Andrea, en peligro

Tiene 29 años y su ex la violó delante de sus dos nenas. Al agresor le dieron prisión domiciliaria pero los separan dos cuadras. Una historia terrible en Trelew.

Andrea. Por esa ventana, ingresó su ex y abusó de ella. Tiene miedo.
03 JUL 2016 - 21:59 | Actualizado

Que no esperen una muerte para decir: esa mujer tenía razón”. Andrea, una joven de 29 años, le habló a la Justicia. Es por el infierno que vivió. Y vive. Su exmarido usó el mismo modus operandi que el hombre que violó a su vecina días atrás. Ingresó por la ventana. “Me agarró a la fuerza y abusó de mí. Delante de mis hijas. Ellas gritaban y pedían auxilio”.

Estuvo en prisión preventiva pero ahora la mutaron a “domiciliaria”. Está a dos cuadras de su casa y la mujer teme por su vida.

Relato

Relató a Jornada lo sucedido. Usó palabras concretas. Se quebró. Pero la necesidad de transmitir su infierno para hacer saber que está en riesgo, fue más fuerte. Admitió que cuando se enteró del caso de la mujer de barrio Presidente Perón de Trelew que fue violada por su vecino pensó: “A mí me pasó lo mismo”.

“Entró mi ex a mi casa. Fue en abril. De madrugada. A las 4 de la mañana. Estaba con mis nenas durmiendo. Él entró y nos asustamos. Me agarró a la fuerza delante de ellas y abusó de de mí. Forcejeamos. Todo para sacarlo de encima, para que se vaya. Le dije que estaban las nenas. Me dijo: qué nenas. En la pieza hay una pared de durlock que se escucha todo. La nena de 8 años gritaba pidiendo auxilio y la de 6 lloraba. Lo mordí y lo arañé para sacarlo. Él me ahorcaba”, recordó.

Andrea indicó que tras lo sucedido, se fue a la cama en la que estaba durmiendo su hija de 6 años y la puso arriba suyo para que su ex no vuelva a agredirla. “Empezó a insultar. La nena más grande le dijo que se vaya. Nos quería pegar. Se fue por el mismo lugar donde entró”, resaltó.

Tiene registro de ese día como si hubiese sido ayer. “Eran las 5 de la mañana y las nenas jugaban como si fuera las 2 de la tarde. No llamé a la Policía, no sabía que hacer. Mandé mensajes a personas preguntando si dormían. A las 7 llegó una conocida mía. Me vio golpeada. Las nenas le contaron todo con lujo de detalles y dimos parte a la Policía. Vino y conté que me había agarrado mi ex del cual estoy separada hace 2 años”, sostuvo.

Fue a la Comisaría de la Mujer. “Hicimos la denuncia. Vino Criminalística y me llevaron al Materno Infantil para pericias ginecologías. La fiscal Silvia Pereira pidió la preventiva por 6 meses y se la dieron. Cayó detenido un jueves. Estuvo en la Comisaría Segunda. Empezaron a amenazarme a mí”.

Silencio

Como sus hijas fueron las únicas testigos, debieron declarar en Cámara Gesell. La mayor no pudo expresarse bien porque “tenía miedo que su papá no la perdonara. La más chiquita no quiso hablar”, indicó.

Pero su paz tras la detención no duró mucho. “En los últimos días de mayo, la Defensa de él pidió una audiencia porque en unas pericias decían que no encontraron semen dentro mío. Supuestamente tampoco encontraron huellas. Le dieron arresto domiciliario. Lo tengo a dos cuadras viviendo. A los dos días, dos mujeres me amenazaron diciendo que levante la denuncia porque mi ex no es ningún violín. Yo no las conocía”, señaló.

Remitió la joven que a los dos días de que su ex estuviese tan cerca de su vivienda, gente desconocida ingresó a su casa. “Estaba con los chicos. Hacía palanca con la puerta para que no ingresen en la pieza. Mi hija más grande no respiraba. Yo pedí un patrullero que venga. Me pedían que levante la denuncia”.

Lo que le preocupa a Andrea es que “con la prisión domiciliaria levantaron la prisión de acercamiento porque no hay peligro. Dicen que no se va a fugar. La medida termina en octubre”.

La pesadilla no comenzó en los últimos dos años sino que duró los 14 años que vivió con él. “Cuando se drogaba me pegaba. Me llevó a separarme cuando estaba con los tres nenes y tomaba pastillas con alcohol: me empezó a pegar. Me decía que no me durmiera. Porque si me dormía no iba a ver la luz del sol. Esa noche me llevé los nenes a la cama. Estaba en la casa de Inta y no me podía dormir. Me vencía el sueño pero me pateaba la cama”.

Esa mañana, cuando su ex se fue a trabajar, Andrea agarró sus pertenencias, sus hijos y se fue. “Fueron 14 años de pesadilla y era cada vez peor pero nunca pensé que iba a llegar a este límite. Lo que me duele, es que mis hijas vieron todo”.

Admitió la joven que siente miedo. “Más con el tema que entraron. Me agarraron. El tenía privilegios cuando estaba detenido. Soy hija de excomisario. Le dio privilegios a él. Sus familiares hablaron con mi papá para que moviera gente. Logró trasladarlo de la Seccional Segunda a Playa Unión, donde estaba solo y lo ayudó a pelear para el arrestro domiciliario” expresó con bronca e impotencia.

Dijo que el motivo por el cual expuso públicamente su caso es porque tiene miedo y necesita justicia. “No quiero ser una más. No quiero que la Justicia se mueva recién cuando haya una muerte o sea peor. Sé que le van a dar la libertad, que va a ser peor y tengo que estar bien por mis tres hijos. Se que se va a venir fuerte si lo dejan libre. Con arresto domiciliario me entraron. Mis hijos tienen que ver todo eso. Que la justicia se mueva, que no esperen una muerte para decir: esa mujer tenía razón”.

“Antes eran golpes, nunca fue así. En la Comisaría me decían que hice bien en denunciarlo. Porque podría haber pasado con una de mis hijas. Ellas viven con miedo. En el momento, me costó hacer la denuncia. Pero lo hice enseguida. Sentía vergüenza pero sé que valió la pena. Que me estoy haciendo respetar. Pero una persona que abusa de vos no sabés con qué va a seguir”. #

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Andrea. Por esa ventana, ingresó su ex y abusó de ella. Tiene miedo.
03 JUL 2016 - 21:59

Que no esperen una muerte para decir: esa mujer tenía razón”. Andrea, una joven de 29 años, le habló a la Justicia. Es por el infierno que vivió. Y vive. Su exmarido usó el mismo modus operandi que el hombre que violó a su vecina días atrás. Ingresó por la ventana. “Me agarró a la fuerza y abusó de mí. Delante de mis hijas. Ellas gritaban y pedían auxilio”.

Estuvo en prisión preventiva pero ahora la mutaron a “domiciliaria”. Está a dos cuadras de su casa y la mujer teme por su vida.

Relato

Relató a Jornada lo sucedido. Usó palabras concretas. Se quebró. Pero la necesidad de transmitir su infierno para hacer saber que está en riesgo, fue más fuerte. Admitió que cuando se enteró del caso de la mujer de barrio Presidente Perón de Trelew que fue violada por su vecino pensó: “A mí me pasó lo mismo”.

“Entró mi ex a mi casa. Fue en abril. De madrugada. A las 4 de la mañana. Estaba con mis nenas durmiendo. Él entró y nos asustamos. Me agarró a la fuerza delante de ellas y abusó de de mí. Forcejeamos. Todo para sacarlo de encima, para que se vaya. Le dije que estaban las nenas. Me dijo: qué nenas. En la pieza hay una pared de durlock que se escucha todo. La nena de 8 años gritaba pidiendo auxilio y la de 6 lloraba. Lo mordí y lo arañé para sacarlo. Él me ahorcaba”, recordó.

Andrea indicó que tras lo sucedido, se fue a la cama en la que estaba durmiendo su hija de 6 años y la puso arriba suyo para que su ex no vuelva a agredirla. “Empezó a insultar. La nena más grande le dijo que se vaya. Nos quería pegar. Se fue por el mismo lugar donde entró”, resaltó.

Tiene registro de ese día como si hubiese sido ayer. “Eran las 5 de la mañana y las nenas jugaban como si fuera las 2 de la tarde. No llamé a la Policía, no sabía que hacer. Mandé mensajes a personas preguntando si dormían. A las 7 llegó una conocida mía. Me vio golpeada. Las nenas le contaron todo con lujo de detalles y dimos parte a la Policía. Vino y conté que me había agarrado mi ex del cual estoy separada hace 2 años”, sostuvo.

Fue a la Comisaría de la Mujer. “Hicimos la denuncia. Vino Criminalística y me llevaron al Materno Infantil para pericias ginecologías. La fiscal Silvia Pereira pidió la preventiva por 6 meses y se la dieron. Cayó detenido un jueves. Estuvo en la Comisaría Segunda. Empezaron a amenazarme a mí”.

Silencio

Como sus hijas fueron las únicas testigos, debieron declarar en Cámara Gesell. La mayor no pudo expresarse bien porque “tenía miedo que su papá no la perdonara. La más chiquita no quiso hablar”, indicó.

Pero su paz tras la detención no duró mucho. “En los últimos días de mayo, la Defensa de él pidió una audiencia porque en unas pericias decían que no encontraron semen dentro mío. Supuestamente tampoco encontraron huellas. Le dieron arresto domiciliario. Lo tengo a dos cuadras viviendo. A los dos días, dos mujeres me amenazaron diciendo que levante la denuncia porque mi ex no es ningún violín. Yo no las conocía”, señaló.

Remitió la joven que a los dos días de que su ex estuviese tan cerca de su vivienda, gente desconocida ingresó a su casa. “Estaba con los chicos. Hacía palanca con la puerta para que no ingresen en la pieza. Mi hija más grande no respiraba. Yo pedí un patrullero que venga. Me pedían que levante la denuncia”.

Lo que le preocupa a Andrea es que “con la prisión domiciliaria levantaron la prisión de acercamiento porque no hay peligro. Dicen que no se va a fugar. La medida termina en octubre”.

La pesadilla no comenzó en los últimos dos años sino que duró los 14 años que vivió con él. “Cuando se drogaba me pegaba. Me llevó a separarme cuando estaba con los tres nenes y tomaba pastillas con alcohol: me empezó a pegar. Me decía que no me durmiera. Porque si me dormía no iba a ver la luz del sol. Esa noche me llevé los nenes a la cama. Estaba en la casa de Inta y no me podía dormir. Me vencía el sueño pero me pateaba la cama”.

Esa mañana, cuando su ex se fue a trabajar, Andrea agarró sus pertenencias, sus hijos y se fue. “Fueron 14 años de pesadilla y era cada vez peor pero nunca pensé que iba a llegar a este límite. Lo que me duele, es que mis hijas vieron todo”.

Admitió la joven que siente miedo. “Más con el tema que entraron. Me agarraron. El tenía privilegios cuando estaba detenido. Soy hija de excomisario. Le dio privilegios a él. Sus familiares hablaron con mi papá para que moviera gente. Logró trasladarlo de la Seccional Segunda a Playa Unión, donde estaba solo y lo ayudó a pelear para el arrestro domiciliario” expresó con bronca e impotencia.

Dijo que el motivo por el cual expuso públicamente su caso es porque tiene miedo y necesita justicia. “No quiero ser una más. No quiero que la Justicia se mueva recién cuando haya una muerte o sea peor. Sé que le van a dar la libertad, que va a ser peor y tengo que estar bien por mis tres hijos. Se que se va a venir fuerte si lo dejan libre. Con arresto domiciliario me entraron. Mis hijos tienen que ver todo eso. Que la justicia se mueva, que no esperen una muerte para decir: esa mujer tenía razón”.

“Antes eran golpes, nunca fue así. En la Comisaría me decían que hice bien en denunciarlo. Porque podría haber pasado con una de mis hijas. Ellas viven con miedo. En el momento, me costó hacer la denuncia. Pero lo hice enseguida. Sentía vergüenza pero sé que valió la pena. Que me estoy haciendo respetar. Pero una persona que abusa de vos no sabés con qué va a seguir”. #


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