No tiene paz: el boxeador que desfiguró a Jenny volvió a amenazarla y violó disposición judicial

Le mandó mensajes por Facebook pidiéndole verla. Refirió amenazas contra personas que lo habrían visto acercarse a la menor. La Fiscalía pidió audiencia para rever la pena aplicada en juicio abreviado. Con el nuevo hecho denunciado el condenado podría volver al COSE.

Vanesa García, mamá de Jenny, le confirmó a Jornada el episodio.
18 JUN 2015 - 21:50 | Actualizado

El 27 de febrero de 2014 un joven boxeador de 16 años le dio tal paliza a su novia que la desfiguró y casi la mata. Ella estaba embarazada de 6 meses. Estuvo detenido y fue condenado en juicio abreviado a cumplir medidas de coerción como no contactarse de ningún modo y no acercarse a Jenny, la víctima. Vanesa García, mamá de la chica, denunció en Fiscalía que el agresor volvió a molestar a su hija. Lo hizo a través de una cuenta de Facebook. Refirió que “dice que la policía lo persigue y no lo deja robar”. El Ministerio Público Fiscal pidió a la Oficina Judicial una audiencia para revisar la pena aplicada. Podrían pedir por ejemplo, que vuelva al centro de detención para menores COSE.

Agresiones

En la denuncia presentada por Vanesa García en Fiscalía relata que “mi hija fue víctima de agresiones por parte del exnovio, al cual se le dictó una sentencia donde lo declararon penalmente responsable y se le dictó una prohibición de acercamiento a mi hija en mayo de este año”, remite.

Expresa la madre de la víctima que “hablando con mi hija, me dice que desde el 12 de junio él le escribe constantemente por Facebook. En principio, me dijo que le seguía la corriente, que tome una represalia y que todo lo sucedido en el juicio había quedado sin efecto. Así que me autorizó a ingresar a su cuenta tome noción de lo que él decía. Llamó por teléfono varias veces y me mandaba mensajes privados por Facebook, los cuales eran en un tono amenazante, pero al no contestarle nos bloqueó de su cuenta así que hoy por hoy no podemos acceder a su perfil”, remitió.

Temor

La mujer admitió sentir temor. “A raíz de todo esto y por miedo a las represalias que pueda tomar con mi hija y mi familia es que vengo a denunciar estas circunstancias”, manifestó, solicitándole a las autoridades de Fiscalía que se tomen las medidas necesarias a fin de resguardar a su hija.

Vanesa relató lo sucedido en una entrevista con Jornada. “El 13 de junio me enteré que recibe mensajes privados por face. Por eso, fui a la Fiscalía a hacer la denuncia”, expresó.

Malos recuerdos

A la mamá de la chica, le cuesta mucho hablar. No puede más que llorar al recordar todo lo que el año pasado vivió con Jennifer.

Estuvo la chica, al borde de la muerte y su embarazo corrió serio riesgo. Fue trasladada a Buenos Aires por las hemorragias generadas ante el violentísimo golpe de puño que el boxeador le dio en la zona de la nariz como consecuencia de un ataque de celos porque ella había abierto una cuenta de Facebook. El caso tomó vuelo nacional. La agresión fue gravísima.

Las aguas parecían haberse calmado y el agresor venía cumpliendo con las medidas dispuestas por la Justicia. Solo se comunicaba con Vanesa García para coordinar ver a la pequeña bebé que tuvo con Jenny. Así se estaban manejando. Él en juicio abreviado admitió la culpabilidad en el hecho que se le imputaba y le impusieron como pena la prohibición de acercamiento y contacto con la víctima. Todo subordinado al estricto cumplimiento. Si así no fuera, las medidas serían otras. Y eso pasó.

Mensajes privados

“El 13 de junio me entero que recibe mensajes privados por Facebook a lo cual fui a fiscalía a radicar la denuncia. En la audiencia el juez le preguntó en su momento a este chico, si entendía las medidas, dijo que sí. Que estaba en facultades de hacerlo. Las violó. Yo temo por la salud de Jenny y de mi nieta”, expresó Vanesa.

Los mensajes, además de alto contenido amoroso y advirtiendo la necesidad que tenía de verla y volver a encontrarse con ella en un lugar determinado del barrio, hacían referencia a cuestiones delictuales. “Decía que la policía no lo dejaba robar. Que era perseguido. Le pedía a Jenny que no tenga contacto con nadie. Que no salude a los vecinos del barrio, que iba a tirotear la casa de quien se acercara o hablara. Eso, presenté ante la Justicia”, enfatizó.

La pesadilla de recordar a su hija al borde de la muerte, subiendo a un avión sanitario y rogando por recuperarla, vuelve una y otra vez a su mente. “Tengo miedo que todo eso vuelva a pasar. La pasamos muy mal. No me gustaría que se repita”, reveló.

Sobre el estado actual de Jenny dijo que está muy vulnerable. Que había logrado avanzar y volver a su vida normal pero que esta última situación retrotrajo todos los avances. “Habrá que contenerla. Quiero que se haga justicia. En un principio ya me parecía muy light la condena que le aplicaron. Corre riesgo la vida de mi hija”, indicó.

Imploró además Vanesa: “Con esto que hizo, ojalá pueda ir preso. Que se le de un escarmiento. Sino la reflexión es: voy, golpeo y mato total soy menor. El miedo está. No hacia mí. Hacia mis hijas. Quiero que se haga justicia”, reiteró.

Sostuvo Vanesa que en su momento, la misma Jenniffer le pidió al fiscal la prohibición de acercamiento. “Habíamos ido a comprar al negocio en común y estaba él. Compartimos todo. Las calles, los lugares, etcétera. Lo ideal sería mudarnos, estar más lejos”, indicó.

El mismo barrio

El inconveniente principal de la familia de la víctima es que viven en el mismo barrio que el agresor. Esa convivencia resulta cada vez más pesada. Por esta razón, Vanesa solicitó ayuda para conseguir otra vivienda en otro sector de la ciudad pero aún la respuesta no ha llegado por parte de las autoridades competentes. Ya no sabe cómo decir que la vida de su hija y la del entorno familiar, corren peligro. Está anotada hace más de 20 años en el Instituto Provincial de la Vivienda pero la solución aún no llega.

Sobre los mensajes del agresor, dice: “admite que está robando y que la Policía lo persigue. Por 18 meses debería estar cumpliendo las medidas. Tiene que trabajar o tener un oficio. No está cumpliendo nada. Se escapa de la Policía. Van a tener que revisar todo. Violó la prohibición”, reiteró.

Para finalizar, admitió que está ya abatida y quedándose sin fuerzas. “Todo esto que nos está pasando, lo tomo como volver a foja cero. Cuando pensamos que ya había pasado casi 2 años nos habíamos tranquilizado. Todo parecía marchar bien, volver a la normalidad de a poco. Pero al surgir esto, nos desmoronó todo”, concluyó.#

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Vanesa García, mamá de Jenny, le confirmó a Jornada el episodio.
18 JUN 2015 - 21:50

El 27 de febrero de 2014 un joven boxeador de 16 años le dio tal paliza a su novia que la desfiguró y casi la mata. Ella estaba embarazada de 6 meses. Estuvo detenido y fue condenado en juicio abreviado a cumplir medidas de coerción como no contactarse de ningún modo y no acercarse a Jenny, la víctima. Vanesa García, mamá de la chica, denunció en Fiscalía que el agresor volvió a molestar a su hija. Lo hizo a través de una cuenta de Facebook. Refirió que “dice que la policía lo persigue y no lo deja robar”. El Ministerio Público Fiscal pidió a la Oficina Judicial una audiencia para revisar la pena aplicada. Podrían pedir por ejemplo, que vuelva al centro de detención para menores COSE.

Agresiones

En la denuncia presentada por Vanesa García en Fiscalía relata que “mi hija fue víctima de agresiones por parte del exnovio, al cual se le dictó una sentencia donde lo declararon penalmente responsable y se le dictó una prohibición de acercamiento a mi hija en mayo de este año”, remite.

Expresa la madre de la víctima que “hablando con mi hija, me dice que desde el 12 de junio él le escribe constantemente por Facebook. En principio, me dijo que le seguía la corriente, que tome una represalia y que todo lo sucedido en el juicio había quedado sin efecto. Así que me autorizó a ingresar a su cuenta tome noción de lo que él decía. Llamó por teléfono varias veces y me mandaba mensajes privados por Facebook, los cuales eran en un tono amenazante, pero al no contestarle nos bloqueó de su cuenta así que hoy por hoy no podemos acceder a su perfil”, remitió.

Temor

La mujer admitió sentir temor. “A raíz de todo esto y por miedo a las represalias que pueda tomar con mi hija y mi familia es que vengo a denunciar estas circunstancias”, manifestó, solicitándole a las autoridades de Fiscalía que se tomen las medidas necesarias a fin de resguardar a su hija.

Vanesa relató lo sucedido en una entrevista con Jornada. “El 13 de junio me enteré que recibe mensajes privados por face. Por eso, fui a la Fiscalía a hacer la denuncia”, expresó.

Malos recuerdos

A la mamá de la chica, le cuesta mucho hablar. No puede más que llorar al recordar todo lo que el año pasado vivió con Jennifer.

Estuvo la chica, al borde de la muerte y su embarazo corrió serio riesgo. Fue trasladada a Buenos Aires por las hemorragias generadas ante el violentísimo golpe de puño que el boxeador le dio en la zona de la nariz como consecuencia de un ataque de celos porque ella había abierto una cuenta de Facebook. El caso tomó vuelo nacional. La agresión fue gravísima.

Las aguas parecían haberse calmado y el agresor venía cumpliendo con las medidas dispuestas por la Justicia. Solo se comunicaba con Vanesa García para coordinar ver a la pequeña bebé que tuvo con Jenny. Así se estaban manejando. Él en juicio abreviado admitió la culpabilidad en el hecho que se le imputaba y le impusieron como pena la prohibición de acercamiento y contacto con la víctima. Todo subordinado al estricto cumplimiento. Si así no fuera, las medidas serían otras. Y eso pasó.

Mensajes privados

“El 13 de junio me entero que recibe mensajes privados por Facebook a lo cual fui a fiscalía a radicar la denuncia. En la audiencia el juez le preguntó en su momento a este chico, si entendía las medidas, dijo que sí. Que estaba en facultades de hacerlo. Las violó. Yo temo por la salud de Jenny y de mi nieta”, expresó Vanesa.

Los mensajes, además de alto contenido amoroso y advirtiendo la necesidad que tenía de verla y volver a encontrarse con ella en un lugar determinado del barrio, hacían referencia a cuestiones delictuales. “Decía que la policía no lo dejaba robar. Que era perseguido. Le pedía a Jenny que no tenga contacto con nadie. Que no salude a los vecinos del barrio, que iba a tirotear la casa de quien se acercara o hablara. Eso, presenté ante la Justicia”, enfatizó.

La pesadilla de recordar a su hija al borde de la muerte, subiendo a un avión sanitario y rogando por recuperarla, vuelve una y otra vez a su mente. “Tengo miedo que todo eso vuelva a pasar. La pasamos muy mal. No me gustaría que se repita”, reveló.

Sobre el estado actual de Jenny dijo que está muy vulnerable. Que había logrado avanzar y volver a su vida normal pero que esta última situación retrotrajo todos los avances. “Habrá que contenerla. Quiero que se haga justicia. En un principio ya me parecía muy light la condena que le aplicaron. Corre riesgo la vida de mi hija”, indicó.

Imploró además Vanesa: “Con esto que hizo, ojalá pueda ir preso. Que se le de un escarmiento. Sino la reflexión es: voy, golpeo y mato total soy menor. El miedo está. No hacia mí. Hacia mis hijas. Quiero que se haga justicia”, reiteró.

Sostuvo Vanesa que en su momento, la misma Jenniffer le pidió al fiscal la prohibición de acercamiento. “Habíamos ido a comprar al negocio en común y estaba él. Compartimos todo. Las calles, los lugares, etcétera. Lo ideal sería mudarnos, estar más lejos”, indicó.

El mismo barrio

El inconveniente principal de la familia de la víctima es que viven en el mismo barrio que el agresor. Esa convivencia resulta cada vez más pesada. Por esta razón, Vanesa solicitó ayuda para conseguir otra vivienda en otro sector de la ciudad pero aún la respuesta no ha llegado por parte de las autoridades competentes. Ya no sabe cómo decir que la vida de su hija y la del entorno familiar, corren peligro. Está anotada hace más de 20 años en el Instituto Provincial de la Vivienda pero la solución aún no llega.

Sobre los mensajes del agresor, dice: “admite que está robando y que la Policía lo persigue. Por 18 meses debería estar cumpliendo las medidas. Tiene que trabajar o tener un oficio. No está cumpliendo nada. Se escapa de la Policía. Van a tener que revisar todo. Violó la prohibición”, reiteró.

Para finalizar, admitió que está ya abatida y quedándose sin fuerzas. “Todo esto que nos está pasando, lo tomo como volver a foja cero. Cuando pensamos que ya había pasado casi 2 años nos habíamos tranquilizado. Todo parecía marchar bien, volver a la normalidad de a poco. Pero al surgir esto, nos desmoronó todo”, concluyó.#


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