El Yellow Submarine colmó las expectactivas

El avistaje a bordo de la nave apunta con transformarse en el boom de la temporada turística de ballenas.

20 JUL 2014 - 21:38 | Actualizado

El Yellow Submarine comenzó a operar en Puerto Pirámides y apunta con transformarse en el boom de la temporada turística de ballenas. Un grupo de 40 pasajeros disfrutó el sábado pasado de la experiencia maravillosa de ver a los cetáceos desde la cabina submarina como si estuvieran buceando junto a ellos. En este nivel bajo el agua, los visitantes cuentan con 40 ventanas de observación submarina, cada cual con su propio asiento.

En otros tramos de la navegación, los turistas prefirieron circular libremente por la embarcación y observar a las ballenas en superficie desde la cubierta superior como si se tratara de una salida tradicional.

Tiño Resnick, propietario del Yellow Submarine, se mostró satisfecho con los resultados de la primera salida y manifestó que espera responder a las expectativas que tienen no solo los turistas que nos visitan sino también los vecinos de la zona que esperaban con ansias el comienzo de la actividad del semisumergible.

El empresario reveló que mantiene conversaciones con los responsables del área de Turismo de la Provincia para extender a tres horas el servicio de navegación del barco pues considera que potenciaría la calidad del servicio que se le da al visitante. Una muy buena idea que seguramente tendrá una respuesta favorable de las autoridades provinciales.

La historia de la nave

La primera nave semisumergible de industria argentina, fue construida en el astillero Federico Contessi de Mar del Plata. La embarcación, diseñada y construida totalmente en el país, es un emprendimiento privado con respaldo del gobierno chubutense, inspirado en embarcaciones de ese tipo que se utilizan para observaciones submarinas en la barrera de arrecifes de Australia, en el Caribe y en el Mar Rojo desde Israel. La nave tiene medidas de superficie similares a las que navegan en la reserva Península Valdés (declarada Patrimonio Natural de la Humanidad por Naciones Unidas) para los avistajes en el santuario de ballenas de Golfo Nuevo, con un calado superior a los dos metros.

Tiene capacidad para embarcar a 40 pasajeros, quienes podrán experimentar avistajes submarinos desde ventanas instaladas en la obra viva sumergida.

Según el promotor y director del proyecto, Tiño Resnik, “va a ser como mirar a los ojos a la ballena desde una máscara de buceo”. Este buzo y capitán de barcos ganó en 2008 una concesión para avistajes de ballenas y otra en 2009 para paseos lacustres en el Parque Nacional Lago Puelo, en la cordillera de Chubut, y ese año propuso su idea a las autoridades provinciales.

Características

El semisumergible es construido en acero naval soldado, mide 15 metros de largo por cuatro de ancho y es propulsado por dos motores que le darán una velocidad máxima de 11 kilómetros por hora. Entre los dos pontones laterales que harán de flotadores habrá un tercer compartimento bajo la superficie, el salón de pasajeros, quienes podrán permanecer sentados en ese sector bajo la línea de flotación o subir a la cubierta de superficie durante los viajes, que serán diurnos.

Debido a que en Puerto Pirámide, por ser área protegida, no se ha construido un muelle, el barco permanece anclado en la zona como plataforma de avistaje y los pasajeros llegan en lanchas transbordadoras.

El tiempo de avistaje será más extenso que en los barcos de superficie, con una salida diaria al mediodía y unas dos horas de navegación, de las cuales una y media es para la observación de ballenas.

20 JUL 2014 - 21:38

El Yellow Submarine comenzó a operar en Puerto Pirámides y apunta con transformarse en el boom de la temporada turística de ballenas. Un grupo de 40 pasajeros disfrutó el sábado pasado de la experiencia maravillosa de ver a los cetáceos desde la cabina submarina como si estuvieran buceando junto a ellos. En este nivel bajo el agua, los visitantes cuentan con 40 ventanas de observación submarina, cada cual con su propio asiento.

En otros tramos de la navegación, los turistas prefirieron circular libremente por la embarcación y observar a las ballenas en superficie desde la cubierta superior como si se tratara de una salida tradicional.

Tiño Resnick, propietario del Yellow Submarine, se mostró satisfecho con los resultados de la primera salida y manifestó que espera responder a las expectativas que tienen no solo los turistas que nos visitan sino también los vecinos de la zona que esperaban con ansias el comienzo de la actividad del semisumergible.

El empresario reveló que mantiene conversaciones con los responsables del área de Turismo de la Provincia para extender a tres horas el servicio de navegación del barco pues considera que potenciaría la calidad del servicio que se le da al visitante. Una muy buena idea que seguramente tendrá una respuesta favorable de las autoridades provinciales.

La historia de la nave

La primera nave semisumergible de industria argentina, fue construida en el astillero Federico Contessi de Mar del Plata. La embarcación, diseñada y construida totalmente en el país, es un emprendimiento privado con respaldo del gobierno chubutense, inspirado en embarcaciones de ese tipo que se utilizan para observaciones submarinas en la barrera de arrecifes de Australia, en el Caribe y en el Mar Rojo desde Israel. La nave tiene medidas de superficie similares a las que navegan en la reserva Península Valdés (declarada Patrimonio Natural de la Humanidad por Naciones Unidas) para los avistajes en el santuario de ballenas de Golfo Nuevo, con un calado superior a los dos metros.

Tiene capacidad para embarcar a 40 pasajeros, quienes podrán experimentar avistajes submarinos desde ventanas instaladas en la obra viva sumergida.

Según el promotor y director del proyecto, Tiño Resnik, “va a ser como mirar a los ojos a la ballena desde una máscara de buceo”. Este buzo y capitán de barcos ganó en 2008 una concesión para avistajes de ballenas y otra en 2009 para paseos lacustres en el Parque Nacional Lago Puelo, en la cordillera de Chubut, y ese año propuso su idea a las autoridades provinciales.

Características

El semisumergible es construido en acero naval soldado, mide 15 metros de largo por cuatro de ancho y es propulsado por dos motores que le darán una velocidad máxima de 11 kilómetros por hora. Entre los dos pontones laterales que harán de flotadores habrá un tercer compartimento bajo la superficie, el salón de pasajeros, quienes podrán permanecer sentados en ese sector bajo la línea de flotación o subir a la cubierta de superficie durante los viajes, que serán diurnos.

Debido a que en Puerto Pirámide, por ser área protegida, no se ha construido un muelle, el barco permanece anclado en la zona como plataforma de avistaje y los pasajeros llegan en lanchas transbordadoras.

El tiempo de avistaje será más extenso que en los barcos de superficie, con una salida diaria al mediodía y unas dos horas de navegación, de las cuales una y media es para la observación de ballenas.


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