“En Comodoro las usurpaciones son las que generaron esta falta de planificación”

Luis Romero, subsecretario de Desarrollo Urbano.

15 ABR 2018 - 20:34 | Actualizado

Por Ismael Tebes.

-¿Cómo evalúa el efecto del temporal?

-Fue un quiebre. Trabajamos mucho y estamos transitando procesos de reconstrucción con programas a corto, mediano y largo plazo en cada intervención. Se están reconstruyendo veredas de vecinos afectados por las máquinas de gran porte que sacaron sedimento y barro y han descalzado muchas veredas como en el Juan XXII, San Cayetano, Isidro Quiroga y Pueyrredón. Se avanza con la recuperación de calles y se pidió a Nación aunque esto viene algo diferido; priorizamos calles, algo difícil para el vecino que ve que “nunca le toca”. Fuimos cuidadosos y trabajamos junto con los vecinalistas y consensuamos con ellos estas decisiones. En cuanto a la infraestructura de servicios, es difícil organizar la logística de estas obras porque hay distintos pasos a cumplir. En zona norte como Laprida, Restinga o Stándart se requieren intervenciones grandes porque hubo vertientes naturales que generaron causes que provocaron aperturas de hasta 100 metros.

-¿Este fenómeno se puede repetir?

-Lo climático no es una matemática pura. Los meteorólogos tienen estudiada una posible recurrencia. Lo que se trabaja en escala territorial en Comodoro es una contención mediante reservorios para poder controlar si ocurriera una lluvia de tantos milímetros en tan poco tiempo. Son como diques en los que se embalsaría el agua que se largaría en forma escalonada o laminar con una reducción del caudal. Esto con una infraestructura moderada, como la construcción de pluviales redimensionados se podría controlar y atender los lugares que más han sufrido. Sería el primer paso para poder concretar todos los pluviales cuyos proyectos ejecutivos están en proceso. Vamos a solicitar un financiamiento a nivel nacional porque es un presupuesto muy alto que excede a las posibilidades del municipio.

-¿Se requiere de dinero, planificación o de una suma de factores para este trabajo?

-Hay opiniones de la gente a partir del enojo de quienes están afectados directamente. Tiene estado parlamentario el Código de Desarrollo Urbano que necesita de un tratamiento fuerte porque los asentamientos o las usurpaciones son las que han generado esta falta de planificación, avalado o no por momentos políticos o porque el Estado se encuentra falto del poder de Policía. No se permite usurpar porque no está bien y menos en lugares que no son aptos.

-Según su punto de vista, ¿qué se puede hacer desde el Estado ante este escenario de usurpaciones en zonas prohibidas?

-Hoy las cosas ya sucedieron y se busca que estas personas estén bajo una cobertura para volver a tener una vivienda digna y no en módulos habitacionales como ocurre en los barrios Laprida y Stella Maris. Comodoro Rivadavia es un ejido quizás el más grande del país, tiene una topografía difícil; con un suelo arcilloso que no absorbió tanta agua caída. La zona sur es la más complicada por su mayor densidad, necesitamos apertura de nuevas pluviales como en la Avenida Chile, a cielo abierto y con otras características y ver si en Roca y Polonia se realizan obras nuevas que permitan captar el caudal de agua. Hoy las acciones aisladas no representarían la solución de nada. El canal Roca corría riesgo de descalzar la propia avenida con peligro de afectar la propiedad privada y por eso, decidimos reconstruirlo y no agrandarlo. La decisión fue buena porque se vio que en las últimas lluvias los arreglos funcionan.

-Dijo que el temporal en Comodoro Rivadavia fue un antes y un después para la comunidad de la ciudad petrolera…

-Se vio mucha solidaridad. Muchos vecinos que nunca se habían hablado pese a convivir durante años, terminaron ayudándose. La necesidad unió a la gente. No eran barrios mal planificados sino los más antiguos como las zonas del Juan XXIII y el Pueyrredón. El aporte de sedimento y de barro colapsó las cloacas y provocó un problema sanitario. Cuando se desobstruían los pluviales se producía un círculo vicioso. La gente que trabajó con las máquinas convivió con un problema sanitario constante.

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15 ABR 2018 - 20:34

Por Ismael Tebes.

-¿Cómo evalúa el efecto del temporal?

-Fue un quiebre. Trabajamos mucho y estamos transitando procesos de reconstrucción con programas a corto, mediano y largo plazo en cada intervención. Se están reconstruyendo veredas de vecinos afectados por las máquinas de gran porte que sacaron sedimento y barro y han descalzado muchas veredas como en el Juan XXII, San Cayetano, Isidro Quiroga y Pueyrredón. Se avanza con la recuperación de calles y se pidió a Nación aunque esto viene algo diferido; priorizamos calles, algo difícil para el vecino que ve que “nunca le toca”. Fuimos cuidadosos y trabajamos junto con los vecinalistas y consensuamos con ellos estas decisiones. En cuanto a la infraestructura de servicios, es difícil organizar la logística de estas obras porque hay distintos pasos a cumplir. En zona norte como Laprida, Restinga o Stándart se requieren intervenciones grandes porque hubo vertientes naturales que generaron causes que provocaron aperturas de hasta 100 metros.

-¿Este fenómeno se puede repetir?

-Lo climático no es una matemática pura. Los meteorólogos tienen estudiada una posible recurrencia. Lo que se trabaja en escala territorial en Comodoro es una contención mediante reservorios para poder controlar si ocurriera una lluvia de tantos milímetros en tan poco tiempo. Son como diques en los que se embalsaría el agua que se largaría en forma escalonada o laminar con una reducción del caudal. Esto con una infraestructura moderada, como la construcción de pluviales redimensionados se podría controlar y atender los lugares que más han sufrido. Sería el primer paso para poder concretar todos los pluviales cuyos proyectos ejecutivos están en proceso. Vamos a solicitar un financiamiento a nivel nacional porque es un presupuesto muy alto que excede a las posibilidades del municipio.

-¿Se requiere de dinero, planificación o de una suma de factores para este trabajo?

-Hay opiniones de la gente a partir del enojo de quienes están afectados directamente. Tiene estado parlamentario el Código de Desarrollo Urbano que necesita de un tratamiento fuerte porque los asentamientos o las usurpaciones son las que han generado esta falta de planificación, avalado o no por momentos políticos o porque el Estado se encuentra falto del poder de Policía. No se permite usurpar porque no está bien y menos en lugares que no son aptos.

-Según su punto de vista, ¿qué se puede hacer desde el Estado ante este escenario de usurpaciones en zonas prohibidas?

-Hoy las cosas ya sucedieron y se busca que estas personas estén bajo una cobertura para volver a tener una vivienda digna y no en módulos habitacionales como ocurre en los barrios Laprida y Stella Maris. Comodoro Rivadavia es un ejido quizás el más grande del país, tiene una topografía difícil; con un suelo arcilloso que no absorbió tanta agua caída. La zona sur es la más complicada por su mayor densidad, necesitamos apertura de nuevas pluviales como en la Avenida Chile, a cielo abierto y con otras características y ver si en Roca y Polonia se realizan obras nuevas que permitan captar el caudal de agua. Hoy las acciones aisladas no representarían la solución de nada. El canal Roca corría riesgo de descalzar la propia avenida con peligro de afectar la propiedad privada y por eso, decidimos reconstruirlo y no agrandarlo. La decisión fue buena porque se vio que en las últimas lluvias los arreglos funcionan.

-Dijo que el temporal en Comodoro Rivadavia fue un antes y un después para la comunidad de la ciudad petrolera…

-Se vio mucha solidaridad. Muchos vecinos que nunca se habían hablado pese a convivir durante años, terminaron ayudándose. La necesidad unió a la gente. No eran barrios mal planificados sino los más antiguos como las zonas del Juan XXIII y el Pueyrredón. El aporte de sedimento y de barro colapsó las cloacas y provocó un problema sanitario. Cuando se desobstruían los pluviales se producía un círculo vicioso. La gente que trabajó con las máquinas convivió con un problema sanitario constante.


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