La NSA y el FBI espiaron a líderes musulmanes

Las agencias de inteligencia espiaron correos electrónicos de varias figuras de la comunidad musulmana en EE.UU. entre 2002 y 2008.

10 JUL 2014 - 15:58 | Actualizado

La investigación fuepublicada ayer en el sitio The Intercepty generó el rechazo de organizaciones defensoras de los derechos humanos, quienes enviaron una carta al presidente Barack Obama para exigirle una "contabilidad pública de estas prácticas".

Las personalidades vigiladas fueron Faisal Gill, miembro del Partido Republicano y ex empleado de Seguridad Nacional durante la administración de George W. Bush; Asim Ghafoor, un abogado que representó a clientes en casos relacionados con el terrorismo; Hooshang Amirahmadi, profesor iraní-estadounidense de la Universidad de Rutgers; Agha Saeed, un ex profesor de ciencias políticas de la Universidad Estatal de California defensor de las libertades civiles musulmanes; y Nihad Awad, director ejecutivo del Consejo de Relaciones Americano-Islámicas (CAIR).

La lista de personas apareció en una hoja de cálculo de laNSAdonde figuraban unas 7.485 direcciones de correo electrónico que fueron vigiladas entre los años 2002 y 2008, según lainvestigación firmada por el Gleen Greenwald, el periodista que entró en contacto conSnowdenen 2013 y publicó las primeras revelaciones.

El listado supuestamente contenía direcciones de correo electrónico de extranjeros sospechados por el gobierno de Estados Unidos de estar vinculados a organizaciones terroristas.

Sin embargo, según la investigación, los cinco estadounidenses investigados por la NSA y el FBI llevaron "vidas ejemplares".

"Los cinco niegan con vehemencia cualquier participación en actos de terrorismo o espionaje", dice el artículo y asegura que "ninguno ha estado implicado en delito alguno".

Dado que la justificación para espiar a los cinco ciudadanos permanecen clasificadas, "es imposible saber porqué sus mails eran monitoreados", señala el informe, y agrega que "tampoco está claro bajo qué autoridad legal se llevó a cabo" la vigilancia.

"Creo que me apuntaron a mí porque mi nombre es Asim Abdur Rahman Ghafoor, mis padres son de la India, viajé a Arabia Saudita cuando era joven y hago la peregrinación", opinó Asim Ghafoor.

Luego de publicada la investigación, varias decenas de organizaciones de derechos humanos pertenecientes a la "Unión Estadounidense por las Libertades Civiles" (ACLU) le exigieron -mediante unacarta- al presidente Barack Obama, que las agencias de inteligencia no realicen prácticas abusivas de vigilancia por motivos de raza, religión, etnia o nacionalidad.

"Hacemos un llamamiento a su Administración para que proporcione una contabilidad pública completa de estas prácticas y para reforzar la protección contra la violación de las libertades civiles y los derechos humanos", señaló la misiva.

"Aunque no conocemos todos los hechos de los casos individuales reportados, creemos que el gobierno tiene la obligación de explicar los motivos de sus acciones", señaló la carte, exigió que la legislación existente "debe ser enmendada para prohibir que se hagan perfiles sobre la base de la religión, la orientación sexual, la identidad de género u origen nacional".

Casi de inmediato, la Administración de Obama negó las acusaciones de The Intercept.

"Es totalmente falso que las agencias de inteligencia de Estados Unidos lleven a cabo vigilancia electrónica de figuras políticas, religiosas o de activistas por el mero hecho de que no están de acuerdo con las políticas públicas o critican al gobierno, o por ejercer derechos constitucionales", expresó en un comunicado de la Dirección de Inteligencia de la Casa Blanca.

El comunicado aclara que la realización de este tipo de intervenciones en las comunicaciones de personas las realizan en "limitadas excepciones" y bajo órdenes judiciales.

10 JUL 2014 - 15:58

La investigación fuepublicada ayer en el sitio The Intercepty generó el rechazo de organizaciones defensoras de los derechos humanos, quienes enviaron una carta al presidente Barack Obama para exigirle una "contabilidad pública de estas prácticas".

Las personalidades vigiladas fueron Faisal Gill, miembro del Partido Republicano y ex empleado de Seguridad Nacional durante la administración de George W. Bush; Asim Ghafoor, un abogado que representó a clientes en casos relacionados con el terrorismo; Hooshang Amirahmadi, profesor iraní-estadounidense de la Universidad de Rutgers; Agha Saeed, un ex profesor de ciencias políticas de la Universidad Estatal de California defensor de las libertades civiles musulmanes; y Nihad Awad, director ejecutivo del Consejo de Relaciones Americano-Islámicas (CAIR).

La lista de personas apareció en una hoja de cálculo de laNSAdonde figuraban unas 7.485 direcciones de correo electrónico que fueron vigiladas entre los años 2002 y 2008, según lainvestigación firmada por el Gleen Greenwald, el periodista que entró en contacto conSnowdenen 2013 y publicó las primeras revelaciones.

El listado supuestamente contenía direcciones de correo electrónico de extranjeros sospechados por el gobierno de Estados Unidos de estar vinculados a organizaciones terroristas.

Sin embargo, según la investigación, los cinco estadounidenses investigados por la NSA y el FBI llevaron "vidas ejemplares".

"Los cinco niegan con vehemencia cualquier participación en actos de terrorismo o espionaje", dice el artículo y asegura que "ninguno ha estado implicado en delito alguno".

Dado que la justificación para espiar a los cinco ciudadanos permanecen clasificadas, "es imposible saber porqué sus mails eran monitoreados", señala el informe, y agrega que "tampoco está claro bajo qué autoridad legal se llevó a cabo" la vigilancia.

"Creo que me apuntaron a mí porque mi nombre es Asim Abdur Rahman Ghafoor, mis padres son de la India, viajé a Arabia Saudita cuando era joven y hago la peregrinación", opinó Asim Ghafoor.

Luego de publicada la investigación, varias decenas de organizaciones de derechos humanos pertenecientes a la "Unión Estadounidense por las Libertades Civiles" (ACLU) le exigieron -mediante unacarta- al presidente Barack Obama, que las agencias de inteligencia no realicen prácticas abusivas de vigilancia por motivos de raza, religión, etnia o nacionalidad.

"Hacemos un llamamiento a su Administración para que proporcione una contabilidad pública completa de estas prácticas y para reforzar la protección contra la violación de las libertades civiles y los derechos humanos", señaló la misiva.

"Aunque no conocemos todos los hechos de los casos individuales reportados, creemos que el gobierno tiene la obligación de explicar los motivos de sus acciones", señaló la carte, exigió que la legislación existente "debe ser enmendada para prohibir que se hagan perfiles sobre la base de la religión, la orientación sexual, la identidad de género u origen nacional".

Casi de inmediato, la Administración de Obama negó las acusaciones de The Intercept.

"Es totalmente falso que las agencias de inteligencia de Estados Unidos lleven a cabo vigilancia electrónica de figuras políticas, religiosas o de activistas por el mero hecho de que no están de acuerdo con las políticas públicas o critican al gobierno, o por ejercer derechos constitucionales", expresó en un comunicado de la Dirección de Inteligencia de la Casa Blanca.

El comunicado aclara que la realización de este tipo de intervenciones en las comunicaciones de personas las realizan en "limitadas excepciones" y bajo órdenes judiciales.


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