“Lavagna ocupará un lugar central en mi gobierno”

Massa no quiso confirmarlo pero el ex ministro de Economía podría ser su compañero de fórmula. Se lo dijo a Jornada en una charla a solas. La emotividad del acto, las lágrimas de Moyano y las frases fuertes de Das Neves que no pudo evitar quebrarse.

Abrazo fraternal. Massa guardó un lugar importante de su discurso para darle fuerzas a Das Neves.
14 MAR 2015 - 22:25 | Actualizado

Por Carlos Guajardo / Especial para Jornada

No le esquivó a las fotos, a los abrazos ni a las preguntas. Sergio Massa fue el de siempre. El de la sonrisa que nunca termina, el de las respuestas cortas pero contundentes. Habló con Jornada en medio de una maraña de brazos y gritos. Pero eso no le impidió definir el rol que el ex ministro de Economía Roberto Lavagna tendrá en su proyecto: “Ocupará un lugar central. No tengan dudas”.

Cuando la pregunta se amplió respecto a si ese lugar sería electivo o ejecutivo repitió lo mismo: “Un rol central”. La insistencia hizo que el candidato renovador pierda por primera vez su sonrisa en la tarde: “No insistan. No me van a sacar ningún título. Cualquier cosa que pongan la voy a desmentir”, dijo. ¿Entonces desmiente categóricamente que podría ser su compañero de fórmula?. Massa contestó: “Yo no desmiento nada”.

Fueron apenas diez minutos a solas con el candidato a presidente por el Frente Renovador. Pero que sirvieron para darle al menos forma a una versión que había circulado fuertemente desde que llegó a Trelew incluso, en su círculo más cercano. Lavagna no pudo venir pero estaba en los planes. Y es seguro que desde ahora, acompañará más a Massa que de costumbre. Comenzará a mostrarlo como un hombre clave en el proyecto. Tan clave como que podría ser quien cierre la fórmula como candidato a vicepresidente de la Nación.

Massa quedó impresionado por el acto. No sólo por la movilización, no tan común en estos tiempos, sino también por el marco emotivo. Ningún análisis puede soslayar que el anuncio que realizó Mario Das Neves respecto a su estado de salud horas antes, tuvo una influencia notable.

Se respiraba emotividad en la gente. La emotividad que contagió al mismo Facundo Moyano a quien se le cayeron algunas lágrimas durante el discurso del ex gobernador. Das Neves iba a hablar mucho más de lo que habló. Pero la emoción pudo más. Se quebró en la mitad de su discurso y quedaron palabras sueltas en sus papeles.

De todas maneras y aún en esta especial situación, fue el Das Neves de siempre. El de las frases fuertes. El de las definiciones que no dejan margen para la duda. Hizo críticas pero obvió nombres. Asumió compromisos pero no hizo promesas. Repitió aquello de que “los hechos le ganan a las palabras” y acuñó una frase, al menos original: “Quiero que los despertadores suenen en las casas de la gente a las 6 de la mañana. Porque si es así es porque tienen que levantarse para ir a trabajar. Y si van a trabajar es porque las fábricas están abiertas”.

El folclore de siempre acompañó el acto. Banderas, cantos, vinchas y gorros. La plaza Independencia fue después escenario de gruesas manifestaciones que acuñaban frases y canciones. Las calles de Trelew eran distintas. Un acto político con todos los condimentos. Tal vez el primer paso, el anuncio de lo que se viene. El año electoral acaba de despegar en toda su dimensión y lo hizo de una manera que no deja dudas de lo que traerá bajo el poncho.

Si hubo 10 mil personas o 300, tal vez resultará lo mismo. La democracia tiene estas fiestas. Pero que tal vez no todos puedan originar. Das Neves apostó a un acto que definió como “el más importante de la democracia en la provincia”. Habrá quienes compartan estas palabras. Otros no.

Lo cierto es que vengan del lado que vengan, estas manifestaciones representan la plena vigencia de un sistema de vida único: el de la democracia. Nadie puede quedar ajeno a esto. Miles de personas movilizadas en las calles resultan de una importancia vital para fortalecer el sistema. Pero además para mantenerlo vivo. Hay quienes lo hacen posible.

Y quienes también se atreven, no solo a mostrar un discurso de neto corte político de cara a lo que se viene en agosto y en octubre.

También tienen tiempo para ponerle un cierre pleno de poesía, lleno de esa magia alumbrada en otras épocas. Das Neves cerró con una de las frases del más celebrado de los poetas: “Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera”. En alguna parte, Pablo Neruda pudo pensar que su poesía no habrá cantado en vano.

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Abrazo fraternal. Massa guardó un lugar importante de su discurso para darle fuerzas a Das Neves.
14 MAR 2015 - 22:25

Por Carlos Guajardo / Especial para Jornada

No le esquivó a las fotos, a los abrazos ni a las preguntas. Sergio Massa fue el de siempre. El de la sonrisa que nunca termina, el de las respuestas cortas pero contundentes. Habló con Jornada en medio de una maraña de brazos y gritos. Pero eso no le impidió definir el rol que el ex ministro de Economía Roberto Lavagna tendrá en su proyecto: “Ocupará un lugar central. No tengan dudas”.

Cuando la pregunta se amplió respecto a si ese lugar sería electivo o ejecutivo repitió lo mismo: “Un rol central”. La insistencia hizo que el candidato renovador pierda por primera vez su sonrisa en la tarde: “No insistan. No me van a sacar ningún título. Cualquier cosa que pongan la voy a desmentir”, dijo. ¿Entonces desmiente categóricamente que podría ser su compañero de fórmula?. Massa contestó: “Yo no desmiento nada”.

Fueron apenas diez minutos a solas con el candidato a presidente por el Frente Renovador. Pero que sirvieron para darle al menos forma a una versión que había circulado fuertemente desde que llegó a Trelew incluso, en su círculo más cercano. Lavagna no pudo venir pero estaba en los planes. Y es seguro que desde ahora, acompañará más a Massa que de costumbre. Comenzará a mostrarlo como un hombre clave en el proyecto. Tan clave como que podría ser quien cierre la fórmula como candidato a vicepresidente de la Nación.

Massa quedó impresionado por el acto. No sólo por la movilización, no tan común en estos tiempos, sino también por el marco emotivo. Ningún análisis puede soslayar que el anuncio que realizó Mario Das Neves respecto a su estado de salud horas antes, tuvo una influencia notable.

Se respiraba emotividad en la gente. La emotividad que contagió al mismo Facundo Moyano a quien se le cayeron algunas lágrimas durante el discurso del ex gobernador. Das Neves iba a hablar mucho más de lo que habló. Pero la emoción pudo más. Se quebró en la mitad de su discurso y quedaron palabras sueltas en sus papeles.

De todas maneras y aún en esta especial situación, fue el Das Neves de siempre. El de las frases fuertes. El de las definiciones que no dejan margen para la duda. Hizo críticas pero obvió nombres. Asumió compromisos pero no hizo promesas. Repitió aquello de que “los hechos le ganan a las palabras” y acuñó una frase, al menos original: “Quiero que los despertadores suenen en las casas de la gente a las 6 de la mañana. Porque si es así es porque tienen que levantarse para ir a trabajar. Y si van a trabajar es porque las fábricas están abiertas”.

El folclore de siempre acompañó el acto. Banderas, cantos, vinchas y gorros. La plaza Independencia fue después escenario de gruesas manifestaciones que acuñaban frases y canciones. Las calles de Trelew eran distintas. Un acto político con todos los condimentos. Tal vez el primer paso, el anuncio de lo que se viene. El año electoral acaba de despegar en toda su dimensión y lo hizo de una manera que no deja dudas de lo que traerá bajo el poncho.

Si hubo 10 mil personas o 300, tal vez resultará lo mismo. La democracia tiene estas fiestas. Pero que tal vez no todos puedan originar. Das Neves apostó a un acto que definió como “el más importante de la democracia en la provincia”. Habrá quienes compartan estas palabras. Otros no.

Lo cierto es que vengan del lado que vengan, estas manifestaciones representan la plena vigencia de un sistema de vida único: el de la democracia. Nadie puede quedar ajeno a esto. Miles de personas movilizadas en las calles resultan de una importancia vital para fortalecer el sistema. Pero además para mantenerlo vivo. Hay quienes lo hacen posible.

Y quienes también se atreven, no solo a mostrar un discurso de neto corte político de cara a lo que se viene en agosto y en octubre.

También tienen tiempo para ponerle un cierre pleno de poesía, lleno de esa magia alumbrada en otras épocas. Das Neves cerró con una de las frases del más celebrado de los poetas: “Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera”. En alguna parte, Pablo Neruda pudo pensar que su poesía no habrá cantado en vano.


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