Se robaron computadoras con padrones de una sede del Sindicato de Petroleros Jerárquicos

Ocurrió en Las Heras, Santa Cruz. El secretario general que va por su reelección, José Llugdar, lo vinculó con los comicios del 2 de octubre. “Me llama sumamente la atención y realmente me duele”, confesó. También reivindicó el control de los gastos del gremio: “Yo rindo hasta el taxi que uso”, graficó.

Desorden. Una de las oficinas santacruceñas donde los vándalos ingresaron para llevarse información.
07 SEP 2016 - 20:17 | Actualizado

Robaron computadoras con padrones en la sede de Las Heras del Sindicato de Petroleros Jerárquicos, en Santa Cruz. Lo confirmó el secretario general, José Llugdar. Ocurrió entre la noche del lunes y la madrugada del martes cuando luego de desactivar la alarma, manos anónimas se apoderaron de los insumos propiedad del gremio. Según el parte de prensa, el acto vandálico “tiene visos de relación con la época preelectoral que se vive y sólo logra lesionar el patrimonio de la entidad”. En los ordenadores robados constaba el listado de afiliados.
“Me encontré con la sorpresa que arrancaron la alarma, se robaron las computadoras porque estaba el padrón que en realidad está accesible a cualquier trabajador. Me llama sumamente la atención y realmente me duelen estas cosas. Cada vez que hablo de esto lo lamento mucho realmente”, dijo Llugdar.
Empero, puso paños fríos a los hechos y los relacionó con la campaña electoral de alguna de las listas opositoras a la continuidad de su mandato en el gremio, cuyo radio de acción abarca toda la Patagonia Austral Argentina: “Esto termina el 2 de octubre. Me deja tranquilo que la gente donde voy me recibe bien y me escucha. Para mí eso es suficiente, así que no voy a hablar mal de nadie. Lo único que hago es ir a presentar los proyectos al afiliado, tanto lo que vamos a hacer, como lo que estamos haciendo y eso es suficiente, que me den la atención a lo que uno va a presentarles”, sostuvo sobre sus constantes recorridas.
Kilometraje

Según el comunicado, el último mes Llugdar recorrió más de 13 mil kilómetros sólo en vuelos, incluidos el viaje a Mendoza por el Plenario de Secretarios Generales Petroleros y el que realizó a Río Grande, Tierra del Fuego. Hay que sumar su presencia en los yacimientos del sur de Chubut y norte de Santa Cruz.
“Cada jornada salgo desde Comodoro Rivadavia y hacemos de 400 a 500 kilómetros por día de lunes a viernes. Lo venimos haciendo durante varias semanas, estoy acostumbrado a estas cosas y no tengo ningún tipo de problemas en hacerlo, y el fin de semana estoy con mi familia, que es fundamental”.
Llugdar destacó la despersonalización de los logros del gremio. “Mi nombre está hoy solamente en los paredones, el año que viene se borran. No lo dejé marcado en bronce en ninguna obra, ni la Comisión Directiva tiene su nombre escrito ni hay ningún monolito ni nada parecido. Estas cosas se hacen porque somos dirigentes, que tenemos un compromiso y si después la gente decide que me tengo que ir lo tendré que aceptar como tal. Tampoco me quita el sueño, tengo otros proyectos”, analizó.
“La sede es la casa del afiliado y la gente puede venir cuando quiera”, reparó por otra parte el dirigente acerca de lo que ocurrió con el edificio de Pico Truncado, abandonado y dañado por su exencargado. “Es responsabilidad de la Comisión Directiva junto al Cuerpo de Delegados, lo digo porque me desayuné de esto por la gente, de quien tengo que escuchar sus inquietudes y si me contaron esto, mi obligación era ir en forma inmediata, y poner en funciones a la persona que debe atender a la gente, porque ese lugar es suyo. Tiene que haber respeto y cuidado porque es de todos”.
Respecto a si es verdad que quien fuera referente de esa sede, para liberarla pedía un millón y medio de pesos, Llugdar se enteró por los trabajadores de Sinopec, justamente, que eran dos millones y medio lo que pedían. “Cada vez que iba a algún lugar, redoblaba la apuesta o la bajaba de acuerdo con quien tuviera enfrente”.
A colación de ello, enfatizó que “a mí el presidente de la Comisión Revisora me cuenta las costillas, lo mismo que al tesorero y al administrativo, por eso con la Comisión Directiva implementamos primero el control satelital de velocidad y pedimos sacar el polarizado de los vidrios de la flota de vehículos del gremio; pusimos una tarjeta TicketCar donde cada trabajador pone su número de DNI y la cantidad de litros de combustible que carga”. 
Estos controles fueron “a pedido, por el descontrol de años atrás. Es para todos, a mí me cuentan hasta una vianda, me controlan lo que gasto en Buenos Aires, no tengo gastos reservados y rindo hasta el taxi. ¿Cómo puedo justificar en una Asamblea que me falta un millón y medio de pesos, cuando ando peleando hasta el precio de la barra de acero que compramos en Comodoro para poder construir, o de una bolsa de cemento?”.#

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Desorden. Una de las oficinas santacruceñas donde los vándalos ingresaron para llevarse información.
07 SEP 2016 - 20:17

Robaron computadoras con padrones en la sede de Las Heras del Sindicato de Petroleros Jerárquicos, en Santa Cruz. Lo confirmó el secretario general, José Llugdar. Ocurrió entre la noche del lunes y la madrugada del martes cuando luego de desactivar la alarma, manos anónimas se apoderaron de los insumos propiedad del gremio. Según el parte de prensa, el acto vandálico “tiene visos de relación con la época preelectoral que se vive y sólo logra lesionar el patrimonio de la entidad”. En los ordenadores robados constaba el listado de afiliados.
“Me encontré con la sorpresa que arrancaron la alarma, se robaron las computadoras porque estaba el padrón que en realidad está accesible a cualquier trabajador. Me llama sumamente la atención y realmente me duelen estas cosas. Cada vez que hablo de esto lo lamento mucho realmente”, dijo Llugdar.
Empero, puso paños fríos a los hechos y los relacionó con la campaña electoral de alguna de las listas opositoras a la continuidad de su mandato en el gremio, cuyo radio de acción abarca toda la Patagonia Austral Argentina: “Esto termina el 2 de octubre. Me deja tranquilo que la gente donde voy me recibe bien y me escucha. Para mí eso es suficiente, así que no voy a hablar mal de nadie. Lo único que hago es ir a presentar los proyectos al afiliado, tanto lo que vamos a hacer, como lo que estamos haciendo y eso es suficiente, que me den la atención a lo que uno va a presentarles”, sostuvo sobre sus constantes recorridas.
Kilometraje

Según el comunicado, el último mes Llugdar recorrió más de 13 mil kilómetros sólo en vuelos, incluidos el viaje a Mendoza por el Plenario de Secretarios Generales Petroleros y el que realizó a Río Grande, Tierra del Fuego. Hay que sumar su presencia en los yacimientos del sur de Chubut y norte de Santa Cruz.
“Cada jornada salgo desde Comodoro Rivadavia y hacemos de 400 a 500 kilómetros por día de lunes a viernes. Lo venimos haciendo durante varias semanas, estoy acostumbrado a estas cosas y no tengo ningún tipo de problemas en hacerlo, y el fin de semana estoy con mi familia, que es fundamental”.
Llugdar destacó la despersonalización de los logros del gremio. “Mi nombre está hoy solamente en los paredones, el año que viene se borran. No lo dejé marcado en bronce en ninguna obra, ni la Comisión Directiva tiene su nombre escrito ni hay ningún monolito ni nada parecido. Estas cosas se hacen porque somos dirigentes, que tenemos un compromiso y si después la gente decide que me tengo que ir lo tendré que aceptar como tal. Tampoco me quita el sueño, tengo otros proyectos”, analizó.
“La sede es la casa del afiliado y la gente puede venir cuando quiera”, reparó por otra parte el dirigente acerca de lo que ocurrió con el edificio de Pico Truncado, abandonado y dañado por su exencargado. “Es responsabilidad de la Comisión Directiva junto al Cuerpo de Delegados, lo digo porque me desayuné de esto por la gente, de quien tengo que escuchar sus inquietudes y si me contaron esto, mi obligación era ir en forma inmediata, y poner en funciones a la persona que debe atender a la gente, porque ese lugar es suyo. Tiene que haber respeto y cuidado porque es de todos”.
Respecto a si es verdad que quien fuera referente de esa sede, para liberarla pedía un millón y medio de pesos, Llugdar se enteró por los trabajadores de Sinopec, justamente, que eran dos millones y medio lo que pedían. “Cada vez que iba a algún lugar, redoblaba la apuesta o la bajaba de acuerdo con quien tuviera enfrente”.
A colación de ello, enfatizó que “a mí el presidente de la Comisión Revisora me cuenta las costillas, lo mismo que al tesorero y al administrativo, por eso con la Comisión Directiva implementamos primero el control satelital de velocidad y pedimos sacar el polarizado de los vidrios de la flota de vehículos del gremio; pusimos una tarjeta TicketCar donde cada trabajador pone su número de DNI y la cantidad de litros de combustible que carga”. 
Estos controles fueron “a pedido, por el descontrol de años atrás. Es para todos, a mí me cuentan hasta una vianda, me controlan lo que gasto en Buenos Aires, no tengo gastos reservados y rindo hasta el taxi. ¿Cómo puedo justificar en una Asamblea que me falta un millón y medio de pesos, cuando ando peleando hasta el precio de la barra de acero que compramos en Comodoro para poder construir, o de una bolsa de cemento?”.#


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