Golear, pasar y no dejar dudas

Huracán goleó a Camioneros en una revancha que terminó antes de tiempo. Romero (2), Llesona y Asencio anotaron . El Globo, que hace 14 partidos que no pierde, espera a Sol de Mayo.

19 NOV 2017 - 22:03 | Actualizado

Cuando se encuentra el punto exacto de inspiración, no es aconsejable cambiar. Huracán utiliza una fórmula sencilla, práctica y sonríe, ilusionándose con subir al Federal A. Goleó 4-0 a Camioneros de Río Grande hasta con cierta facilidad y se metió en la siguiente llave ante Sol de Mayo definiendo en Viedma.

El partido pareció hecho a la medida del “Globo” que revalidó su triunfo en la ida con una demostración casi perfecta. Es que encontró rápido la medida, golpeó a un rival que no ofreció reacción y al que neutralizó por completo en lo sicológico. Además, como golpe de gracia, llegó temprano al gol y manejó la pelota y el territorio. Lo pescó de cabeza en el área el paraguayo Romero Villarroel, sacándose de encima una racha sin gritos.

Camioneros bajó la guardia antes de tiempo. Huracán lo apuró arriba sin darle opciones de salida y lo atacó decididamente cada vez que se lo propuso. Porque el paraguayo Romero la aguantó de espaldas al arco; Gabriel Bustos movió los hilos y Barroca entró en la asociación lícita, jugando y tocando. Para colmo, el fondo no solamente fue una muralla sino que se reconstruyó como una herramienta de destrucción ofensiva.

En el complemento, una falta contra Llesona en el área derivó en un penal pitado por el juez Ulloa. Y ahí, Romero ajustició a Godoy con el 2-0 para sentenciar casi por completo a la historia. El trámite nunca cambió. Es más, la diferencia en números pareció ir quedando chica.

Por eso Ezequiel Llesona, defensor camouflado de delantero, llegó hasta el área ajena para definir con un oficio inesperado para el tercero y hubo más, el típico aporte lujoso de Jeremías Asencio quien definió okey, pura clase colgando la pelota por sobre el arquero para que en el Municipal el público caliente las manos a puro aplauso. Llamó la atención, el rápido quiebre experimentado por los fueguinos que el año pasado se habían animado a dar un batacazo (4-3 cortándole el invicto) y que ratifican que a veces, las estadísticas pueden resultar un número vacío. Condicionado y sin ideas futbolísticas, Camioneros terminó quedándose sin nafta bastante lejos de aquella hazaña consumada en el “César Muñóz”. Huracán parece más vivo que nunca. Juega a lo que quiere y a lo que propone; responde atrás con jugadores confiables y en ataque, se recuperó de una amnesia que le hacía mal. Tiene la ambición de los que quieren ser. Con un grupo sólido que exhibe no solamente el invicto sino la pretención, el hambre de jugar la Copa Argentina y de subir de la mano del trabajo.#

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19 NOV 2017 - 22:03

Cuando se encuentra el punto exacto de inspiración, no es aconsejable cambiar. Huracán utiliza una fórmula sencilla, práctica y sonríe, ilusionándose con subir al Federal A. Goleó 4-0 a Camioneros de Río Grande hasta con cierta facilidad y se metió en la siguiente llave ante Sol de Mayo definiendo en Viedma.

El partido pareció hecho a la medida del “Globo” que revalidó su triunfo en la ida con una demostración casi perfecta. Es que encontró rápido la medida, golpeó a un rival que no ofreció reacción y al que neutralizó por completo en lo sicológico. Además, como golpe de gracia, llegó temprano al gol y manejó la pelota y el territorio. Lo pescó de cabeza en el área el paraguayo Romero Villarroel, sacándose de encima una racha sin gritos.

Camioneros bajó la guardia antes de tiempo. Huracán lo apuró arriba sin darle opciones de salida y lo atacó decididamente cada vez que se lo propuso. Porque el paraguayo Romero la aguantó de espaldas al arco; Gabriel Bustos movió los hilos y Barroca entró en la asociación lícita, jugando y tocando. Para colmo, el fondo no solamente fue una muralla sino que se reconstruyó como una herramienta de destrucción ofensiva.

En el complemento, una falta contra Llesona en el área derivó en un penal pitado por el juez Ulloa. Y ahí, Romero ajustició a Godoy con el 2-0 para sentenciar casi por completo a la historia. El trámite nunca cambió. Es más, la diferencia en números pareció ir quedando chica.

Por eso Ezequiel Llesona, defensor camouflado de delantero, llegó hasta el área ajena para definir con un oficio inesperado para el tercero y hubo más, el típico aporte lujoso de Jeremías Asencio quien definió okey, pura clase colgando la pelota por sobre el arquero para que en el Municipal el público caliente las manos a puro aplauso. Llamó la atención, el rápido quiebre experimentado por los fueguinos que el año pasado se habían animado a dar un batacazo (4-3 cortándole el invicto) y que ratifican que a veces, las estadísticas pueden resultar un número vacío. Condicionado y sin ideas futbolísticas, Camioneros terminó quedándose sin nafta bastante lejos de aquella hazaña consumada en el “César Muñóz”. Huracán parece más vivo que nunca. Juega a lo que quiere y a lo que propone; responde atrás con jugadores confiables y en ataque, se recuperó de una amnesia que le hacía mal. Tiene la ambición de los que quieren ser. Con un grupo sólido que exhibe no solamente el invicto sino la pretención, el hambre de jugar la Copa Argentina y de subir de la mano del trabajo.#


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