Ambos mandatarios salieron de su reunión en Helsinki expresando su deseo de cooperar en los desafíos globales, después de conversaciones sobre una serie de temas que incluyó desde Siria, Ucrania y China hasta la imposición de aranceles y el tamaño de sus arsenales nucleares.
De pie junto a Putin en una conferencia de prensa conjunta, Trump dijo que habían "pasado bastante tiempo hablando sobre" la supuesta injerencia electoral de Moscú en las elecciones de 2016 que ganó el actual presidente estadounidense. Evitó entrar en detalles o condenar explícitamente cualquier interferencia rusa, luego que 12 agentes rusos fueron acusados la semana pasada por este caso en Estados Unidos.
Cuando se le presionó sobre el veredicto de sus propios jefes de inteligencia, Trump enfatizó que Putin "fue extremadamente fuerte y contundente en su negativa hoy y lo que hizo fue una oferta increíble", dijo el ocupante de la Casa Blanca. Agregó que la investigación del fiscal especial Robert Mueller había sido un "desastre" para Estados Unidos.
Trump volvió a negar cualquier tipo de colusión entre su campaña y el Kremlin, mientras Putin sostuvo: "El Estado ruso nunca ha interferido y no planea interferir en los asuntos internos de Estados Unidos".
Vladímir Putin y Donald Trump se reúnen este 16 de julio en Helsinki en el marco de su primera cumbre bilateral. Al comienzo de la reunión Putin ha declarado que ha llegado la hora de hablar en detalle sobre las relaciones bilaterales entre Rusia y EE.UU. https://t.co/6MHJuqSco3 pic.twitter.com/BeaBTXzWIk
— RT en Español (@ActualidadRT) 16 de julio de 2018
Antes de esta reunión, Trump había expresado ante Putin su esperanza en lograr una relación "extraordinaria".
"Me complace enormemente que nos encontremos", "ha llegado el momento de hablar sobre nuestras relaciones de fondo", dijo Putin.
Y Trump también aclaró con su tono habitual: "Llevarse bien con Rusia es algo bueno, no es algo malo".
En Washington disgustó a muchos la decisión de Trump de sentarse a solas con Putin, preocupados por lo que podría negociar con el exjefe de espías de la KGB, después de haberse codeado con líderes autocráticos de China y Corea del Norte.
De hecho, algunos críticos en su país querían la suspensión de la cumbre de Helsinki, después que el viernes fueran acusados formalmente por Mueller los 12 agentes rusos tras una larga investigación sobre la supuesta piratería de correos electrónicos demócratas en un intento por llevar a Trump al poder.
Putin, felicitado por Trump y otros tantos líderes mundiales por la exitosa organización del Mundial Rusia-2018, dijo: "Ha llegado el momento de hablar de manera sustantiva sobre nuestras relaciones y áreas problemáticas del mundo".
Trump agregó: "Francamente, no nos hemos llevado bien durante los últimos años. Y realmente creo que el mundo quiere que nos llevemos bien. Somos las dos grandes potencias nucleares".
.
- Temores en casa
El multimillonario estadounidense, que lleva 18 meses en la Casa Blanca, espera entablar una relación personal con el exoficial del KGB, que dirige Rusia desde el año 2000.
Muchos diplomáticos y analistas temen que el presidente estadounidense haga una serie de concesiones a Putin, en cuestiones como la guerra en Siria o la anexión de Crimea por Rusia.
Antes de la cumbre, Trump afirmó en un sorprendente tuit que las tensas relaciones entre Washington y Moscú se deben a "la caza de brujas" del FBI, que investiga la influencia rusa en las presidenciales estadounidenses.
Se esperaba que Siria tendría un lugar destacado en las conversaciones, ya que Trump está impaciente por retirar a las tropas estadounidenses desplegadas en el país.
Rusia, al contrario, interviene en apoyo del régimen de Bashar Al Asad desde 2015, tiene más que nunca intención de desempeñar un papel clave en Siria.
La cumbre de este lunes es la última etapa de un viaje de una semana por Europa en el que Trump atacó duramente a sus aliados, especialmente Alemania.
Fue la cuarta vez que un presidente estadounidense se reunió con su homólogo ruso en Helsinki, después de los encuentros entre Gerald Ford y Leonid Brézhnev (1975), George Bush y Mijaíl Gorbachov (1990) y Bill Clinton y Boris Yeltsin (1997).
Ambos mandatarios salieron de su reunión en Helsinki expresando su deseo de cooperar en los desafíos globales, después de conversaciones sobre una serie de temas que incluyó desde Siria, Ucrania y China hasta la imposición de aranceles y el tamaño de sus arsenales nucleares.
De pie junto a Putin en una conferencia de prensa conjunta, Trump dijo que habían "pasado bastante tiempo hablando sobre" la supuesta injerencia electoral de Moscú en las elecciones de 2016 que ganó el actual presidente estadounidense. Evitó entrar en detalles o condenar explícitamente cualquier interferencia rusa, luego que 12 agentes rusos fueron acusados la semana pasada por este caso en Estados Unidos.
Cuando se le presionó sobre el veredicto de sus propios jefes de inteligencia, Trump enfatizó que Putin "fue extremadamente fuerte y contundente en su negativa hoy y lo que hizo fue una oferta increíble", dijo el ocupante de la Casa Blanca. Agregó que la investigación del fiscal especial Robert Mueller había sido un "desastre" para Estados Unidos.
Trump volvió a negar cualquier tipo de colusión entre su campaña y el Kremlin, mientras Putin sostuvo: "El Estado ruso nunca ha interferido y no planea interferir en los asuntos internos de Estados Unidos".
Vladímir Putin y Donald Trump se reúnen este 16 de julio en Helsinki en el marco de su primera cumbre bilateral. Al comienzo de la reunión Putin ha declarado que ha llegado la hora de hablar en detalle sobre las relaciones bilaterales entre Rusia y EE.UU. https://t.co/6MHJuqSco3 pic.twitter.com/BeaBTXzWIk
— RT en Español (@ActualidadRT) 16 de julio de 2018
Antes de esta reunión, Trump había expresado ante Putin su esperanza en lograr una relación "extraordinaria".
"Me complace enormemente que nos encontremos", "ha llegado el momento de hablar sobre nuestras relaciones de fondo", dijo Putin.
Y Trump también aclaró con su tono habitual: "Llevarse bien con Rusia es algo bueno, no es algo malo".
En Washington disgustó a muchos la decisión de Trump de sentarse a solas con Putin, preocupados por lo que podría negociar con el exjefe de espías de la KGB, después de haberse codeado con líderes autocráticos de China y Corea del Norte.
De hecho, algunos críticos en su país querían la suspensión de la cumbre de Helsinki, después que el viernes fueran acusados formalmente por Mueller los 12 agentes rusos tras una larga investigación sobre la supuesta piratería de correos electrónicos demócratas en un intento por llevar a Trump al poder.
Putin, felicitado por Trump y otros tantos líderes mundiales por la exitosa organización del Mundial Rusia-2018, dijo: "Ha llegado el momento de hablar de manera sustantiva sobre nuestras relaciones y áreas problemáticas del mundo".
Trump agregó: "Francamente, no nos hemos llevado bien durante los últimos años. Y realmente creo que el mundo quiere que nos llevemos bien. Somos las dos grandes potencias nucleares".
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- Temores en casa
El multimillonario estadounidense, que lleva 18 meses en la Casa Blanca, espera entablar una relación personal con el exoficial del KGB, que dirige Rusia desde el año 2000.
Muchos diplomáticos y analistas temen que el presidente estadounidense haga una serie de concesiones a Putin, en cuestiones como la guerra en Siria o la anexión de Crimea por Rusia.
Antes de la cumbre, Trump afirmó en un sorprendente tuit que las tensas relaciones entre Washington y Moscú se deben a "la caza de brujas" del FBI, que investiga la influencia rusa en las presidenciales estadounidenses.
Se esperaba que Siria tendría un lugar destacado en las conversaciones, ya que Trump está impaciente por retirar a las tropas estadounidenses desplegadas en el país.
Rusia, al contrario, interviene en apoyo del régimen de Bashar Al Asad desde 2015, tiene más que nunca intención de desempeñar un papel clave en Siria.
La cumbre de este lunes es la última etapa de un viaje de una semana por Europa en el que Trump atacó duramente a sus aliados, especialmente Alemania.
Fue la cuarta vez que un presidente estadounidense se reunió con su homólogo ruso en Helsinki, después de los encuentros entre Gerald Ford y Leonid Brézhnev (1975), George Bush y Mijaíl Gorbachov (1990) y Bill Clinton y Boris Yeltsin (1997).