Caso Bel: embargaron a Tito Nichols en $ 1 millón y pidieron que vaya preso

Es el expolicía y exconcejal procesado por el secuestro del militante en Trelew. Advirtieron que podría fugarse.

02 NOV 2014 - 21:54 | Actualizado

Por Rolando Tobarez

Además de ser procesado por el secuestro de Elvio Ángel Bel, el policía retirado Tito Nichols, de 71 años, fue embargado en un millón de pesos y el fiscal federal Fernando Gélvez pidió su prisión preventiva, por la gravedad de la imputación y entender que podría eludir cualquier posible condena. La misma situación vale para el otro procesado, Hernán Hermelo, de 77 años.

El día del episodio, 5 de noviembre de 1976, Nichols era jefe del Departamento de Informaciones Policiales; Hermelo, segundo comandante del Batallón de Infantería N 4 de la Base Aeronaval Almirante Zar. Ambos se suman al tercer procesado por este caso, Rodríguez Watson, que era el jefe de la Comisaría 1ª, imputado de liberar la zona para permitir el operativo en Trelew.

Coincidencias

Según el procesamiento que firmó el juez subrogante Mariano Miquelarena, en el operativo habrían participado seis personas, tal vez con el apoyo de un segundo automóvil.

Se sospecha que Bel fue trasladado a la Base, dado que en ese mismo día y hora un matrimonio de militantes políticos, Sergio Maida y Liliana Toiberman, fue secuestrado en su casa y llevados a la Base de Infantería de Marina “Baterías”, a pocos kilómetros de la Base Naval de Puerto Belgrano. En sus interrogatorios, a ambos les preguntaron si conocían a “El cabezón”, apodo de Bel. Para la justicia ambos operativos fueron simultáneos y con la misma metodología.

De acuerdo la reconstrucción judicial, ese 5 noviembre, entre las 20.30 y las 21, Bel estaba con su hijo Pablo Manuel de 8 meses, en el comercio “Centro 25”, 25 de Mayo 111.

Era maestro y militante del Partido Comunista. Ingresó una persona y le dijo: “A ver si salimos porque ya lo dejamos esperando por el nene”. Bel le respondió que no tenía con quien dejarlo y aún no llegaba su señora. Su intención era dejarlo en el comercio vecino.

Fue reducido e introducido en un vehículo. Pararon en la planta pasteurizadora C.O.T.A.B.I.L., ruta 25, entre la actual rotonda “5 de Octubre” y el puente, a mano derecha, frente a Lanera Austral.

A las 21:10 Bel bajó con tres de sus secuestradores y fue atendido por Juan Raúl Jungblut. Bel llevaba en sus brazos un niño y lo acompañaban tres desconocidos, con una pistola 9 milímetros y una ametralladora PAM. Le entregó el nene, que en su tobillo tenía sujeto con un elástico una hojita de libreta que en letra manuscrita de lápiz negro decía: “Me llamo Bel, vivo en Monoblock 4 dto. F) –Pellegrini Norte y Costa Rica -Trelew- mi mamá me espera llevame con ella”.

No podía ser entregado antes de una hora. Pero Jungblut no esperó y se lo entregó a Nélida Elsa Bottino de Parisi, vecina de Bel. Eran las 21.50.

Búsqueda frenética

Hilda Fredes había dejado a su hijo al cuidado de su esposo a las 20.30 por trámites personales y retornó a buscarlos para regresar al hogar. El local estaba cerrado y con las luces apagadas. En su casa tampoco se encontraban. Buscó a su cuñado Carlos María Bel y le avisaron que su hijo estaba con sus vecinos.

Hilda fue a la Comisaría Segunda y luego a la Primera, para la denuncia. La última estaba cerrada. Los atendieron policías desde adentro y no les recibieron la denuncia. Pidió por el comisario pero como pasó mucho tiempo decidieron irse.

La denuncia recién se se recibió al otro día y la Policía provincial promovió “ínfimas actuaciones”, dice la causa.

La habría seguido un Renault 12 blanco. Todo indica que Trelew habría sido “liberada”, ya que los partícipes integraban las fuerzas de seguridad y armadas que tenían jurisdicción sobre la ciudad: Policía, Ejército y Armada.

Defensa

En su defensa, Hermelo declaró que en 1976 fue destinado al Batallón de Infantería de Marina Nº 4, como segundo comandante. Preparaba al personal para la defensa en caso de ataque exterior. Se enseñaba a leer y a escribir a los conscriptos que no sabían. También todas las tareas de combate e instrucción cívica. “Niego totalmente mi intervención en órdenes ilícitas y el hecho que se me imputa. No conozco ni escuché nombrar a Bel. Es todo lo que tengo para decir. Sólo quiero acompañar copia de mis antecedentes médicos respecto del accidente cerebro vascular que sufriera en 2005. Nada más”.

Por consejo de su defensor, Nichols no declaró.

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02 NOV 2014 - 21:54

Por Rolando Tobarez

Además de ser procesado por el secuestro de Elvio Ángel Bel, el policía retirado Tito Nichols, de 71 años, fue embargado en un millón de pesos y el fiscal federal Fernando Gélvez pidió su prisión preventiva, por la gravedad de la imputación y entender que podría eludir cualquier posible condena. La misma situación vale para el otro procesado, Hernán Hermelo, de 77 años.

El día del episodio, 5 de noviembre de 1976, Nichols era jefe del Departamento de Informaciones Policiales; Hermelo, segundo comandante del Batallón de Infantería N 4 de la Base Aeronaval Almirante Zar. Ambos se suman al tercer procesado por este caso, Rodríguez Watson, que era el jefe de la Comisaría 1ª, imputado de liberar la zona para permitir el operativo en Trelew.

Coincidencias

Según el procesamiento que firmó el juez subrogante Mariano Miquelarena, en el operativo habrían participado seis personas, tal vez con el apoyo de un segundo automóvil.

Se sospecha que Bel fue trasladado a la Base, dado que en ese mismo día y hora un matrimonio de militantes políticos, Sergio Maida y Liliana Toiberman, fue secuestrado en su casa y llevados a la Base de Infantería de Marina “Baterías”, a pocos kilómetros de la Base Naval de Puerto Belgrano. En sus interrogatorios, a ambos les preguntaron si conocían a “El cabezón”, apodo de Bel. Para la justicia ambos operativos fueron simultáneos y con la misma metodología.

De acuerdo la reconstrucción judicial, ese 5 noviembre, entre las 20.30 y las 21, Bel estaba con su hijo Pablo Manuel de 8 meses, en el comercio “Centro 25”, 25 de Mayo 111.

Era maestro y militante del Partido Comunista. Ingresó una persona y le dijo: “A ver si salimos porque ya lo dejamos esperando por el nene”. Bel le respondió que no tenía con quien dejarlo y aún no llegaba su señora. Su intención era dejarlo en el comercio vecino.

Fue reducido e introducido en un vehículo. Pararon en la planta pasteurizadora C.O.T.A.B.I.L., ruta 25, entre la actual rotonda “5 de Octubre” y el puente, a mano derecha, frente a Lanera Austral.

A las 21:10 Bel bajó con tres de sus secuestradores y fue atendido por Juan Raúl Jungblut. Bel llevaba en sus brazos un niño y lo acompañaban tres desconocidos, con una pistola 9 milímetros y una ametralladora PAM. Le entregó el nene, que en su tobillo tenía sujeto con un elástico una hojita de libreta que en letra manuscrita de lápiz negro decía: “Me llamo Bel, vivo en Monoblock 4 dto. F) –Pellegrini Norte y Costa Rica -Trelew- mi mamá me espera llevame con ella”.

No podía ser entregado antes de una hora. Pero Jungblut no esperó y se lo entregó a Nélida Elsa Bottino de Parisi, vecina de Bel. Eran las 21.50.

Búsqueda frenética

Hilda Fredes había dejado a su hijo al cuidado de su esposo a las 20.30 por trámites personales y retornó a buscarlos para regresar al hogar. El local estaba cerrado y con las luces apagadas. En su casa tampoco se encontraban. Buscó a su cuñado Carlos María Bel y le avisaron que su hijo estaba con sus vecinos.

Hilda fue a la Comisaría Segunda y luego a la Primera, para la denuncia. La última estaba cerrada. Los atendieron policías desde adentro y no les recibieron la denuncia. Pidió por el comisario pero como pasó mucho tiempo decidieron irse.

La denuncia recién se se recibió al otro día y la Policía provincial promovió “ínfimas actuaciones”, dice la causa.

La habría seguido un Renault 12 blanco. Todo indica que Trelew habría sido “liberada”, ya que los partícipes integraban las fuerzas de seguridad y armadas que tenían jurisdicción sobre la ciudad: Policía, Ejército y Armada.

Defensa

En su defensa, Hermelo declaró que en 1976 fue destinado al Batallón de Infantería de Marina Nº 4, como segundo comandante. Preparaba al personal para la defensa en caso de ataque exterior. Se enseñaba a leer y a escribir a los conscriptos que no sabían. También todas las tareas de combate e instrucción cívica. “Niego totalmente mi intervención en órdenes ilícitas y el hecho que se me imputa. No conozco ni escuché nombrar a Bel. Es todo lo que tengo para decir. Sólo quiero acompañar copia de mis antecedentes médicos respecto del accidente cerebro vascular que sufriera en 2005. Nada más”.

Por consejo de su defensor, Nichols no declaró.


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