Más de 2.000 policías en allanamientos en La Salada

Más de 2.000 efectivos policiales sorprendieron esta mañana a los miles de compradores que recorren los puestos de los predios de La Salada con medio millar de allanamientos por falsificación de marcas, a raíz de una investigación que unificó unas 60 causas, informaron fuentes policiales.

06 DIC 2017 - 9:11 | Actualizado

 

El megaoperativo ordenado por el juez Federico Villena, a cargo del Juzgado Federal Criminal y Correccional de Lomas de Zamora, se realizó en las tres ferias del complejo: Urkupiña, Punta Mogotes y Ocean.

Los allanamientos, a cargo de la Policía bonaerense con apoyo de la Policía de la Ciudad y la Federal, buscaban recabar pruebas sobre el negocio de la venta ilegal de ropa que también involucra los delitos de asociación ilícita, amenazas y extorsión, y ocupación ilegal del espacio público.

Durante el operativo también se clausuraron las empresas de seguridad del predio, porque no contaban con las habilitaciones correspondientes.

En declaraciones a Télam Radio, Villena reveló que desde hace un año y medio viene unificando decenas de causas vinculadas con el complejo de ferias en busca de "una investigación más integral", y sostuvo que en torno a ese "mercado ilegal pasó de todo: extorsión, homicidio, drogas, y connivencia con fuerzas de seguridad".

Sobre la modalidad de delitos en el complejo de tres ferias, el magistrado afirmó que "no hay una megaorganización detrás" sino algunas "personas, hay talleres clandestinos, y buscamos ver si encontramos los talleres que producían ropa falsa".

"Muy temprano empezaron a llegar camionetas de policías por todos lados, era imposible llegar con el auto hasta la entrada, nos desviaron hacia otro sector", explicó a Télam Beatriz, que junto a su amiga Sofía van una vez por semana a la feria a comprar mercadería para su negocio.

"Cuando quisimos entrar a Urkupiña, ya estaba cerrado, la policía llegó cerca de las 7 y bloqueó toda la entrada al lugar, incluso mantuvieron a los compradores adentro y no los dejaron salir", agregó la mujer, que explicó que "desde hace unos meses, cuando empezaron otros allanamientos, viene cada vez menos gente".

Jorge, que trabaja en la feria desde hace más de diez años -pero vende sus medias caminando, desde que dejó el puesto que alquilaba en el lugar "hace un tiempo"- explicó que "muchos de los micros que vienen con compradores del interior cuando se enteraron de este operativo cambiaron de rumbo y se fueron a (los negocios del barrio porteño de) Flores".

 

"Cada vez viene menos gente"

"Acá todos laburamos para ganarnos el día, cada vez viene menos gente, sentimos que todo el tiempo hacen este tipo de cosas contra nosotros, no tengo ningún producto de marca, pero cuando te paran te buscan cualquier cosa para sacarte la mercadería", agregó Jorge a Télam. 

Varios vendedores consultados por esta agencia coincidieron en que disminuyó notablemente la cantidad de personas que concurren al predio "desde que cambiaron el horario".

Antes de los operativos que a mediados de año terminaron en la detención de los llamados "reyes de La Salada", Jorge Castillo y Enrique Antequera, la feria permanecía abierta desde las doce hasta las cinco o seis de la mañana; mientras que ahora el horario de atención es de 7 a 15.

"Somos todos trabajadores, duele que te traten como delincuente", aseguró Justina, que atiende un puesto de ropa de niños en Punta Mogotes, mientras su hija amamantaba a una beba de dos meses que dormitaba en un moisés improvisado.

"Cada vez viene menos gente y nosotros vivimos el día a día, no sé bien qué esta pasando en Urkupiña, pero hay veces en que la policía se lleva mercadería y dice que con el acta podés ir a buscar la mercadería, pero siempre te ponen trabas y nunca devuelven nada", apuntó.

Antes del mediodía, mientras continuaba el operativo en Urkupiña, un grupo de compradores se agolpó en la puerta principal de esa feria con la idea de ingresar tras el retiro de la policía con la mercadería en infracción.

"Estamos esperando porque siempre compramos en el mismo puesto", explicó Andrea, de 26 años, que junto a su amiga concurre una vez por semana a La Salada "a buscar mercadería para el negocio" que tienen en Barracas.

"Todo esto es un gran show, para que no se hablen de las cosas importantes que pasan, vienen acá, donde la gente labura y se gana el pan del día, vivimos al día y ellos o te sacan las cosas o te hacen perder el día de trabajo", explicó Yesica, quien vende ropa interior recorriendo las calles rotas del predio en su silla de ruedas.

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06 DIC 2017 - 9:11

 

El megaoperativo ordenado por el juez Federico Villena, a cargo del Juzgado Federal Criminal y Correccional de Lomas de Zamora, se realizó en las tres ferias del complejo: Urkupiña, Punta Mogotes y Ocean.

Los allanamientos, a cargo de la Policía bonaerense con apoyo de la Policía de la Ciudad y la Federal, buscaban recabar pruebas sobre el negocio de la venta ilegal de ropa que también involucra los delitos de asociación ilícita, amenazas y extorsión, y ocupación ilegal del espacio público.

Durante el operativo también se clausuraron las empresas de seguridad del predio, porque no contaban con las habilitaciones correspondientes.

En declaraciones a Télam Radio, Villena reveló que desde hace un año y medio viene unificando decenas de causas vinculadas con el complejo de ferias en busca de "una investigación más integral", y sostuvo que en torno a ese "mercado ilegal pasó de todo: extorsión, homicidio, drogas, y connivencia con fuerzas de seguridad".

Sobre la modalidad de delitos en el complejo de tres ferias, el magistrado afirmó que "no hay una megaorganización detrás" sino algunas "personas, hay talleres clandestinos, y buscamos ver si encontramos los talleres que producían ropa falsa".

"Muy temprano empezaron a llegar camionetas de policías por todos lados, era imposible llegar con el auto hasta la entrada, nos desviaron hacia otro sector", explicó a Télam Beatriz, que junto a su amiga Sofía van una vez por semana a la feria a comprar mercadería para su negocio.

"Cuando quisimos entrar a Urkupiña, ya estaba cerrado, la policía llegó cerca de las 7 y bloqueó toda la entrada al lugar, incluso mantuvieron a los compradores adentro y no los dejaron salir", agregó la mujer, que explicó que "desde hace unos meses, cuando empezaron otros allanamientos, viene cada vez menos gente".

Jorge, que trabaja en la feria desde hace más de diez años -pero vende sus medias caminando, desde que dejó el puesto que alquilaba en el lugar "hace un tiempo"- explicó que "muchos de los micros que vienen con compradores del interior cuando se enteraron de este operativo cambiaron de rumbo y se fueron a (los negocios del barrio porteño de) Flores".

 

"Cada vez viene menos gente"

"Acá todos laburamos para ganarnos el día, cada vez viene menos gente, sentimos que todo el tiempo hacen este tipo de cosas contra nosotros, no tengo ningún producto de marca, pero cuando te paran te buscan cualquier cosa para sacarte la mercadería", agregó Jorge a Télam. 

Varios vendedores consultados por esta agencia coincidieron en que disminuyó notablemente la cantidad de personas que concurren al predio "desde que cambiaron el horario".

Antes de los operativos que a mediados de año terminaron en la detención de los llamados "reyes de La Salada", Jorge Castillo y Enrique Antequera, la feria permanecía abierta desde las doce hasta las cinco o seis de la mañana; mientras que ahora el horario de atención es de 7 a 15.

"Somos todos trabajadores, duele que te traten como delincuente", aseguró Justina, que atiende un puesto de ropa de niños en Punta Mogotes, mientras su hija amamantaba a una beba de dos meses que dormitaba en un moisés improvisado.

"Cada vez viene menos gente y nosotros vivimos el día a día, no sé bien qué esta pasando en Urkupiña, pero hay veces en que la policía se lleva mercadería y dice que con el acta podés ir a buscar la mercadería, pero siempre te ponen trabas y nunca devuelven nada", apuntó.

Antes del mediodía, mientras continuaba el operativo en Urkupiña, un grupo de compradores se agolpó en la puerta principal de esa feria con la idea de ingresar tras el retiro de la policía con la mercadería en infracción.

"Estamos esperando porque siempre compramos en el mismo puesto", explicó Andrea, de 26 años, que junto a su amiga concurre una vez por semana a La Salada "a buscar mercadería para el negocio" que tienen en Barracas.

"Todo esto es un gran show, para que no se hablen de las cosas importantes que pasan, vienen acá, donde la gente labura y se gana el pan del día, vivimos al día y ellos o te sacan las cosas o te hacen perder el día de trabajo", explicó Yesica, quien vende ropa interior recorriendo las calles rotas del predio en su silla de ruedas.


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