"Los bombardeos sobre Siria impulsarán el terrorismo", advierte al Assad

Tras una semana en que Reino Unido y Alemania se unieron a la ofensiva militar liderada por Estados Unidos contra la milicia del Estado Islámico (EI) en Siria, el presidente de ese país árabe, Bashar al Assad, advirtió que los bombardeos occidentales "fracasarán" e "impulsarán el terrorismo".

06 DIC 2015 - 15:18 | Actualizado

"No se puede cortar parte del cáncer. Hay que extirparlo. Este tipo de operaciones (por los bombardeos aéreos) son como cortar parte del cáncer. Eso hará que se extienda más rápido por el cuerpo", aseguró el presidente sirio al diario The Sunday Times, citado por la agencia de noticias EFE.

"¿Cuántas células extremistas existen ahora en Europa? ¿Cuántos han exportado de Europa a Siria? Aquí es donde está el peligro. El peligro está en la incubadora", agregó, desafiante, a semanas de los sangrientos atentados del 13-N de París.

Al mismo tiempo, uno de sus principales aliados internacionales, el gobierno iraní, reiteró que la permanencia de Al Assad en el poder en Damasco es su "línea roja" a la hora de negociar con las potencias occidentales, sus socios de Medio Oriente y Rusia una solución política para el conflicto sirio, según informó la agencia oficial iraní IRNA.

"Irán no tiene pensado dejar solo a Al Asad. En el campo político, para defender la integridad territorial de Siria, tampoco hay que dejarlos solos. Es la línea roja porque fue el elegido por los sirios. Es el pueblo sirio quien debe decidir sobre su destino, y fuera de sus fronteras nadie puede determinar y decir qué tiene que hacer", aseguró Alí Akbar Velayati, uno de los más altos consejeros en asuntos internacionales del líder supremo Alí Jameneí.

Desde los atentados del 13-N en París, el presidente francés, Francois Hollande, intenta sin éxito convencer a sus socios occidentales y de Medio Oriente de unir fuerzas con Rusia, un férreo aliado de Al Assad que también está bombardeando desde el aire al EI en Siria hace más de un mes.

La principal diferencia que separa a las potencias occidentales y sus aliados de Rusia -y también de Irán- es el apoyo a Al Assad, tanto durante el conflicto armado como en una eventual solución política de la guerra.

Esta diferencia se reforzó esta semana cuando el Reino Unido aprobó sumarse a los bombardeos dirigidos por Estados Unidos y cuando Alemania envió refuerzos militares para ayudar con las tareas de reconocimiento y de defensa sobre el espacio aéreo y marítimo sirio.

La fragata alemana Augsburg llegó hoy al sureste mediterráneo para garantizar la seguridad del portaviones francés Charles de Gaulle, la nave emblema de la Marina gala que París envió para redoblar su ofensiva militar contra el EI en Siria, informó la agencia de noticias alemana DPA.

Hasta ahora la fragata alemana Augsburgo estaba desplegada en el centro del Mediterráneo como parte de la operación naval Sofía, que intenta interceptar el cada vez más masivo tráfico de personas en esa región, un problema que desnudó la dramática crisis de refugiados en Europa y los más de 3.600 ahogados en ese mar.

Con el eje ya definitivamente corrido de los refugiados a la guerra en Siria, el vicecanciller y ministro de Economía de Alemania, Sigmar Gabriel, prometió que el EI será derrotado porque "amenaza con su terror a todo el mundo", según una entrevista publicada hoy por el diario dominical Bild am Sonntag.

A diferencia de sus aliados occidentales, Gabriel hizo referencia a los errores del país y destacó que "la guerra ilegal en Irak convirtió al país en un semillero de terroristas porque destruyó todas las estructuras estatales".

La mención no es casual.

El EI nació en Irak durante la ocupación estadounidense y creció al calor de los abusos y las violaciones a los derechos humanos cometidos por esas fuerzas extranjeras y sus aliados iraquíes.

Más tarde, se alimentó de la guerra civil siria, de la represión sistemática del gobierno de Al Assad y del envío de armas, dinero y ayuda de los enemigos regionales y occidentales del presidente sirio a los rebeldes.

Hoy el EI parece ser la milicia insurgente que más avanza en Siria.

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos, una organización pro opositora con sede en Londres, informó hoy que en las últimas 24 horas el EI asesinó en ese país árabe a seis personas por practicar brujería y colaborar con enemigos de la milicia, en la provincia de Deir al Zor, fronteriza con Irak.

Al mismo tiempo denunció que al menos 13 civiles, entre ellos dos menores, fallecieron hoy y decenas resultaron heridos por bombardeos aéreos, presuntamente de las fuerzas rusas, en la la localidad siria de Zamalka, a las afueras de Damasco.

Además, el Observartorio informó que en el norte del país, en la provincia de Al Raqa, el principal bastión del EI, al menos 32 milicianos de este grupo murieron pro varios bombardeos aéreos de la coalición internacional, liderada por Estados Unidos.

Es difícil conocer las consecuencias de cada ataque en Siria después de más de cuatro de un conflicto armado que ya mató a más de 250.000 personas y forzó a más de la mitad de la población a abandonar sus casas y refugiarse dentro y fuera del país.

Lo único cierto es que el Ejército sirio, Rusia, Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Turquía bombardean desde el aire todos los días el devastado país árabe, al tiempo que innumerables milicias, aliadas y enemigas de Al Assad, locales y extranjeras, combaten cuerpo a cuerpo en un terreno, en el que los civiles hace tiempo que se convirtieron en rehenes.

06 DIC 2015 - 15:18

"No se puede cortar parte del cáncer. Hay que extirparlo. Este tipo de operaciones (por los bombardeos aéreos) son como cortar parte del cáncer. Eso hará que se extienda más rápido por el cuerpo", aseguró el presidente sirio al diario The Sunday Times, citado por la agencia de noticias EFE.

"¿Cuántas células extremistas existen ahora en Europa? ¿Cuántos han exportado de Europa a Siria? Aquí es donde está el peligro. El peligro está en la incubadora", agregó, desafiante, a semanas de los sangrientos atentados del 13-N de París.

Al mismo tiempo, uno de sus principales aliados internacionales, el gobierno iraní, reiteró que la permanencia de Al Assad en el poder en Damasco es su "línea roja" a la hora de negociar con las potencias occidentales, sus socios de Medio Oriente y Rusia una solución política para el conflicto sirio, según informó la agencia oficial iraní IRNA.

"Irán no tiene pensado dejar solo a Al Asad. En el campo político, para defender la integridad territorial de Siria, tampoco hay que dejarlos solos. Es la línea roja porque fue el elegido por los sirios. Es el pueblo sirio quien debe decidir sobre su destino, y fuera de sus fronteras nadie puede determinar y decir qué tiene que hacer", aseguró Alí Akbar Velayati, uno de los más altos consejeros en asuntos internacionales del líder supremo Alí Jameneí.

Desde los atentados del 13-N en París, el presidente francés, Francois Hollande, intenta sin éxito convencer a sus socios occidentales y de Medio Oriente de unir fuerzas con Rusia, un férreo aliado de Al Assad que también está bombardeando desde el aire al EI en Siria hace más de un mes.

La principal diferencia que separa a las potencias occidentales y sus aliados de Rusia -y también de Irán- es el apoyo a Al Assad, tanto durante el conflicto armado como en una eventual solución política de la guerra.

Esta diferencia se reforzó esta semana cuando el Reino Unido aprobó sumarse a los bombardeos dirigidos por Estados Unidos y cuando Alemania envió refuerzos militares para ayudar con las tareas de reconocimiento y de defensa sobre el espacio aéreo y marítimo sirio.

La fragata alemana Augsburg llegó hoy al sureste mediterráneo para garantizar la seguridad del portaviones francés Charles de Gaulle, la nave emblema de la Marina gala que París envió para redoblar su ofensiva militar contra el EI en Siria, informó la agencia de noticias alemana DPA.

Hasta ahora la fragata alemana Augsburgo estaba desplegada en el centro del Mediterráneo como parte de la operación naval Sofía, que intenta interceptar el cada vez más masivo tráfico de personas en esa región, un problema que desnudó la dramática crisis de refugiados en Europa y los más de 3.600 ahogados en ese mar.

Con el eje ya definitivamente corrido de los refugiados a la guerra en Siria, el vicecanciller y ministro de Economía de Alemania, Sigmar Gabriel, prometió que el EI será derrotado porque "amenaza con su terror a todo el mundo", según una entrevista publicada hoy por el diario dominical Bild am Sonntag.

A diferencia de sus aliados occidentales, Gabriel hizo referencia a los errores del país y destacó que "la guerra ilegal en Irak convirtió al país en un semillero de terroristas porque destruyó todas las estructuras estatales".

La mención no es casual.

El EI nació en Irak durante la ocupación estadounidense y creció al calor de los abusos y las violaciones a los derechos humanos cometidos por esas fuerzas extranjeras y sus aliados iraquíes.

Más tarde, se alimentó de la guerra civil siria, de la represión sistemática del gobierno de Al Assad y del envío de armas, dinero y ayuda de los enemigos regionales y occidentales del presidente sirio a los rebeldes.

Hoy el EI parece ser la milicia insurgente que más avanza en Siria.

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos, una organización pro opositora con sede en Londres, informó hoy que en las últimas 24 horas el EI asesinó en ese país árabe a seis personas por practicar brujería y colaborar con enemigos de la milicia, en la provincia de Deir al Zor, fronteriza con Irak.

Al mismo tiempo denunció que al menos 13 civiles, entre ellos dos menores, fallecieron hoy y decenas resultaron heridos por bombardeos aéreos, presuntamente de las fuerzas rusas, en la la localidad siria de Zamalka, a las afueras de Damasco.

Además, el Observartorio informó que en el norte del país, en la provincia de Al Raqa, el principal bastión del EI, al menos 32 milicianos de este grupo murieron pro varios bombardeos aéreos de la coalición internacional, liderada por Estados Unidos.

Es difícil conocer las consecuencias de cada ataque en Siria después de más de cuatro de un conflicto armado que ya mató a más de 250.000 personas y forzó a más de la mitad de la población a abandonar sus casas y refugiarse dentro y fuera del país.

Lo único cierto es que el Ejército sirio, Rusia, Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Turquía bombardean desde el aire todos los días el devastado país árabe, al tiempo que innumerables milicias, aliadas y enemigas de Al Assad, locales y extranjeras, combaten cuerpo a cuerpo en un terreno, en el que los civiles hace tiempo que se convirtieron en rehenes.


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