“Me ensuciaron y fui cuestionado por Fiscalía, que lejos de escucharme quiso investigarme”

Una mujer que sufrió un robo en Rawson lo acusó de no querer ir a juicio para favorecer a su atacante. Heiber fue imputado por denegación de justicia pero un juez no halló delito. Todo terminó con la víctima desistiendo y el acusado, absuelto. “Si me hubieran dejado, hubiera logrado una condena”.

El Fiscal Heiber pidió que declaren en rebeldía al joven
30 DIC 2017 - 21:14 | Actualizado

En setiembre de este año, el fiscal de Rawson, Osvaldo Heiber, fue denunciado por una mujer policía víctima de un robo con arma que lo acusó de intentar cambiar la calificación de ese episodio por una imputación más leve, favoreciendo que su presunto atacante no fuera a juicio. El investigador fue imputado por denegación de justicia y acusado por su colega de Puerto Madryn, Daniel Béz. El dato fue publicado por este diario.
Sin embargo, en octubre el juez César Zaratiegui consideró que no había delito y no autorizó la apertura de la investigación. En paralelo, el caso original terminó con Franco Jaramillo, el presunto atacante, absuelto: los testigos no fueron a la audiencia y María Riquelme, la víctima que había denunciado a Heiber, desistió de seguir con el proceso.
El fiscal brindó su versión del caso. “Quiero limpiar mi imagen pública porque esa noticia me perjudicó: trabajo seriamente y siempre trato de ser lo más responsable posible dentro de lo que me permite el sistema y el cúmulo de causas. Fui gravemente perjudicado porque no fue como se publicó”.
Explicó que cuando analizó el ataque a la mujer, había evidencias para demostrar un robo simple pero no el uso de un arma, que agravaba la imputación. “En un juicio el uso del arma se podía acreditar pero era muy difícil; muchas veces vamos a juicio sin un resultado asegurado”.
El defensor del acusado, Omar Lopez, le propuso un juicio abreviado y una condena de dos años y 6 meses de prisión en suspenso. “Me aseguraba una sanción. Quizás no sea la máxima que uno pretendería pero uno debe analizar con qué elementos cuenta para ir a juicio”.
Según Heiber, de ir a juicio “dependemos de lo que declaren los testigos y de que vayan; infinidad de veces no quieren, no pueden o no están en la zona, y nos frustra el resultado”. La mujer fue lastimada con un cuchillo. “Había un certificado médico pero había que acreditar que esas lesiones eran por ese hecho y el cuchillo no se había secuestrado. Los médicos a veces tampoco van al juicio a ratificar sus informes, nos cuesta mucho”.
“Evalué todo y la propuesta del defensor era razonable”. Heiber explicó la oferta de un acuerdo a la víctima y a su marido. “En ningún momento me negué a ir a juicio. Les aclaré en todo momento que no tenía ningún problema pero que no garantizaba una condena. Un juicio abreviado sí la garantiza”.
El fiscal consideró que una condena aún en suspenso “iba a ser útil para la sociedad porque yo estaba realmente convencido de que la persona había cometido el hecho, pero eso no quiere decir que se pueda probar en el juicio”. Les dijo que lo evaluaran. “No había cerrado el acuerdo con el defensor, a quien le dije que estaba supeditado a la opinión de las víctimas. El Código no me exige el consentimiento pero por delicadez y ética, si la víctima no está de acuerdo difícilmente yo haga trato con la defensa”.
Esta propuesta de Heiber a la mujer fue en un lugar público: la mesa de entradas de la Oficina Judicial de Rawson. “No tenía nada que esconder si me escuchaba porque era válido y legal”. En un principio la víctima asintió. “Evidentemente se arrepintió. Me comentaron que fue a la Fiscalía ofuscada porque había interpretado algo que yo no le dije. Muchas veces quien no entiende de Derecho puede malinterpretar cuestiones finas”.
“Enojada, me hizo una denuncia penal con lo que decía la nota: que yo le había dicho que no se podía ir a juicio. Todo lo contrario: le dije que se podía pero le hablé de la conveniencia del abreviado”. Molesto, Heiber reveló que “la Fiscalía, lejos de llamarme o preguntarme qué había sucedido, promovió la acción y pretendió abrir una investigación”.  
La frustrada causa en su contra “me causó un daño moral muy grande y mi imagen se ensució”. Se enteró de la imputación por Jornada antes de ser notificado. “Ese artículo tenía pormenores que deben haber salido de la propia Fiscalía”.
Heiber explicó que “no hubo denegación de justicia justamente porque pretendí obtener una condena. La víctima me denunció porque evidentemente no estaba conforme y quería ir a juicio con una pena y una calificación mayor”.
El fiscal consideró que el defensor López “es muy bueno, no come vidrio y no me hubiera hecho esa propuesta si él hubiera entendido que no había pruebas”.
“El acuerdo era buenísimo y sin embargo fui cuestionado por la propia Fiscalía, que lejos de escucharme pretendió abrir una investigación en mi contra por la denuncia de una persona ofendida por algo cuyo resultado fue justamente la absolución: yo hubiera logrado una condena si me hubieran dejado acordar”.
El fiscal subrayó que “los mismos que me habían hecho una denuncia porque pretendían ir a juicio fueron los que desistieron, dijeron `Nos vamos´ y no había ido ningún testigo. Se dio tal cual yo preveía. Socialmente no fue conveniente”.
-¿Le quedó una molestia?
-Sí, en lo personal y profesional. Se me hizo daño porque trato de actuar seriamente. Si bajé la calificación a robo simple es porque analicé el caso y el agravante iba a ser difícil de probar. Un juicio abreviado de un robo simple me garantizaba una condena.
-¿Y molesto con Fiscalía?
-En realidad sí porque brindó información a la prensa antes de que yo me notifique de que tenía una causa por la cual me iban a hacer una apertura de investigación. Primero me tendrían que haber escuchado a mí. Me molesta la exposición pública con algo en lo que realmente había actuado bien.
Heiber consideró que “el tiempo y el proceso me terminaron dando la razón; no era un cambio de calificación para no ir a juicio. No tengo ningún reparo en ir a juicio, pero pareciera que cambié la calificación porque soy un vago que no quiere laburar. Trabajo de la mejor manera posible y ajustado a Derecho”.#

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El Fiscal Heiber pidió que declaren en rebeldía al joven
30 DIC 2017 - 21:14

En setiembre de este año, el fiscal de Rawson, Osvaldo Heiber, fue denunciado por una mujer policía víctima de un robo con arma que lo acusó de intentar cambiar la calificación de ese episodio por una imputación más leve, favoreciendo que su presunto atacante no fuera a juicio. El investigador fue imputado por denegación de justicia y acusado por su colega de Puerto Madryn, Daniel Béz. El dato fue publicado por este diario.
Sin embargo, en octubre el juez César Zaratiegui consideró que no había delito y no autorizó la apertura de la investigación. En paralelo, el caso original terminó con Franco Jaramillo, el presunto atacante, absuelto: los testigos no fueron a la audiencia y María Riquelme, la víctima que había denunciado a Heiber, desistió de seguir con el proceso.
El fiscal brindó su versión del caso. “Quiero limpiar mi imagen pública porque esa noticia me perjudicó: trabajo seriamente y siempre trato de ser lo más responsable posible dentro de lo que me permite el sistema y el cúmulo de causas. Fui gravemente perjudicado porque no fue como se publicó”.
Explicó que cuando analizó el ataque a la mujer, había evidencias para demostrar un robo simple pero no el uso de un arma, que agravaba la imputación. “En un juicio el uso del arma se podía acreditar pero era muy difícil; muchas veces vamos a juicio sin un resultado asegurado”.
El defensor del acusado, Omar Lopez, le propuso un juicio abreviado y una condena de dos años y 6 meses de prisión en suspenso. “Me aseguraba una sanción. Quizás no sea la máxima que uno pretendería pero uno debe analizar con qué elementos cuenta para ir a juicio”.
Según Heiber, de ir a juicio “dependemos de lo que declaren los testigos y de que vayan; infinidad de veces no quieren, no pueden o no están en la zona, y nos frustra el resultado”. La mujer fue lastimada con un cuchillo. “Había un certificado médico pero había que acreditar que esas lesiones eran por ese hecho y el cuchillo no se había secuestrado. Los médicos a veces tampoco van al juicio a ratificar sus informes, nos cuesta mucho”.
“Evalué todo y la propuesta del defensor era razonable”. Heiber explicó la oferta de un acuerdo a la víctima y a su marido. “En ningún momento me negué a ir a juicio. Les aclaré en todo momento que no tenía ningún problema pero que no garantizaba una condena. Un juicio abreviado sí la garantiza”.
El fiscal consideró que una condena aún en suspenso “iba a ser útil para la sociedad porque yo estaba realmente convencido de que la persona había cometido el hecho, pero eso no quiere decir que se pueda probar en el juicio”. Les dijo que lo evaluaran. “No había cerrado el acuerdo con el defensor, a quien le dije que estaba supeditado a la opinión de las víctimas. El Código no me exige el consentimiento pero por delicadez y ética, si la víctima no está de acuerdo difícilmente yo haga trato con la defensa”.
Esta propuesta de Heiber a la mujer fue en un lugar público: la mesa de entradas de la Oficina Judicial de Rawson. “No tenía nada que esconder si me escuchaba porque era válido y legal”. En un principio la víctima asintió. “Evidentemente se arrepintió. Me comentaron que fue a la Fiscalía ofuscada porque había interpretado algo que yo no le dije. Muchas veces quien no entiende de Derecho puede malinterpretar cuestiones finas”.
“Enojada, me hizo una denuncia penal con lo que decía la nota: que yo le había dicho que no se podía ir a juicio. Todo lo contrario: le dije que se podía pero le hablé de la conveniencia del abreviado”. Molesto, Heiber reveló que “la Fiscalía, lejos de llamarme o preguntarme qué había sucedido, promovió la acción y pretendió abrir una investigación”.  
La frustrada causa en su contra “me causó un daño moral muy grande y mi imagen se ensució”. Se enteró de la imputación por Jornada antes de ser notificado. “Ese artículo tenía pormenores que deben haber salido de la propia Fiscalía”.
Heiber explicó que “no hubo denegación de justicia justamente porque pretendí obtener una condena. La víctima me denunció porque evidentemente no estaba conforme y quería ir a juicio con una pena y una calificación mayor”.
El fiscal consideró que el defensor López “es muy bueno, no come vidrio y no me hubiera hecho esa propuesta si él hubiera entendido que no había pruebas”.
“El acuerdo era buenísimo y sin embargo fui cuestionado por la propia Fiscalía, que lejos de escucharme pretendió abrir una investigación en mi contra por la denuncia de una persona ofendida por algo cuyo resultado fue justamente la absolución: yo hubiera logrado una condena si me hubieran dejado acordar”.
El fiscal subrayó que “los mismos que me habían hecho una denuncia porque pretendían ir a juicio fueron los que desistieron, dijeron `Nos vamos´ y no había ido ningún testigo. Se dio tal cual yo preveía. Socialmente no fue conveniente”.
-¿Le quedó una molestia?
-Sí, en lo personal y profesional. Se me hizo daño porque trato de actuar seriamente. Si bajé la calificación a robo simple es porque analicé el caso y el agravante iba a ser difícil de probar. Un juicio abreviado de un robo simple me garantizaba una condena.
-¿Y molesto con Fiscalía?
-En realidad sí porque brindó información a la prensa antes de que yo me notifique de que tenía una causa por la cual me iban a hacer una apertura de investigación. Primero me tendrían que haber escuchado a mí. Me molesta la exposición pública con algo en lo que realmente había actuado bien.
Heiber consideró que “el tiempo y el proceso me terminaron dando la razón; no era un cambio de calificación para no ir a juicio. No tengo ningún reparo en ir a juicio, pero pareciera que cambié la calificación porque soy un vago que no quiere laburar. Trabajo de la mejor manera posible y ajustado a Derecho”.#


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