El análisis, elaborado por el Departamento de Investigación y Prospectiva de la Bolsa, coordinado por Juan Brihet y Sofía Gayo, destacó que “en el ciclo 2016/17 el área sembrada aumentó un 3% y la producción creció un 10%”.
“Esto fue debido a una mayor superficie con gramíneas, principalmente trigo y maíz”, explicaron los expertos, quienes subrayaron que “la mejora en la tecnología y en la fertilización de cultivos resultó en una mayor reposición de nutrientes frente a campañas previas”.
Sin embargo, advirtieron que “la relación entre la extracción y el aporte de nutrientes sigue siendo negativa en Argentina”.
El análisis precisó que en la campaña 2016/2017 se aplicaron 924.000 toneladas de nutrientes, al considerar nitrógeno, fósforo y azufre en 6 cultivos: soja, trigo, maíz grano comercial, girasol, sorgo granífero y cebada, de 17 regiones productivas.
Esto significó que se emplearon 219.000 toneladas más que en el ciclo 2014/2015.
“Mejoró la relación entre la extracción de nutrientes en grano y su aporte vía fertilización: la reposición creció a un 41% a nivel nacional para el último ciclo”, indicaron Brihet y Gayo.
Asimismo, en la última campaña, aumentó el uso de fertilizantes un 29% en relación a la medición 2014/2015, con 600.000 toneladas más de producto aplicado.
En los seis cultivos bajo estudio el volumen utilizado de fertilizantes comerciales pasó de 2.1 a 2.7 millones de toneladas.
El análisis, elaborado por el Departamento de Investigación y Prospectiva de la Bolsa, coordinado por Juan Brihet y Sofía Gayo, destacó que “en el ciclo 2016/17 el área sembrada aumentó un 3% y la producción creció un 10%”.
“Esto fue debido a una mayor superficie con gramíneas, principalmente trigo y maíz”, explicaron los expertos, quienes subrayaron que “la mejora en la tecnología y en la fertilización de cultivos resultó en una mayor reposición de nutrientes frente a campañas previas”.
Sin embargo, advirtieron que “la relación entre la extracción y el aporte de nutrientes sigue siendo negativa en Argentina”.
El análisis precisó que en la campaña 2016/2017 se aplicaron 924.000 toneladas de nutrientes, al considerar nitrógeno, fósforo y azufre en 6 cultivos: soja, trigo, maíz grano comercial, girasol, sorgo granífero y cebada, de 17 regiones productivas.
Esto significó que se emplearon 219.000 toneladas más que en el ciclo 2014/2015.
“Mejoró la relación entre la extracción de nutrientes en grano y su aporte vía fertilización: la reposición creció a un 41% a nivel nacional para el último ciclo”, indicaron Brihet y Gayo.
Asimismo, en la última campaña, aumentó el uso de fertilizantes un 29% en relación a la medición 2014/2015, con 600.000 toneladas más de producto aplicado.
En los seis cultivos bajo estudio el volumen utilizado de fertilizantes comerciales pasó de 2.1 a 2.7 millones de toneladas.