La medida implica que los abuelos deberán pagar el 100 por ciento del valor de los medicamentos, implicando una erogación adicional que golpea en sus finanzas.
Gustavo Demasi, presidente del Colegio de Farmacéuticos de Puerto Madryn, explicó la difícil situación de los farmacéuticos, que financian los medicamentos pese a que no cobran por los mismos. “Desde septiembre se nos adeudan las prestaciones. Esto hace que el farmacéutico termine poniendo el dinero para solventar y financiar la prestación del Pami”, dijo.
Se trata de un problema estructural debido a que “el convenio entre la obra social y la industria no incluye a las organizaciones que nuclea a los farmacéuticos”, dijo Demasi. “Nos ponen las condiciones y nosotros soportamos toda la financiación del sistema. Directamente nos desfinanciamos”.
La cuestión es aún más grave porque al no ingresar el dinero se hace cuesta arriba poder abonar a las droguerías los pedidos. “Si no pagás te cierran la cuenta porque tienen un límite de crédito. Eso hace que te quedes sin la posibilidad de comprar medicamentos para Pami y para todas las obras sociales”.
El pedido de las farmacias es la elaboración de un nuevo acuerdo donde el sector esté incorporado junto con la obra social y la industria de los laboratorios, a los efectos de fijar nuevas reglas que no golpeen a los prestadores. “Estamos planteando un cambio en el modelo del convenio”, reforzó Demasi, quien pidió disculpas por las medidas aunque recalcó que la situación llegó a un punto insostenible desde la faz financiera.
Pami y Seros representan el 80 por ciento de la facturación de las farmacias. Si se le suma el retraso que existe y la inflación, la realidad económica del sector se torna cuesta arriba y de muy difícil sostenimiento. Los medicamentos que se vendan durante el conflicto no tendrán reintegro debido a que el beneficio quedó suspendido.
La medida implica que los abuelos deberán pagar el 100 por ciento del valor de los medicamentos, implicando una erogación adicional que golpea en sus finanzas.
Gustavo Demasi, presidente del Colegio de Farmacéuticos de Puerto Madryn, explicó la difícil situación de los farmacéuticos, que financian los medicamentos pese a que no cobran por los mismos. “Desde septiembre se nos adeudan las prestaciones. Esto hace que el farmacéutico termine poniendo el dinero para solventar y financiar la prestación del Pami”, dijo.
Se trata de un problema estructural debido a que “el convenio entre la obra social y la industria no incluye a las organizaciones que nuclea a los farmacéuticos”, dijo Demasi. “Nos ponen las condiciones y nosotros soportamos toda la financiación del sistema. Directamente nos desfinanciamos”.
La cuestión es aún más grave porque al no ingresar el dinero se hace cuesta arriba poder abonar a las droguerías los pedidos. “Si no pagás te cierran la cuenta porque tienen un límite de crédito. Eso hace que te quedes sin la posibilidad de comprar medicamentos para Pami y para todas las obras sociales”.
El pedido de las farmacias es la elaboración de un nuevo acuerdo donde el sector esté incorporado junto con la obra social y la industria de los laboratorios, a los efectos de fijar nuevas reglas que no golpeen a los prestadores. “Estamos planteando un cambio en el modelo del convenio”, reforzó Demasi, quien pidió disculpas por las medidas aunque recalcó que la situación llegó a un punto insostenible desde la faz financiera.
Pami y Seros representan el 80 por ciento de la facturación de las farmacias. Si se le suma el retraso que existe y la inflación, la realidad económica del sector se torna cuesta arriba y de muy difícil sostenimiento. Los medicamentos que se vendan durante el conflicto no tendrán reintegro debido a que el beneficio quedó suspendido.