La extrema derecha alemana, contra el Islam

El principal partido de extrema derecha de Alemania aprobó hoy su programa político y en él proclamó que el "islam no es parte" del país, por lo que pidió proscribir todos sus símbolos en la vida pública.

01 MAY 2016 - 20:11 | Actualizado

"Un islam ortodoxo, que no respeta nuestro orden y pretende combatirlo, que aspira a imponer su religión, no es constitucional", sostuvo el texto aprobado por el congreso federal del partido Alternativa por Alemania (AfD), celebrado en la ciudad sureña de Stuttgart, informó la agencia de noticias EFE.

Además, el programa político redactado por el congreso partidario también respaldó la prohibición de los minaretes, el burka y el uso del pañuelo islámico en la escuela, todos símbolos de la comunidad musulmana.

La premisa y el pedido de prohibición es una afrenta directa a los cuatro millones de musulmanes que viven en la principal potencia económica de la Unión Europea (UE) y a la política integradora -al menos en lo legal- del gobierno de coalición de centro derecha de Angela Merkel.

La AfD es un partido que nació en 2013 y creció al calor del rechazo social a la inmigración y, especialmente, a la llegada de cientos de miles de refugiados de Medio Oriente y África en el último año y medio.

Su discurso es tan extremo y racista que ayer alrededor de 1.500 manifestantes de izquierda intentaron boicotear el congreso partidario, pero fueron frenados por la policía, que terminó arrestando a unos 500.

Después de un fin de semana de acalorados debates, la cuestión del islam y la presunta neutralidad religiosa de la fuerza marcó el momento de mayor tensión entre los militantes y dirigentes de ultraderecha.

Un ejemplo de esta escalada verbal la protagonizó la eurodiputada y vicepresidenta de la AfD, Beatrix von Storch, quien comenzó atacando al islam como "una pura ideología política", pero rápidamente tuvo que frenar a sus compañeros que reclamaban pedir la prohibición de toda inmigración musulmana.

"¿No pretenderán expulsar a todos los musulmanes?", atajó von Storch, cuando la discusión iba en esa dirección, mientras la presidenta del partido, Frauke Petry, insistía en que la AfD predica la "neutralidad religiosa".

"Estamos en contra del adoctrinamiento fundamentalista, sea católico o musulmán. El problema es que esta influencia no se da, en el ámbito cristiano, con la fuerza que adopta en el islam", defendió Petry, ante un grupo de periodistas.

Según una encuesta publicada hoy, la AfD obtendría un 13% de los votos si las elecciones generales se realizaran ahora en Alemania, lo que la convertiría en la tercera fuerza nacional, detrás de los conservadores de Merkel y de sus socios socialdemócratas con un 33% y un 22%, respectivamente.

Más atrás quedarían los Verdes y La Izquierda con un 12% y 9% de los votos, respectivamente.

01 MAY 2016 - 20:11

"Un islam ortodoxo, que no respeta nuestro orden y pretende combatirlo, que aspira a imponer su religión, no es constitucional", sostuvo el texto aprobado por el congreso federal del partido Alternativa por Alemania (AfD), celebrado en la ciudad sureña de Stuttgart, informó la agencia de noticias EFE.

Además, el programa político redactado por el congreso partidario también respaldó la prohibición de los minaretes, el burka y el uso del pañuelo islámico en la escuela, todos símbolos de la comunidad musulmana.

La premisa y el pedido de prohibición es una afrenta directa a los cuatro millones de musulmanes que viven en la principal potencia económica de la Unión Europea (UE) y a la política integradora -al menos en lo legal- del gobierno de coalición de centro derecha de Angela Merkel.

La AfD es un partido que nació en 2013 y creció al calor del rechazo social a la inmigración y, especialmente, a la llegada de cientos de miles de refugiados de Medio Oriente y África en el último año y medio.

Su discurso es tan extremo y racista que ayer alrededor de 1.500 manifestantes de izquierda intentaron boicotear el congreso partidario, pero fueron frenados por la policía, que terminó arrestando a unos 500.

Después de un fin de semana de acalorados debates, la cuestión del islam y la presunta neutralidad religiosa de la fuerza marcó el momento de mayor tensión entre los militantes y dirigentes de ultraderecha.

Un ejemplo de esta escalada verbal la protagonizó la eurodiputada y vicepresidenta de la AfD, Beatrix von Storch, quien comenzó atacando al islam como "una pura ideología política", pero rápidamente tuvo que frenar a sus compañeros que reclamaban pedir la prohibición de toda inmigración musulmana.

"¿No pretenderán expulsar a todos los musulmanes?", atajó von Storch, cuando la discusión iba en esa dirección, mientras la presidenta del partido, Frauke Petry, insistía en que la AfD predica la "neutralidad religiosa".

"Estamos en contra del adoctrinamiento fundamentalista, sea católico o musulmán. El problema es que esta influencia no se da, en el ámbito cristiano, con la fuerza que adopta en el islam", defendió Petry, ante un grupo de periodistas.

Según una encuesta publicada hoy, la AfD obtendría un 13% de los votos si las elecciones generales se realizaran ahora en Alemania, lo que la convertiría en la tercera fuerza nacional, detrás de los conservadores de Merkel y de sus socios socialdemócratas con un 33% y un 22%, respectivamente.

Más atrás quedarían los Verdes y La Izquierda con un 12% y 9% de los votos, respectivamente.


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