chicos digo, esos de menos de 20, esos que nacieron con internet y siguieron con con todo tipo de transferencias de datos.-
Hay habitues que vienen y van, que se quedan y permanecen un buen rato, esos que al igual que en nuestros años mozos (jóvenes para los más jóvenes) nos quedabamos parados al lado de la barra de un “boliche” buscando una cara conocida con quien interactuar, somos habitues de estos tiempos prestados, voyamos intentando escudarnos en nuestra ignorancia, defendiendonos con frases del tipo “todo tiempo pasado fue mejor”... como si fuera cierto.-
Somos habitantes de una era que ya no es nueva, pero que si se renueva todo el tiempo, usufructuamos (de prestado nomás) descubirmientos que no entendemos, innovaciones que no sabemos para que sirven, tecnología que caen en desuso antes de entenderlas, somos habitantes complicados y enredados en “waifais” robados, somos lo que podemos y nos dejan ser....-
Habitados

Estamos habitados por incertidumbres, por dudas y escasas convicciones tecnologicas, nos vemos forzados a salir adelante en un mundo donde los cambios son la regla, y la constancia una excepción.-
Perdemos peso, mejoramos nuestra memoria, pagamos cuentas, compramos viajes, distraemos a nuestros hijos con lo que está por venir, porque todo siempre está por salir, todo está siempre por ser innovador y provechoso, todo a un tris de ser comprendido.-
Somos habitados mayormente por bits y bytes de información, de excusas de atajos, de pronto, nuestros discos rígidos mentales se saturan y tildan, como las pantallas azules del sistema operativo de la ventanita, quedamos en blanco, en nada porque no sabemos que hacer o para donde arrancar, no se a Uds pero a mi me queda grande algunas cuestiones relativas a la gente y el uso de tecnologías.-
Tocamos la pantallita y nos vemos inmersos en paises, museos, experiencias que anhelamos y planeamos, nos hacemos avidos, ansiosos, curiosos, torpes y siniestros, cambiamos nuestros hábitos, mutamos costumbres y conductas en pos de logros que no son nuestros, envidiamos la vida majestuosa de otros, comidas exhuberantes de cenas que nunca son nuestras, o acaso ese Pollo a la Parisiene, o Postre desbordante de frutas tropicales y nueces de macadam, se pueden comparar con nuestro sanguche de jamón y queso con dos naranjas de postre, siempre eso que se ve es de otros parece, y, aunque no nos guste, nos habita el deseo de lo que no vivimos... como si fuera cierto eso que nos muestran que viven los otros.-
Hábitos:

Cada costumbre, cada acción repetitiva y constante, cada movimiento reiterado en el tiempo, es un hábito, no solo escarbarse la nariz lo es, el pagar cuentas, el buscar destinos de vacaciones, el ver películas, el asistir a congresos, el buscar novio/a, todos ellos son hábitos que han ido cambiando con la tecnología y la transferencia de datos, en algunos casos nos han mejorado la vida, en otros nos la han hecho más miserables, pero creo que ese no es el punto, no importa el efecto que cause en nuestra vida cotidiana, lo que importa es el cambio, porque según el momento y nuestro ánimo, lo mismo que nos causa una profunda crisis existencial, nos puede llevar al mismo cielo... y no me refiero a “la nube” (cuack).-
Antes de ponerme a escribir estas lineas torturé a algunos amigos (y no tan amigos) si la tecnología o la transferencia de datos había afectado en algo sus hábitos, una enorme mayoría, me dijo que si, que sin dudas, que desde compras, hasta distracciones para sus hijos pasando por educación y también su sexualidad, los hábitos definen épocas, y estamos en una donde el mayor que podría decirse que tenemos es el de no movernos, el de pretender comodidad en nuestras actividades, movernos sin salir de nuestro asiento, ya sea sillón, silla, puf o inodoro.-
Leguleyeando (no existe no se molesten en buscar): Las leyes son casi contundentes con los hábitos, sean de ahora o de cualquier época, la Constitución Nacional, dice que las acciones de los hombres que no ofendan el orden y la moral pública están exentas de los magistrados, es decir sus hábitos privados no pueden ser juzgados, por otro lado, las costumbres son fuentes del derecho, es decir las conductas de los hombres/mujeres, pueden ser tomadas como fuente del derecho cuando estas se repiten en el tiempo, y es aquí donde casi estamos en problemas, porque los hábitos como dije, van cambiando, antes para cerrar comprar algo habia que ir al comercio, ahora no hace falta ni siquiera que el comercio esté en su pais, o tenga una puerta a la calle, comerciamos con personas mayormente, negociamos con maquinas, aceptamos tratos sin que nadie nos diga “hecho”.
Eeso sí, los operadores del derecho (legisladores, funcionarios del poder judicial y abogados) poco hacen por entender que sucede, por procurar cambiar el chip, salir de la caja y avanzar en la aplicación práctica de las leyes.-
Concluyendo:

Cambia todo, desde la forma de un envase hasta el como tener un hijo, ¿como no va a cambiar la vida?.
No nos quedemos pensando que vida es eso que nos toca, es la que les hacemos tocar al resto, la que nos marca, la que nos obliga a modificar nuestros hábitos, los buenos y los malos, los sanos y los otros, somos habitantes, habitados por hábitos, somos lo que somos, porque es lo que queremos, por más hábite que busquemos. #






 


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