"Europa cosecha sus pecados con los refugiados sirios"

Raji Sourani tiene 61 años, nació en la Franja de Gaza y toda su vida la pasó rodeado de refugiados que no tienen ninguna perspectiva de dejar de serlo y que fueron olvidados por el mundo. Por eso, nada de lo que pasa hoy en Europa lo sorprende.

11 SEP 2015 - 14:21 | Actualizado

"Las potencias occidentales tienen una memoria muy selectiva y fea. Conocen el sufrimiento de los refugiados palestinos y son en parte responsables, al igual que lo son de los millones de refugiados sirios. Es vergonzoso", sentenció el varias veces premiado defensor de derechos humanos en diálogo con Télam.

De visita por primera vez en Buenos Aires, para participar del Congreso sobre Jurisdicción Universal en el Siglo XXI organizado esta semana por la Fundación Internacional Baltasar Garzón, Sourani es muy crítico del foco que por estos días medios y líderes internacionales hacen sobre la situación de los refugiados en el mundo, especialmente de los sirios.

"El Occidente civilizado dice estar coordinando con regímenes criminales, reaccionarios y corruptos una política legal, democrática y atenta a los derechos humanos para derrocar al régimen de (Bashar) Al Assad en Siria", denunció el director del Centro Palestino para los Derechos Humanos, una de las organizaciones de Gaza más reconocidas en el mundo.

"Estas potencias están coordinando su política hacia Damasco con países como Arabia Saudita, en donde las mujeres no pueden manejar, con los qataríes y los emiratíes, quienes están enviando armas y dinero a Siria para derrocar a Al Assad", continuó el veterano defensor de los derechos humanos palestinos.

"Lo que pasa hoy en Europa es la cosecha de sus pecados", agregó.

Sourani no tiene paciencia para las sutilezas del discurso políticamente correcto, especialmente cuando se trata de los gobiernos de las potencias occidentales que encabezan la llamada comunidad internacional.

Desde que comenzó a trabajar como abogado defendiendo a palestinos frente a los abusos de la ocupación militar a fines de los años 70, Sourani entró y salió de las cárceles israelíes. Llegó a pasar hasta tres años seguidos adentro y fue salvajemente torturado.

Fue su inclusión en la lista de presos de conciencia de Amnistía Internacional y la intermediación de reconocidos defensores internacionales de los derechos humanos y de la Asociación de Abogados Estadounidenses la que le permitió no repetir una estancia tan larga tras las rejas.

Además, Sourani recibió algunos de los premios más importantes en la defensa de los derechos humanos, entre ellos el premio Robert Kennedy en Estados Unidos y el Right Livelihood, más conocido como el Nobel alternativo, en Suecia.

Sin embargo, ese reconocimiento no lo impactó tanto como cuando su organización chocó con una pared política en Reino Unido y en España, al intentar presentar una denuncia de crímenes de guerra y de lesa humanidad contra líderes israelíes en el marco del principio de justicia universal, el mismo que permitió la detención de Augusto Pinochet en Londres.

O cuando el gobierno de Estados Unidos le negó la entrada en 2012 y lo puso desde entonces en una lista negra por sus presuntos "vínculos con organizaciones terroristas".

"Si nosotros somos los terroristas, ¿qué se puede esperar de esta gente? ¿qué les podemos pedir? Ellos están dando total inmunidad legal y política a los criminales", sentenció, perdiendo por completo la sonrisa bonachona y el tono calmo, casi catedrático.

Sourani recupera su espíritu más tranquilo y pedagógico cuando describe la situación en Gaza, un ejercicio que se ha vuelto una misión en su vida.

"Israel instaló hace casi nueve años el bloqueo militar porque, según dijo, quiere debilitar a Hamas, porque la gente lo eligió, porque fuimos civilizados, porque fuimos democráticos, y elegimos a nuestro Consejo Legislativo", arrancó el veterano abogado.

El movimiento islamista de Hamas ganó las últimas elecciones generales realizadas en los territorios palestinos, en 2006, y, a diferencia del presidente Mahmud Abbas, aún defiende el derecho palestino a la resistencia armada contra Israel.

"Nueve años después, Hamas es la fuerza política más importante de Gaza y el grupo político armado palestino más fuerte de la historia de la resistencia. O sea, (los israelíes) mataron a miles y no consiguieron su objetivo declarado", continuó Sourani, destacando en todo momento que las únicas víctimas terminaron siendo los civiles de la franja.

"Hoy en Gaza más del 65% no recibe un salario o está desempleado, un 90% está por debajo de la línea de pobreza y un 85% depende de la ayuda que les provee la ONU y organizaciones humanitarias internacionales", enumeró como quien cuenta la misma historia por enésima vez.

Al acercarse a una conclusión, Sourani sale del trance inducido por las cifras y recupera la fuerza en su voz.

"Nos convirtieron en una nación de mendigos", sentenció, cargando las culpas contra Israel, el país que ocupa su territorio hace más de 60 años, y las potencias occidentales que "dan dinero porque quieren que los palestinos se mantengan tranquilos".

11 SEP 2015 - 14:21

"Las potencias occidentales tienen una memoria muy selectiva y fea. Conocen el sufrimiento de los refugiados palestinos y son en parte responsables, al igual que lo son de los millones de refugiados sirios. Es vergonzoso", sentenció el varias veces premiado defensor de derechos humanos en diálogo con Télam.

De visita por primera vez en Buenos Aires, para participar del Congreso sobre Jurisdicción Universal en el Siglo XXI organizado esta semana por la Fundación Internacional Baltasar Garzón, Sourani es muy crítico del foco que por estos días medios y líderes internacionales hacen sobre la situación de los refugiados en el mundo, especialmente de los sirios.

"El Occidente civilizado dice estar coordinando con regímenes criminales, reaccionarios y corruptos una política legal, democrática y atenta a los derechos humanos para derrocar al régimen de (Bashar) Al Assad en Siria", denunció el director del Centro Palestino para los Derechos Humanos, una de las organizaciones de Gaza más reconocidas en el mundo.

"Estas potencias están coordinando su política hacia Damasco con países como Arabia Saudita, en donde las mujeres no pueden manejar, con los qataríes y los emiratíes, quienes están enviando armas y dinero a Siria para derrocar a Al Assad", continuó el veterano defensor de los derechos humanos palestinos.

"Lo que pasa hoy en Europa es la cosecha de sus pecados", agregó.

Sourani no tiene paciencia para las sutilezas del discurso políticamente correcto, especialmente cuando se trata de los gobiernos de las potencias occidentales que encabezan la llamada comunidad internacional.

Desde que comenzó a trabajar como abogado defendiendo a palestinos frente a los abusos de la ocupación militar a fines de los años 70, Sourani entró y salió de las cárceles israelíes. Llegó a pasar hasta tres años seguidos adentro y fue salvajemente torturado.

Fue su inclusión en la lista de presos de conciencia de Amnistía Internacional y la intermediación de reconocidos defensores internacionales de los derechos humanos y de la Asociación de Abogados Estadounidenses la que le permitió no repetir una estancia tan larga tras las rejas.

Además, Sourani recibió algunos de los premios más importantes en la defensa de los derechos humanos, entre ellos el premio Robert Kennedy en Estados Unidos y el Right Livelihood, más conocido como el Nobel alternativo, en Suecia.

Sin embargo, ese reconocimiento no lo impactó tanto como cuando su organización chocó con una pared política en Reino Unido y en España, al intentar presentar una denuncia de crímenes de guerra y de lesa humanidad contra líderes israelíes en el marco del principio de justicia universal, el mismo que permitió la detención de Augusto Pinochet en Londres.

O cuando el gobierno de Estados Unidos le negó la entrada en 2012 y lo puso desde entonces en una lista negra por sus presuntos "vínculos con organizaciones terroristas".

"Si nosotros somos los terroristas, ¿qué se puede esperar de esta gente? ¿qué les podemos pedir? Ellos están dando total inmunidad legal y política a los criminales", sentenció, perdiendo por completo la sonrisa bonachona y el tono calmo, casi catedrático.

Sourani recupera su espíritu más tranquilo y pedagógico cuando describe la situación en Gaza, un ejercicio que se ha vuelto una misión en su vida.

"Israel instaló hace casi nueve años el bloqueo militar porque, según dijo, quiere debilitar a Hamas, porque la gente lo eligió, porque fuimos civilizados, porque fuimos democráticos, y elegimos a nuestro Consejo Legislativo", arrancó el veterano abogado.

El movimiento islamista de Hamas ganó las últimas elecciones generales realizadas en los territorios palestinos, en 2006, y, a diferencia del presidente Mahmud Abbas, aún defiende el derecho palestino a la resistencia armada contra Israel.

"Nueve años después, Hamas es la fuerza política más importante de Gaza y el grupo político armado palestino más fuerte de la historia de la resistencia. O sea, (los israelíes) mataron a miles y no consiguieron su objetivo declarado", continuó Sourani, destacando en todo momento que las únicas víctimas terminaron siendo los civiles de la franja.

"Hoy en Gaza más del 65% no recibe un salario o está desempleado, un 90% está por debajo de la línea de pobreza y un 85% depende de la ayuda que les provee la ONU y organizaciones humanitarias internacionales", enumeró como quien cuenta la misma historia por enésima vez.

Al acercarse a una conclusión, Sourani sale del trance inducido por las cifras y recupera la fuerza en su voz.

"Nos convirtieron en una nación de mendigos", sentenció, cargando las culpas contra Israel, el país que ocupa su territorio hace más de 60 años, y las potencias occidentales que "dan dinero porque quieren que los palestinos se mantengan tranquilos".


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