Grooming en el Valle: le piden 4 años

Pidieron cárcel efectiva para el maestro Juan Paz, acusado de acosar a una alumna en 28 de Julio. Qué dice la acusación.

08 NOV 2014 - 22:46 | Actualizado

Por Rolando Tobarez

El Ministerio Público Fiscal pedirá 4 años de prisión para el docente Juan Ángel Paz, imputado de “grooming”. Y también que sea inhabilitado a perpetuidad para dar clases. La acusación de la fiscal Silvia Pereira, ya elevada a la Oficina Judicial, considera probado que el hombre habría acosado a una alumna de 15 años en la escuela “aprovechando su falta de madurez”. Para esto habría usado Facebook y mensajes de texto. Su objetivo era abusar sexualmente de ella.

El caso conmocionó al Valle. Paz es un tucumano de 43 años que vive en 28 de Julio. Los hechos habrían ocurrido entre el 17 de febrero y el 9 de abril, cuando era profesor de Tecnología y Ciencias Naturales en la escuela Tir Halen, de esa localidad, donde va la joven. También era director de la Escuela N° 781 “Don Eladio Zamarreño” de Dolavon. Allí vive la menor.

El juicio aún no tiene fecha. Pero la imputación ya es oficial. Dice que el acusado “desarrolló actos perversos, prematuros y excesivos encaminados a corromper a la víctima, interviniendo en el sano y normal proceso de formación de su sexualidad”. Para ganarse su confianza la beneficiaba con notas o trabajos, con un trato preferencial al resto de sus compañeros.

Las insinuaciones habrían arrancado con elogios como “amor”, “sol” o “corazón”. Intercambiaron números de teléfono y Paz ya le decía que le “gustaba”. Habrían intimado vía internet desde la PC de su casa en 28 de Julio. También habría usado computadoras de las escuelas.

“Contactaba a la menor en distintos horarios del día y la noche, que iban desde las 7 hasta altas horas de la madrugada, sea que la joven estuviera en su domicilio o en la escuela”. Paz habría usado Facebook con mensajes de seducción como “Estás enferma y me estás peleando??? Cómo será después de casados???”.

Habría incluido propuestas sexuales dentro de la propia escuela. “Que llegara antes de la 13 a la biblioteca para verse a solas”. Sabía que la bibliotecaria llegaba más tarde. Un ejemplo es una charla de mayo: “Andá a la biblioteca”, le dijo primero. Pasados unos minutos: “Estuvo rico el abrazo pero apenas fue de pulpito y el beso fue más chiquito que ni cuenta! Me conformo con el abrazo pero del beso tengo que presentar una queja. Nunca andar sola por la escuela cuando ando yo ahí. Ojito con mostrar nuestras conversaciones”.

También le habría sugerido encontrarse en su vivienda, donde vivía solo. En otra charla le pidió “Agarrá la bici y vení a Dolavon”. Ella se negó. “Cobarde”, contestó Paz.

Para la fiscal, el docente contactaba a la joven por distintos celulares. Y le habría pedido dejarlo en silencio y hablar bajo para no ser oída por sus padres, a altas horas de la noche. Para una constante comunicación hasta le habría hecho cargar crédito.

Le decía que “la iba a esperar, que quería estar con ella, que para él ya no era una nena sino una mujer, que no le importaba nada, que la iba a encontrar donde estuviera”. Estas charlas “incluían un alto contenido sexual, lenguaje obsceno y con evidentes fines corruptivos”. Por ejemplo: “Yo quiero morderte el cuello! Hoy me siento vampiro! Ya bastante difícil es verte y ni me quiero imaginar lo que me va a costar morderte! Si vos quisieras me encontrarías”.

La joven contestaba: “Me estás haciendo un trauma por tu cariño y estoy confundida”. Y Paz decía: “No te sientas confundida, tené la certeza, te voy a esperar, cumplí años rápido”. En otro mensaje habría deslizado: “Si no hay voluntad del otro lado, desilusiona, quiero besarte pero no tengo tiempo … tu escolta es pesada” en referencia a las compañías de la joven.

Luego fue algo más explícito: “Ya he tenido muchos sueños raros, estamos en un baile, te invito afuera, te invito a mi casa, nos bañamos juntos, te llevé en brazos a la cama, para mí serías muy liviana, y desperté todo transpirado. Tiene mucho de mi fantasía. Me voy a dormir mi vida, no dejo de pensar en vos ni un rato”.

A su padre, la chica le contó que el profesor la abrazaba en la escuela. Ella cambió costumbres, no quiere ir a la escuela y teme ir a la calle. El hombre habló con las autoridades del colegio y se labró un acta con su temor por la integridad física de su hija.

Según la chica, hasta diciembre de 2013 tuvo como profesor a Paz. Finalizado el ciclo lectivo inició una relación de diálogo extra curricular. El acusado le pidió su número y primero eran sólo saludos. Por Facebook comenzó a enviarle mensajes con piropos y poemas. La llamaba por número privado para decirle que la esperaría hasta los 18 años. Dice un texto: “Mensaje super secreto a este número!!! Es pirata, no se sigue ni rastrea! No se triangula ni sigue!!! Soy quien soy y verte me alcanza”.

Una compañera de la joven relató que Paz “le decía muchas cosas por Facebook, como ´cuando te besé quería morderte la oreja´ o ´cuando te besé quería morderte el labio, aduciendo que había tenido sueños eróticos”. Para la fiscal, Paz sabía qué hacía: le decía a la joven que “no puede decirle lo que siente por escrito, ya que la misma es menor, y lo podrían llegar a detener”.

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08 NOV 2014 - 22:46

Por Rolando Tobarez

El Ministerio Público Fiscal pedirá 4 años de prisión para el docente Juan Ángel Paz, imputado de “grooming”. Y también que sea inhabilitado a perpetuidad para dar clases. La acusación de la fiscal Silvia Pereira, ya elevada a la Oficina Judicial, considera probado que el hombre habría acosado a una alumna de 15 años en la escuela “aprovechando su falta de madurez”. Para esto habría usado Facebook y mensajes de texto. Su objetivo era abusar sexualmente de ella.

El caso conmocionó al Valle. Paz es un tucumano de 43 años que vive en 28 de Julio. Los hechos habrían ocurrido entre el 17 de febrero y el 9 de abril, cuando era profesor de Tecnología y Ciencias Naturales en la escuela Tir Halen, de esa localidad, donde va la joven. También era director de la Escuela N° 781 “Don Eladio Zamarreño” de Dolavon. Allí vive la menor.

El juicio aún no tiene fecha. Pero la imputación ya es oficial. Dice que el acusado “desarrolló actos perversos, prematuros y excesivos encaminados a corromper a la víctima, interviniendo en el sano y normal proceso de formación de su sexualidad”. Para ganarse su confianza la beneficiaba con notas o trabajos, con un trato preferencial al resto de sus compañeros.

Las insinuaciones habrían arrancado con elogios como “amor”, “sol” o “corazón”. Intercambiaron números de teléfono y Paz ya le decía que le “gustaba”. Habrían intimado vía internet desde la PC de su casa en 28 de Julio. También habría usado computadoras de las escuelas.

“Contactaba a la menor en distintos horarios del día y la noche, que iban desde las 7 hasta altas horas de la madrugada, sea que la joven estuviera en su domicilio o en la escuela”. Paz habría usado Facebook con mensajes de seducción como “Estás enferma y me estás peleando??? Cómo será después de casados???”.

Habría incluido propuestas sexuales dentro de la propia escuela. “Que llegara antes de la 13 a la biblioteca para verse a solas”. Sabía que la bibliotecaria llegaba más tarde. Un ejemplo es una charla de mayo: “Andá a la biblioteca”, le dijo primero. Pasados unos minutos: “Estuvo rico el abrazo pero apenas fue de pulpito y el beso fue más chiquito que ni cuenta! Me conformo con el abrazo pero del beso tengo que presentar una queja. Nunca andar sola por la escuela cuando ando yo ahí. Ojito con mostrar nuestras conversaciones”.

También le habría sugerido encontrarse en su vivienda, donde vivía solo. En otra charla le pidió “Agarrá la bici y vení a Dolavon”. Ella se negó. “Cobarde”, contestó Paz.

Para la fiscal, el docente contactaba a la joven por distintos celulares. Y le habría pedido dejarlo en silencio y hablar bajo para no ser oída por sus padres, a altas horas de la noche. Para una constante comunicación hasta le habría hecho cargar crédito.

Le decía que “la iba a esperar, que quería estar con ella, que para él ya no era una nena sino una mujer, que no le importaba nada, que la iba a encontrar donde estuviera”. Estas charlas “incluían un alto contenido sexual, lenguaje obsceno y con evidentes fines corruptivos”. Por ejemplo: “Yo quiero morderte el cuello! Hoy me siento vampiro! Ya bastante difícil es verte y ni me quiero imaginar lo que me va a costar morderte! Si vos quisieras me encontrarías”.

La joven contestaba: “Me estás haciendo un trauma por tu cariño y estoy confundida”. Y Paz decía: “No te sientas confundida, tené la certeza, te voy a esperar, cumplí años rápido”. En otro mensaje habría deslizado: “Si no hay voluntad del otro lado, desilusiona, quiero besarte pero no tengo tiempo … tu escolta es pesada” en referencia a las compañías de la joven.

Luego fue algo más explícito: “Ya he tenido muchos sueños raros, estamos en un baile, te invito afuera, te invito a mi casa, nos bañamos juntos, te llevé en brazos a la cama, para mí serías muy liviana, y desperté todo transpirado. Tiene mucho de mi fantasía. Me voy a dormir mi vida, no dejo de pensar en vos ni un rato”.

A su padre, la chica le contó que el profesor la abrazaba en la escuela. Ella cambió costumbres, no quiere ir a la escuela y teme ir a la calle. El hombre habló con las autoridades del colegio y se labró un acta con su temor por la integridad física de su hija.

Según la chica, hasta diciembre de 2013 tuvo como profesor a Paz. Finalizado el ciclo lectivo inició una relación de diálogo extra curricular. El acusado le pidió su número y primero eran sólo saludos. Por Facebook comenzó a enviarle mensajes con piropos y poemas. La llamaba por número privado para decirle que la esperaría hasta los 18 años. Dice un texto: “Mensaje super secreto a este número!!! Es pirata, no se sigue ni rastrea! No se triangula ni sigue!!! Soy quien soy y verte me alcanza”.

Una compañera de la joven relató que Paz “le decía muchas cosas por Facebook, como ´cuando te besé quería morderte la oreja´ o ´cuando te besé quería morderte el labio, aduciendo que había tenido sueños eróticos”. Para la fiscal, Paz sabía qué hacía: le decía a la joven que “no puede decirle lo que siente por escrito, ya que la misma es menor, y lo podrían llegar a detener”.


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