Melchor, Gaspar y Baltasar visitaron Puerto Madryn

Cientos de niños disfrutaron la tradición de los “Los Reyes Magos”.

Incesantes fueron los saludos y besos que recibieron los Reyes Magos a su paso por la costa madrynense.
06 ENE 2018 - 20:35 | Actualizado

Cientos de chicos de Puerto Madryn disfrutaron de la caravana de los Reyes Magos que llegaron con sus familias para poder saludarlos, sacarse una foto, intentar perder el miedo del año anterior o simplemente para verlos “desde lejos”.
La actividad fue organizada en conjunto entre la Municipalidad de Puerto Madryn, el Rotary Club y los Bomberos Voluntarios permitiendo mantener una tradición que se extiende de generación en generación.
Fotos, abrazos, saludos, algunos llantos y caras de felicidad se vivieron en el recorrido que realizaron los tres reyes por la costa de la ciudad portuaria.“Reyes quiero un regalo”, gritaba un pequeño de un año mientras intentaba tocar las manos de uno de los reyes que se trasladaron en esta oportunidad a pie con un área delimitada por una soga, que permitía mayor movimiento para acercarse a los niños y sus familias.
En más de una hora de recorrido los niños esperaron su turno para entregar el pedido, un dibujito o gritarles qué querían de regalo, esperando llegar a sus casas para ver si ya había algo sobre los zapatos.#

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06 ENE 2018 - 20:35

Cientos de chicos de Puerto Madryn disfrutaron de la caravana de los Reyes Magos que llegaron con sus familias para poder saludarlos, sacarse una foto, intentar perder el miedo del año anterior o simplemente para verlos “desde lejos”.
La actividad fue organizada en conjunto entre la Municipalidad de Puerto Madryn, el Rotary Club y los Bomberos Voluntarios permitiendo mantener una tradición que se extiende de generación en generación.
Fotos, abrazos, saludos, algunos llantos y caras de felicidad se vivieron en el recorrido que realizaron los tres reyes por la costa de la ciudad portuaria.“Reyes quiero un regalo”, gritaba un pequeño de un año mientras intentaba tocar las manos de uno de los reyes que se trasladaron en esta oportunidad a pie con un área delimitada por una soga, que permitía mayor movimiento para acercarse a los niños y sus familias.
En más de una hora de recorrido los niños esperaron su turno para entregar el pedido, un dibujito o gritarles qué querían de regalo, esperando llegar a sus casas para ver si ya había algo sobre los zapatos.#


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