Editorial / Con apoyo de intendentes, Arcioni busca darle mayor volumen político a su gestión

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Con Ricardo Sastre a la cabeza, Arcioni consiguió el apoyo de los intendentes para pedir por el Pacto Fiscal a los diputados.
20 ENE 2018 - 21:13 | Actualizado

En la Casa de Gobierno se respiraba el viernes un aire distinto. Aunque los problemas y las urgencias siguen acuciando, varios de los colaboradores más cercanos al gobernador Mariano Arcioni lo convencieron de que había sido la mejor semana de su gestión, desde que asumió hace 81 días.
Fueron tan duras y esquivas estas once semanas de gobierno para el escribano comodorense que no es poca cosa haber concretado en apenas cinco días una oxigenación de su Gabinete; una transferencia de fondos de $ 400 millones de Nación para salir del paso; y haber convencido a la mayoría de los intendentes que firmen un documento pidiéndoles a los diputados provinciales que dejen de lado las cuestiones políticas y aprueben de una vez por todas la adhesión al Pacto Fiscal con Nación y la Ley de Emergencia que mandó el Poder Ejecutivo.
Nadie puede pensar que con esto baste y que lo peor haya pasado. Pero es un punto de partida para un Gobierno al que le costó arrancar.
El apoyo de los intendentes parece ser relevante. Sentar en una misma mesa a casi todos los jefes comunales, pero principalmente a Ricardo Sastre, el intendente de Puerto Madryn, es un pequeño triunfo para Arcioni. No estaba Adrián Maderna, el intendente de Trelew, pero se sabe que apoyó a la distancia desde su licencia. Inclusive, mandó un comunicado unos días antes dando su apoyo irrestricto a los cambios de Gabinete y hasta contó que mantuvo una charla telefónica con Federico Massoni, preocupado por la inseguridad en su ciudad.
El otro intendente fuerte, Carlos Linares, sigue descansando fuera del país y no envió a nadie a la firma. En Fontana 50 aseguran que no fue porque no quieran apoyar el documento sino porque prefieren mantenerse al margen. Sin embargo, el viceintendente Juan Pablo Luque aclaró ayer que no fueron invitados y que no apoyan la adhesión al Pacto Fiscal.
A los diputados no les gustó nada que los intendentes y el Gobierno provincial hicieran lobby de esta manera. Pero tampoco pueden soslayar que tanto el gobernador como los jefes comunales son los que están al frente de responsabilidades ejecutivas y los que tienen que poner la cara con la gente si los sueldos no se pueden pagar o si las obras no llegan.
La sensación que queda es que no hay mucho margen político para dilatar la aprobación de estos dos temas. No porque sean altamente beneficiosos para la Provincia sino porque es la única manera de darle una mínima herramienta política al Ejecutivo para que pueda avanzar. Si después no logra mínimamente ordenar sus frentes de conflicto, pues entonces quedará poco margen para casi nada.

Cambios y enroques

Los cambios y enroques dentro del Gabinete no son una refundación -ni mucho menos- pero, al menos, le significó una oxigenación a un equipo de gobierno que había quedado golpeado tras la muerte de Mario Das Neves y, en algunos casos, venía haciendo la “plancha” porque no digerían a Sergio Mammarelli, el ministro coordinador.
En la primera reunión de Gabinete remodelado, Arcioni pidió cosas obvias pero que nunca está de más recordar: previsibilidad, transparencia y esfuerzo. Les advirtió a todos que los próximos seis meses serán claves y que los quiere marcando presencia en el interior.
En la reunión, el gobernador sentó a su izquierda a Jerónimo García, el presidente del bloque oficialista de la Legislatura al que muchos “arcionistas” miran de reojo porque creen que no viene haciendo todo lo posible por ayudar al Ejecutivo.
Es más, el Gobierno se encargó de mandar a los medios junto a la foto de rutina de la reunión, otra en la que Arcioni y Jerónimo se ríen distendidos junto a Mammarelli. Muchos creen que el gobernador logró domesticar al “comandante”, que alguna vez se probó el traje de heredero de Das Neves y no le gustó nada que Arcioni lo desplazara de la jefatura de Gabinete.
El gobernador no quiere que haya “hijos ni entenados”, y le pidió a su mano derecha (Mammarelli) que mejorara el tono de sus apariciones públicas y abriera el diálogo con algunos sectores, sobre todo sindicales. Aunque no está confirmado, Mammarelli podría hacer esta semana una gira para abordar en persona la crisis que está afectando los servicios públicos que brindan las cooperativas del interior, casi olvidadas en estos 81 días de gestión.
El jueves, el Sindicato de Luz y Fuerza, enfrentado con el Gobierno por el atraso de salarios en estas entidades pequeñas, levantó la apuesta y advirtió que podría haber una escalada en sus reclamos desde el próximo jueves, cuando se termine la conciliación obligatoria.

Miradas

Los cambios de Arcioni y el acuerdo con los intendentes para apurar el Pacto Fiscal tuvieron una lectura puertas adentro de Chubut pero una distinta en Buenos Aires. Sorprendió que el diario Ámbito Financiero, uno de los más influyentes en el mundo de las finanzas y la política, pusiera el viernes un título destacado en su tapa impresa: “Gira 180º Chubut y se alinea con Nación”. Y en una breve bajada agregó que el “sucesor de Das Neves purgó el Gabinete y a sus jefes de Seguridad”, e interpretó a estos movimientos como “gestos para sintonizar con Macri.”
“Ámbito” habla, además, de “señal de firmeza” para dominar a un “Gabinete rebelde” y lo ubica al mandatario chubutense más cerca de Macri que del resto.
Es apenas una lectura parcial de un diario nacional pero no deja de ser una mirada distinta que no habría que perder de vista.#

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Con Ricardo Sastre a la cabeza, Arcioni consiguió el apoyo de los intendentes para pedir por el Pacto Fiscal a los diputados.
20 ENE 2018 - 21:13

En la Casa de Gobierno se respiraba el viernes un aire distinto. Aunque los problemas y las urgencias siguen acuciando, varios de los colaboradores más cercanos al gobernador Mariano Arcioni lo convencieron de que había sido la mejor semana de su gestión, desde que asumió hace 81 días.
Fueron tan duras y esquivas estas once semanas de gobierno para el escribano comodorense que no es poca cosa haber concretado en apenas cinco días una oxigenación de su Gabinete; una transferencia de fondos de $ 400 millones de Nación para salir del paso; y haber convencido a la mayoría de los intendentes que firmen un documento pidiéndoles a los diputados provinciales que dejen de lado las cuestiones políticas y aprueben de una vez por todas la adhesión al Pacto Fiscal con Nación y la Ley de Emergencia que mandó el Poder Ejecutivo.
Nadie puede pensar que con esto baste y que lo peor haya pasado. Pero es un punto de partida para un Gobierno al que le costó arrancar.
El apoyo de los intendentes parece ser relevante. Sentar en una misma mesa a casi todos los jefes comunales, pero principalmente a Ricardo Sastre, el intendente de Puerto Madryn, es un pequeño triunfo para Arcioni. No estaba Adrián Maderna, el intendente de Trelew, pero se sabe que apoyó a la distancia desde su licencia. Inclusive, mandó un comunicado unos días antes dando su apoyo irrestricto a los cambios de Gabinete y hasta contó que mantuvo una charla telefónica con Federico Massoni, preocupado por la inseguridad en su ciudad.
El otro intendente fuerte, Carlos Linares, sigue descansando fuera del país y no envió a nadie a la firma. En Fontana 50 aseguran que no fue porque no quieran apoyar el documento sino porque prefieren mantenerse al margen. Sin embargo, el viceintendente Juan Pablo Luque aclaró ayer que no fueron invitados y que no apoyan la adhesión al Pacto Fiscal.
A los diputados no les gustó nada que los intendentes y el Gobierno provincial hicieran lobby de esta manera. Pero tampoco pueden soslayar que tanto el gobernador como los jefes comunales son los que están al frente de responsabilidades ejecutivas y los que tienen que poner la cara con la gente si los sueldos no se pueden pagar o si las obras no llegan.
La sensación que queda es que no hay mucho margen político para dilatar la aprobación de estos dos temas. No porque sean altamente beneficiosos para la Provincia sino porque es la única manera de darle una mínima herramienta política al Ejecutivo para que pueda avanzar. Si después no logra mínimamente ordenar sus frentes de conflicto, pues entonces quedará poco margen para casi nada.

Cambios y enroques

Los cambios y enroques dentro del Gabinete no son una refundación -ni mucho menos- pero, al menos, le significó una oxigenación a un equipo de gobierno que había quedado golpeado tras la muerte de Mario Das Neves y, en algunos casos, venía haciendo la “plancha” porque no digerían a Sergio Mammarelli, el ministro coordinador.
En la primera reunión de Gabinete remodelado, Arcioni pidió cosas obvias pero que nunca está de más recordar: previsibilidad, transparencia y esfuerzo. Les advirtió a todos que los próximos seis meses serán claves y que los quiere marcando presencia en el interior.
En la reunión, el gobernador sentó a su izquierda a Jerónimo García, el presidente del bloque oficialista de la Legislatura al que muchos “arcionistas” miran de reojo porque creen que no viene haciendo todo lo posible por ayudar al Ejecutivo.
Es más, el Gobierno se encargó de mandar a los medios junto a la foto de rutina de la reunión, otra en la que Arcioni y Jerónimo se ríen distendidos junto a Mammarelli. Muchos creen que el gobernador logró domesticar al “comandante”, que alguna vez se probó el traje de heredero de Das Neves y no le gustó nada que Arcioni lo desplazara de la jefatura de Gabinete.
El gobernador no quiere que haya “hijos ni entenados”, y le pidió a su mano derecha (Mammarelli) que mejorara el tono de sus apariciones públicas y abriera el diálogo con algunos sectores, sobre todo sindicales. Aunque no está confirmado, Mammarelli podría hacer esta semana una gira para abordar en persona la crisis que está afectando los servicios públicos que brindan las cooperativas del interior, casi olvidadas en estos 81 días de gestión.
El jueves, el Sindicato de Luz y Fuerza, enfrentado con el Gobierno por el atraso de salarios en estas entidades pequeñas, levantó la apuesta y advirtió que podría haber una escalada en sus reclamos desde el próximo jueves, cuando se termine la conciliación obligatoria.

Miradas

Los cambios de Arcioni y el acuerdo con los intendentes para apurar el Pacto Fiscal tuvieron una lectura puertas adentro de Chubut pero una distinta en Buenos Aires. Sorprendió que el diario Ámbito Financiero, uno de los más influyentes en el mundo de las finanzas y la política, pusiera el viernes un título destacado en su tapa impresa: “Gira 180º Chubut y se alinea con Nación”. Y en una breve bajada agregó que el “sucesor de Das Neves purgó el Gabinete y a sus jefes de Seguridad”, e interpretó a estos movimientos como “gestos para sintonizar con Macri.”
“Ámbito” habla, además, de “señal de firmeza” para dominar a un “Gabinete rebelde” y lo ubica al mandatario chubutense más cerca de Macri que del resto.
Es apenas una lectura parcial de un diario nacional pero no deja de ser una mirada distinta que no habría que perder de vista.#


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