La agencia Fitch le bajó la nota a Brasil

La agencia Fitch rebajó hoy la nota de Brasil de BBB- a BB+ y le quitó el grado de inversión, informó la agencia calificadora de riesgo.

16 DIC 2015 - 15:02 | Actualizado

Esta es la segunda agencia que ubica al país sudamericano en grado especulativo, ya que en septiembre fue Standard & Poor's la que le quitó el grado inversor tras rebajarle la nota y colocarla en perspectiva negativa.

La agencia menciona como fundamentos la recesión más profunda de lo esperado en la que está inmersa la séptima mayor economía del mundo, el agravamiento del escenario fiscal y la creciente incertidumbre respecto de las posibilidades reales del Gobierno de Dilma Rousseff de implementar medidas tendientes a sanear la economía y frenar el crecimiento de la deuda, indicó un cable de la agencia de noticias DPA.

La primera consecuencia directa de que una segunda agencia le haya quitado al país el grado inversor es que algunos inversores se verán obligados a dejar de operar en el país. Además, la pérdida del certificado de buen pagador que representa el grado inversor dificulta el acceso al crédito internacional para el país y sus empresas, y se desvaloriza la moneda local frente al dólar.

Para hacer el diagnóstico de la situación del país, Fitch cita los últimos datos económicos que indican que las inversiones y el consumo siguen cayendo en Brasil. En base a ese diagnóstico, la agencia prevé una retracción del Producto Interno Bruto (PIB) para este año de 3,7 por ciento, y de 2,5 por ciento para 2016.

Los últimos datos del desempeño de la economía brasileña relativos a este año dan cuenta de una contracción del PIB de 3,2 por ciento entre enero y septiembre, un desempleo que afecta a casi nueve millones de personas y una inflación que se ubica en 8,49 por ciento según un informe reciente del Banco Central (casi el doble de la meta oficial, que es de 4,5 por ciento al año).

La agencia destaca asimismo las constantes modificaciones de la meta fiscal del Gobierno, que contaminaron la credibilidad de la política económica. De hecho, la resolución de Fitch se da a conocer un día después de que el Gobierno enviara al Congreso un proyecto para reducir la meta fiscal para 2016, de 0,7 a 0,5 por ciento del PIB, con la posibilidad incluso de acabar el año con un superávit primario igual a cero.

El proyecto contempla la posibilidad de descontar 30.580 millones de reales (unos 7.942 millones de dólares) del superávit propuesto, en caso de que se vean "frustrados" algunos ingresos previstos.

La única agencia que mantiene a Brasil dentro del grupo de países confiables es Moody's, que no obstante, la semana pasada avisó que mantendrá la nota brasileña en observación, y en tres meses evaluará si mantiene el grado de inversión.

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16 DIC 2015 - 15:02

Esta es la segunda agencia que ubica al país sudamericano en grado especulativo, ya que en septiembre fue Standard & Poor's la que le quitó el grado inversor tras rebajarle la nota y colocarla en perspectiva negativa.

La agencia menciona como fundamentos la recesión más profunda de lo esperado en la que está inmersa la séptima mayor economía del mundo, el agravamiento del escenario fiscal y la creciente incertidumbre respecto de las posibilidades reales del Gobierno de Dilma Rousseff de implementar medidas tendientes a sanear la economía y frenar el crecimiento de la deuda, indicó un cable de la agencia de noticias DPA.

La primera consecuencia directa de que una segunda agencia le haya quitado al país el grado inversor es que algunos inversores se verán obligados a dejar de operar en el país. Además, la pérdida del certificado de buen pagador que representa el grado inversor dificulta el acceso al crédito internacional para el país y sus empresas, y se desvaloriza la moneda local frente al dólar.

Para hacer el diagnóstico de la situación del país, Fitch cita los últimos datos económicos que indican que las inversiones y el consumo siguen cayendo en Brasil. En base a ese diagnóstico, la agencia prevé una retracción del Producto Interno Bruto (PIB) para este año de 3,7 por ciento, y de 2,5 por ciento para 2016.

Los últimos datos del desempeño de la economía brasileña relativos a este año dan cuenta de una contracción del PIB de 3,2 por ciento entre enero y septiembre, un desempleo que afecta a casi nueve millones de personas y una inflación que se ubica en 8,49 por ciento según un informe reciente del Banco Central (casi el doble de la meta oficial, que es de 4,5 por ciento al año).

La agencia destaca asimismo las constantes modificaciones de la meta fiscal del Gobierno, que contaminaron la credibilidad de la política económica. De hecho, la resolución de Fitch se da a conocer un día después de que el Gobierno enviara al Congreso un proyecto para reducir la meta fiscal para 2016, de 0,7 a 0,5 por ciento del PIB, con la posibilidad incluso de acabar el año con un superávit primario igual a cero.

El proyecto contempla la posibilidad de descontar 30.580 millones de reales (unos 7.942 millones de dólares) del superávit propuesto, en caso de que se vean "frustrados" algunos ingresos previstos.

La única agencia que mantiene a Brasil dentro del grupo de países confiables es Moody's, que no obstante, la semana pasada avisó que mantendrá la nota brasileña en observación, y en tres meses evaluará si mantiene el grado de inversión.


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