Hong Kong vota con los reclamos a China como telón de fondo

Cerca de dos millones de personas, el 52,57% del padrón, votaron hoy en las elecciones legislativas de Hong Kong, unos comicios sin incidentes que son clave para el futuro político, a dos años de las populares protestas conocidas como la revolución de los paraguas en las que miles reclamaron más autonomía.

04 SEP 2016 - 15:30 | Actualizado

Estas elecciones, muy importantes desde que Hong Kong dejó de ser dominio británico para volver a la soberanía china en 1997, son las primeras que se producen tras las protestas de 2014 en las que miles de personas reclamaron mayor autonomía democrática y rechazaron una reforma electoral por la cual China preselecciona a los candidatos que compiten en las elecciones generales de la península.

Con una mayor participación que en los comicios de 2012, los ciudadanos emitieron su voto hoy en un clima de tranquilidad y eligieron entre las 84 candidaturas que se disputan 35 de los 70 escaños parlamentarios.

En tanto, los 35 escaños restantes son designados por un grupo preseleccionado que representa al 6% del electorado y que cuenta con gran influencia del gobierno chino.

La personas cercanas al gobernante Partido Comunista suelen ocupar estas bancas, mientras que los partidos que reclaman una apertura democrática abogan por la eliminación de esos escaños de privilegio para los empresarios e insisten con la elección directa del máximo líder de Hong Kong.

Actualmente, el Parlamento hongkonés está compuesto por dos corrientes políticas opuestas: las fuerzas que siguen las directrices de China, que ahora cuentan con mayoría simple, y los partidos tradicionales prodemocráticos de la potencia asiática, de corte moderado, que con 24 escaños tienen capacidad de veto.

Sin embargo, esta distribución podría verse alterada por la irrupción de las fuerzas localistas, que se estrenan en esta contienda electoral con posturas más radicales que van desde reclamar más autonomía hasta abogar por la plena independencia de Hong Kong.

El favorito para ganar más bancas en estas votaciones es el movimiento Hong Konger, formado al calor de las protestas de 2014.

"Se trata de un duelo entre los jóvenes y lo tradicional, la ciudad está dividida pero con la sensación de que la gente está más a favor de posturas más democráticas", dijo a la agencia de noticias EFE Eavan Fallon, una estadounidense nacida en Hong Kong.

Mientras que otro votante, el abogado Mark Wang, sostuvo que "el impulso popular a favor de una mayor protección de Hong Kong respecto a China que surgió en las protestas se ha desvanecido".

"La gente votará hoy con otros problemas más recientes en mente, como el elevado aumento del coste de vida de la ciudad", agregó el abogado.

En 2014, se llamó revolución de los paraguas cuando movimientos estudiantiles y ciudadanos salieron a las calles en reclamo de una apertura democrática, se mantuvieron durante varios meses y llamaron la atención de todo el mundo logrando que sus referentes fueran recibidos por las autoridades el gobierno central hongkonés, un hecho inédito para la península.

Pese al gesto, los líderes de las protestas no obtuvieron los resultados buscados y los manifestantes fueron reprimidos por la Policía.

El resultado de las elecciones de hoy -que se conocerá mañana lunes- pondrá en evidencia el apoyo de la ciudadanía a Beijing, reflejado en los votos a los partidos tradicionales, alineados con China y bien financiados, frente a los partidos locales y prodemocráticos surgidos al calor de las manifestaciones.

Uno de los temas claves de esta campaña fue la independencia de China, país que en 1997 arrebató al Reino Unido el control de la península, la cual desde entonces tiene un estatus de región especial administrativa con cierto grado de autonomía.

Si algún logro se anotaron los manifestantes, fue el haber puesto este tema en el centro del debate pre electoral.

04 SEP 2016 - 15:30

Estas elecciones, muy importantes desde que Hong Kong dejó de ser dominio británico para volver a la soberanía china en 1997, son las primeras que se producen tras las protestas de 2014 en las que miles de personas reclamaron mayor autonomía democrática y rechazaron una reforma electoral por la cual China preselecciona a los candidatos que compiten en las elecciones generales de la península.

Con una mayor participación que en los comicios de 2012, los ciudadanos emitieron su voto hoy en un clima de tranquilidad y eligieron entre las 84 candidaturas que se disputan 35 de los 70 escaños parlamentarios.

En tanto, los 35 escaños restantes son designados por un grupo preseleccionado que representa al 6% del electorado y que cuenta con gran influencia del gobierno chino.

La personas cercanas al gobernante Partido Comunista suelen ocupar estas bancas, mientras que los partidos que reclaman una apertura democrática abogan por la eliminación de esos escaños de privilegio para los empresarios e insisten con la elección directa del máximo líder de Hong Kong.

Actualmente, el Parlamento hongkonés está compuesto por dos corrientes políticas opuestas: las fuerzas que siguen las directrices de China, que ahora cuentan con mayoría simple, y los partidos tradicionales prodemocráticos de la potencia asiática, de corte moderado, que con 24 escaños tienen capacidad de veto.

Sin embargo, esta distribución podría verse alterada por la irrupción de las fuerzas localistas, que se estrenan en esta contienda electoral con posturas más radicales que van desde reclamar más autonomía hasta abogar por la plena independencia de Hong Kong.

El favorito para ganar más bancas en estas votaciones es el movimiento Hong Konger, formado al calor de las protestas de 2014.

"Se trata de un duelo entre los jóvenes y lo tradicional, la ciudad está dividida pero con la sensación de que la gente está más a favor de posturas más democráticas", dijo a la agencia de noticias EFE Eavan Fallon, una estadounidense nacida en Hong Kong.

Mientras que otro votante, el abogado Mark Wang, sostuvo que "el impulso popular a favor de una mayor protección de Hong Kong respecto a China que surgió en las protestas se ha desvanecido".

"La gente votará hoy con otros problemas más recientes en mente, como el elevado aumento del coste de vida de la ciudad", agregó el abogado.

En 2014, se llamó revolución de los paraguas cuando movimientos estudiantiles y ciudadanos salieron a las calles en reclamo de una apertura democrática, se mantuvieron durante varios meses y llamaron la atención de todo el mundo logrando que sus referentes fueran recibidos por las autoridades el gobierno central hongkonés, un hecho inédito para la península.

Pese al gesto, los líderes de las protestas no obtuvieron los resultados buscados y los manifestantes fueron reprimidos por la Policía.

El resultado de las elecciones de hoy -que se conocerá mañana lunes- pondrá en evidencia el apoyo de la ciudadanía a Beijing, reflejado en los votos a los partidos tradicionales, alineados con China y bien financiados, frente a los partidos locales y prodemocráticos surgidos al calor de las manifestaciones.

Uno de los temas claves de esta campaña fue la independencia de China, país que en 1997 arrebató al Reino Unido el control de la península, la cual desde entonces tiene un estatus de región especial administrativa con cierto grado de autonomía.

Si algún logro se anotaron los manifestantes, fue el haber puesto este tema en el centro del debate pre electoral.


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