¡No quiero que me controlen!

Tecnología para todos, por Esteban Abel.

10 JUN 2016 - 21:26 | Actualizado

Un creciente 66% de jóvenes entre 10 y 17 años tienen ya su propio perfil en una red social, una herramienta de interacción y expresión de su identidad que se mantiene al margen de los adultos. Frente a esta situación no es fácil decidir las normas de uso dentro de la casa, sobre un tema controversial, que puede tornarse peligroso sino se establecen reglas claras.

Solemos hablar del universo de posibilidades que está al alcance de un clic en la web, sin darnos cuenta que ese fenómeno también tiene lugar a la inversa, es decir una enorme cantidad de seres con intenciones desconocidas, pueden acceder con facilidad a información sobre nuestras vidas y dañar nuestras familias si no somos cuidadosos.

Tergiversan perfiles, publican fotos falsas, mienten sobre su edad, objetivos y propósitos para atraer a los más inexpertos.

Hoy más que nunca, se hace necesario que los mayores evalúen la necesidad de supervisar las configuraciones de privacidad de los perfiles de los menores, así como también las personas con quienes chatean o intercambian información. No es una premisa, es una enorme pincelada de realidad.

Si bien existen muchas herramientas disponibles, la más eficaz sigue siendo la educación y la toma de conciencia.

Si se comparte la compu en casa, es aconsejable que padres e hijos usen “usuarios” diferentes, mientras que los mayores podrán instalar aplicaciones y bajar contenidos, los menores deberían tener ciertas limitaciones. Si tienen su propia compu, los padres deberán evaluar si asignarán al menor un solo usuario limitado o con privilegios de administrador.

No hace falta saber informática para llevar adelante estas configuraciones básicas, en todo caso se puede llamar a un técnico o acudir al lugar donde fueron adquiridos los equipos. Para los más atrevidos aquí va un link con instrucciones para crear usuarios diferentes dentro del entorno Windows:

http://windows.microsoft.com/es-ar/windows/create-user-account#create-user-account=windows-7.

En el caso de la versión 10, se pueden agregar a familiares como nuevos usuarios, indicando incluso si son menores. Estas cuestiones nos introducen en otro tema que se denomina “control parental” o protección infantil.

Como mencionamos, los sistemas operativos ya los poseen en forma nativa y se pueden activar fácilmente. Los navegadores de internet (Chrome, Explorer, Firefox, Opera, etc.) tienen su propio control parental. En el caso de Chrome, se pude crear una cuenta de usuario supervisada, sobre el que se podrán ver los sitios web que fueron visitados, permitir o bloquear algunos de estos a futuro, evitar la instalación de apps, extensiones y establecer otras opciones de uso.

Lo antivirus tienen incorporado este control que funciona a través de la selección de categorías (niño, adolescente y adulto).

Evitan las ventanas emergentes, se pueden seleccionar palabras claves para bloquear contendidos relacionados con alcohol, tabaco, sexo, desnudez y otros.

Se pueden monitorear los procesos y las páginas por las que se navegan, para realizar nuevas configuraciones de acuerdo a los cambios en los hábitos que se vayan experimentando.

Ante la preocupación de muchos padres, que no saben cómo cuidar la seguridad de sus hijos frente al ordenador, que quieren saber quiénes son sus contactos, la información que intercambian o los temas que tienen de conversación, es que algunas compañías de seguridad informática, han creado aplicaciones que van mucho más allá de lo que hemos enunciado. Por ejemplo, “SocialGuard” permite que puedan saber al detalle, cuál es toda la actividad de sus hijos en Facebook y otras redes sociales.

En todos los casos, más allá de las medidas extremas que estén dispuestos a adoptar algunos, se deben usar como herramientas de ayuda y no de control o invasión a la privacidad. No se trata de ser padres hackers.

El objetivo es cuidar y preservar amorosamente la integridad de la familia, lo que más que soluciones tecnológicas, requiere tiempo y dedicación personalizada.

10 JUN 2016 - 21:26

Un creciente 66% de jóvenes entre 10 y 17 años tienen ya su propio perfil en una red social, una herramienta de interacción y expresión de su identidad que se mantiene al margen de los adultos. Frente a esta situación no es fácil decidir las normas de uso dentro de la casa, sobre un tema controversial, que puede tornarse peligroso sino se establecen reglas claras.

Solemos hablar del universo de posibilidades que está al alcance de un clic en la web, sin darnos cuenta que ese fenómeno también tiene lugar a la inversa, es decir una enorme cantidad de seres con intenciones desconocidas, pueden acceder con facilidad a información sobre nuestras vidas y dañar nuestras familias si no somos cuidadosos.

Tergiversan perfiles, publican fotos falsas, mienten sobre su edad, objetivos y propósitos para atraer a los más inexpertos.

Hoy más que nunca, se hace necesario que los mayores evalúen la necesidad de supervisar las configuraciones de privacidad de los perfiles de los menores, así como también las personas con quienes chatean o intercambian información. No es una premisa, es una enorme pincelada de realidad.

Si bien existen muchas herramientas disponibles, la más eficaz sigue siendo la educación y la toma de conciencia.

Si se comparte la compu en casa, es aconsejable que padres e hijos usen “usuarios” diferentes, mientras que los mayores podrán instalar aplicaciones y bajar contenidos, los menores deberían tener ciertas limitaciones. Si tienen su propia compu, los padres deberán evaluar si asignarán al menor un solo usuario limitado o con privilegios de administrador.

No hace falta saber informática para llevar adelante estas configuraciones básicas, en todo caso se puede llamar a un técnico o acudir al lugar donde fueron adquiridos los equipos. Para los más atrevidos aquí va un link con instrucciones para crear usuarios diferentes dentro del entorno Windows:

http://windows.microsoft.com/es-ar/windows/create-user-account#create-user-account=windows-7.

En el caso de la versión 10, se pueden agregar a familiares como nuevos usuarios, indicando incluso si son menores. Estas cuestiones nos introducen en otro tema que se denomina “control parental” o protección infantil.

Como mencionamos, los sistemas operativos ya los poseen en forma nativa y se pueden activar fácilmente. Los navegadores de internet (Chrome, Explorer, Firefox, Opera, etc.) tienen su propio control parental. En el caso de Chrome, se pude crear una cuenta de usuario supervisada, sobre el que se podrán ver los sitios web que fueron visitados, permitir o bloquear algunos de estos a futuro, evitar la instalación de apps, extensiones y establecer otras opciones de uso.

Lo antivirus tienen incorporado este control que funciona a través de la selección de categorías (niño, adolescente y adulto).

Evitan las ventanas emergentes, se pueden seleccionar palabras claves para bloquear contendidos relacionados con alcohol, tabaco, sexo, desnudez y otros.

Se pueden monitorear los procesos y las páginas por las que se navegan, para realizar nuevas configuraciones de acuerdo a los cambios en los hábitos que se vayan experimentando.

Ante la preocupación de muchos padres, que no saben cómo cuidar la seguridad de sus hijos frente al ordenador, que quieren saber quiénes son sus contactos, la información que intercambian o los temas que tienen de conversación, es que algunas compañías de seguridad informática, han creado aplicaciones que van mucho más allá de lo que hemos enunciado. Por ejemplo, “SocialGuard” permite que puedan saber al detalle, cuál es toda la actividad de sus hijos en Facebook y otras redes sociales.

En todos los casos, más allá de las medidas extremas que estén dispuestos a adoptar algunos, se deben usar como herramientas de ayuda y no de control o invasión a la privacidad. No se trata de ser padres hackers.

El objetivo es cuidar y preservar amorosamente la integridad de la familia, lo que más que soluciones tecnológicas, requiere tiempo y dedicación personalizada.


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