Verónica se comunicó con su mamá pero sigue desaparecida
La angustia no cesa. Verónica Marino, de 14 años, desapareció de su casa de Trelew hace dos semanas. En las últimas horas se comunicó varias veces con su madre a través de llamadas telefónicas y mensajes de texto.
Advirtió estar bien de salud pero físicamente aún no apareció. Marta, su madre, no para de buscarla. Pide en forma desesperada que quien sepa algo de ella la ayude. Incluso quiere llegar con su mensaje a quien “la tenga”. A esa persona “le pido que me la devuelva”.
Marta Marino confirmó ayer a Jornada que “Verónica se comunicó conmigo. Me llamó. Pero no quiere decirme en donde está. Quiero que vuelva. No voy a estar tranquila hasta que no la vea. A la persona que la tenga, que me la traiga. Eso quiero decirle. La persona que la tenga le pido que me la devuelva”, reiteró.
Confirmó la mujer que su hija le mandó un mensaje y posteriormente la llamó. “Me dijo: mamá, no te preocupes. Lo hizo de un teléfono que no conozco. Escuché su voz”, remarcó.
Si bien el contacto le devolvió algo de paz al cuerpo, para estar del todo tranquila necesita que vuelva. “Me dijo que estaba bien. La noté calma. Siempre bromeando. Como es ella”.
Admitió Marta que no tiene mucho conocimiento respecto del entorno de Verónica. De sus amigos. De la gente que la rodea. “Es una chica que no salía. Siempre estaba conmigo. No es de salir”.
Reiteró: “Si alguien la ve, que por favor le diga que se comunique conmigo. Necesito que ella aparezca. Saber cómo está. Tengo solo un niño de 6 años conmigo, viviendo acá. Los mayores están en Bolivia”, remarcó.
Verónica es una chica de contextura física robusta. Mide 1,65 metro de altura. Tez morocha, pelo largo negro, no tiene tatuajes ni piercing. En el momento que se ausentó de su domicilio usaba pantalón blanco, una mochila rosada de 47 Street, con campero de cuero color marrón y zapatillas de tela.
Para cualquier información, se pueden comunicar al 2804688390 o al 2804669938.#
Advirtió estar bien de salud pero físicamente aún no apareció. Marta, su madre, no para de buscarla. Pide en forma desesperada que quien sepa algo de ella la ayude. Incluso quiere llegar con su mensaje a quien “la tenga”. A esa persona “le pido que me la devuelva”.
Marta Marino confirmó ayer a Jornada que “Verónica se comunicó conmigo. Me llamó. Pero no quiere decirme en donde está. Quiero que vuelva. No voy a estar tranquila hasta que no la vea. A la persona que la tenga, que me la traiga. Eso quiero decirle. La persona que la tenga le pido que me la devuelva”, reiteró.
Confirmó la mujer que su hija le mandó un mensaje y posteriormente la llamó. “Me dijo: mamá, no te preocupes. Lo hizo de un teléfono que no conozco. Escuché su voz”, remarcó.
Si bien el contacto le devolvió algo de paz al cuerpo, para estar del todo tranquila necesita que vuelva. “Me dijo que estaba bien. La noté calma. Siempre bromeando. Como es ella”.
Admitió Marta que no tiene mucho conocimiento respecto del entorno de Verónica. De sus amigos. De la gente que la rodea. “Es una chica que no salía. Siempre estaba conmigo. No es de salir”.
Reiteró: “Si alguien la ve, que por favor le diga que se comunique conmigo. Necesito que ella aparezca. Saber cómo está. Tengo solo un niño de 6 años conmigo, viviendo acá. Los mayores están en Bolivia”, remarcó.
Verónica es una chica de contextura física robusta. Mide 1,65 metro de altura. Tez morocha, pelo largo negro, no tiene tatuajes ni piercing. En el momento que se ausentó de su domicilio usaba pantalón blanco, una mochila rosada de 47 Street, con campero de cuero color marrón y zapatillas de tela.
Para cualquier información, se pueden comunicar al 2804688390 o al 2804669938.#