La Liga Árabe insta a retomar negociaciones por Siria

El secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, instó hoy a todas las partes del conflicto sirio a respaldar los esfuerzos del enviado especial de la ONU para ese país, Staffan de Mistura, para retirar todos los obstáculos al estancado proceso de negociaciones de paz de Ginebra.

27 ABR 2016 - 15:07 | Actualizado

En un comunicado emitido desde El Cairo, Al Arabi expresó también su "gran preocupación" por los consecuentes riesgos de la escalada militar que se registra en la ciudad y alrededores de Alepo (norte de Siria), así como en otras localidades.

Desde el viernes murieron 89 civiles en la ciudad de Alepo en ataques de los rebeldes y del Ejército, pese a la tregua vigente en la zona, según un informe de Human Rights Watch (HRW) difundido por la agencia de noticias DPA.

El vicedirector para Medio Oriente de la ONG defensora de los derechos humanos, Nadim Houry, llamó desde Beirut a las potencias que intervienen en la guerra civil siria a dedicar mayores esfuerzos a la protección de la población civil.

Por su parte, Al Arabi subrayó la importancia de "desplegar esfuerzos para consolidar la tregua y el cese de hostilidades y también para que continúen las operaciones de asistencia humanitaria en las regiones afectadas y cercadas", indicó la agencia de noticias EFE.

Asimismo, la nota añadió que esos esfuerzos deberán ser desplegados conforme a los mecanismos de trabajo y seguimiento aprobados en la reunión del grupo internacional de apoyo a Siria, celebrada el pasado 11 de febrero en Munich, y a la resolución 2268 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

Esa resolución fue adoptada el pasado 26 de febrero y exigió el cese de las hostilidades y el acceso de ayuda humanitaria a partir del día siguiente.

Además, Al Arabi reiteró "la postura de la Liga Árabe de respaldo a una solución negociada y pacífica al conflicto sirio por considerar que es la única salida posible para cesar el derramamiento de sangre y la destrucción en Siria".

El gobierno sirio acusa a la oposición en el exilio por los ataques, al argumentar que fueron consecuencia directa de "amenazas" y "maniobras" hechas por la delegación opositora durante una ronda de conversaciones de paz para Siria que se celebró la semana pasada en Ginebra y que terminó abruptamente.

Delegados del gobierno y la oposición acudieron a Ginebra convocados por la ONU la semana pasada, pero la ronda de diálogo se interrumpió días después al retirarse los opositores por escasos avances en el acceso humanitario a los civiles en áreas cercadas militarmente y la reanudación de hostilidades en ciertas áreas.

Ayer, el embajador sirio ante la ONU y jefe de la delegación negociadora en Ginebra, Bashar Jaafari, sostuvo que "El objetivo de las declaraciones que hicieron en Ginebra era hacer fracasar estas conversaciones entre sirios y aumentar la intervención exterior en las mismas".

Unas 400.000 personas murieron en Siria y 12 millones quedaron como refugiados o desplazados desde que comenzó el conflicto en el país, en marzo de 2011, con una ola de protestas contra el gobierno que luego se convirtió en una insurgencia armada para derrocar al presidente Bashar Al Assad.

Desde los primeros días de la revuelta, Siria insiste en acusar a Arabia Saudita y Turquía de haber desatado el caos en el país mediante su apoyo a grupos rebeldes, incluyendo a Al Qaeda y al Estado Islámico (EI).

Arabia Saudita y Turquía suministran armas y apoyo logístico a varios grupos insurgentes, pero niegan respaldar al Frente al Nusra y al EI.

Ni el EI ni el Frente Al Nusra se encuentran cubiertos por la ahora tambaleante tregua que rige desde fines de febrero pasado y que fue propuesta a las partes por Estados Unidos y Rusia mantener conversaciones de paz en Ginebra y distribuir ayuda humanitaria para civiles en Siria.

27 ABR 2016 - 15:07

En un comunicado emitido desde El Cairo, Al Arabi expresó también su "gran preocupación" por los consecuentes riesgos de la escalada militar que se registra en la ciudad y alrededores de Alepo (norte de Siria), así como en otras localidades.

Desde el viernes murieron 89 civiles en la ciudad de Alepo en ataques de los rebeldes y del Ejército, pese a la tregua vigente en la zona, según un informe de Human Rights Watch (HRW) difundido por la agencia de noticias DPA.

El vicedirector para Medio Oriente de la ONG defensora de los derechos humanos, Nadim Houry, llamó desde Beirut a las potencias que intervienen en la guerra civil siria a dedicar mayores esfuerzos a la protección de la población civil.

Por su parte, Al Arabi subrayó la importancia de "desplegar esfuerzos para consolidar la tregua y el cese de hostilidades y también para que continúen las operaciones de asistencia humanitaria en las regiones afectadas y cercadas", indicó la agencia de noticias EFE.

Asimismo, la nota añadió que esos esfuerzos deberán ser desplegados conforme a los mecanismos de trabajo y seguimiento aprobados en la reunión del grupo internacional de apoyo a Siria, celebrada el pasado 11 de febrero en Munich, y a la resolución 2268 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

Esa resolución fue adoptada el pasado 26 de febrero y exigió el cese de las hostilidades y el acceso de ayuda humanitaria a partir del día siguiente.

Además, Al Arabi reiteró "la postura de la Liga Árabe de respaldo a una solución negociada y pacífica al conflicto sirio por considerar que es la única salida posible para cesar el derramamiento de sangre y la destrucción en Siria".

El gobierno sirio acusa a la oposición en el exilio por los ataques, al argumentar que fueron consecuencia directa de "amenazas" y "maniobras" hechas por la delegación opositora durante una ronda de conversaciones de paz para Siria que se celebró la semana pasada en Ginebra y que terminó abruptamente.

Delegados del gobierno y la oposición acudieron a Ginebra convocados por la ONU la semana pasada, pero la ronda de diálogo se interrumpió días después al retirarse los opositores por escasos avances en el acceso humanitario a los civiles en áreas cercadas militarmente y la reanudación de hostilidades en ciertas áreas.

Ayer, el embajador sirio ante la ONU y jefe de la delegación negociadora en Ginebra, Bashar Jaafari, sostuvo que "El objetivo de las declaraciones que hicieron en Ginebra era hacer fracasar estas conversaciones entre sirios y aumentar la intervención exterior en las mismas".

Unas 400.000 personas murieron en Siria y 12 millones quedaron como refugiados o desplazados desde que comenzó el conflicto en el país, en marzo de 2011, con una ola de protestas contra el gobierno que luego se convirtió en una insurgencia armada para derrocar al presidente Bashar Al Assad.

Desde los primeros días de la revuelta, Siria insiste en acusar a Arabia Saudita y Turquía de haber desatado el caos en el país mediante su apoyo a grupos rebeldes, incluyendo a Al Qaeda y al Estado Islámico (EI).

Arabia Saudita y Turquía suministran armas y apoyo logístico a varios grupos insurgentes, pero niegan respaldar al Frente al Nusra y al EI.

Ni el EI ni el Frente Al Nusra se encuentran cubiertos por la ahora tambaleante tregua que rige desde fines de febrero pasado y que fue propuesta a las partes por Estados Unidos y Rusia mantener conversaciones de paz en Ginebra y distribuir ayuda humanitaria para civiles en Siria.


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