Por Raúl “Bulín” Fernández / Especial para Jornada
Esa “grieta” instalada no se termina y volver a plantearlo resultará más de lo mismo.
Así se hagan las cosas a la perfección y no se provoque ningún tipo de problema (cosa casi imposible), cual es el sentido de poner tanto por rescatar un mínimo (3% de la renta para quien pone el capital fundamental: el recurso).
Las dudas persistirían aún con el 51% en manos del Estado. Con solo mirar el ejemplo del petróleo (12%) podemos certificarlo.
En la búsqueda de alternativas que permitan superar los momentos complejos, apuntar a la generación de empleo es clave: desde el crecimiento del comercio, la pequeña industria, la construcción, la producción hasta las variables del turismo y la educación, son posibilidades ciertas para sumar de a uno, dos o cinco nuevos trabajadores de manera continua.
Motor
Desde la política, principal motor de la definición de acciones públicas que nos involucran a todos sin exclusión, existe una posibilidad concreta que vincula a todos los sectores mencionados: la tierra.
Allá por los años 90, empujados desde la ciudad y con la anuencia de la Legislatura del Chubut, Esquel expandió sus fronteras de manera espectacular, llegando a límites que hoy pueden permitirle una visión diferente.
Esa quintuplicación del territorio abarca más de cuatro mil hectáreas en manos del Estado Nacional (fundamentalmente Ejército Argentino) que debieran volver a manos del municipio para planificar su desarrollo.
Como sucedió con las casi mil hectáreas de Laguna La Zeta, pero con un proceso más participativo y de acción continua, se puede establecer un método de trabajo donde la propia comunidad, a través de sus instituciones, opine y defina.
Preguntas
Todos los sectores pueden pensar un uso de esas tierras con fines de crecimiento, cuyo principal objetivo resulte la generación de empleo, con ejes productivos, sociales, turísticos o urbanísticos planificados.
¿Habrá una transferencia de Nación de esas tierras? En la medida que se gestione y exija se puede alcanzar.
Depende de lo que los esquelenses organizados en sus instituciones podamos planificar.
Un pobre ejemplo vivido en las últimas horas sobre el Club Independiente Deportivo y la acción de un privado, dan cuenta de los riesgos y situación que atravesamos. Eso debe servir, por lo menos, para reflexionar.
Así como se cuidó el ambiente y los recursos ante la posibilidad del atraco minero y sus riesgos futuros, se puede reclamar lo que nos pertenece para planificar nuestro desarrollo.
Hace casi dos años el proyecto se ingresó por la banca del vecino al Concejo Deliberante de la ciudad y aún espera una respuesta o alternativa; porque si hay algo que nos falta y puede motorizar el crecimiento es el empleo son iniciativa.#
Por Raúl “Bulín” Fernández / Especial para Jornada
Esa “grieta” instalada no se termina y volver a plantearlo resultará más de lo mismo.
Así se hagan las cosas a la perfección y no se provoque ningún tipo de problema (cosa casi imposible), cual es el sentido de poner tanto por rescatar un mínimo (3% de la renta para quien pone el capital fundamental: el recurso).
Las dudas persistirían aún con el 51% en manos del Estado. Con solo mirar el ejemplo del petróleo (12%) podemos certificarlo.
En la búsqueda de alternativas que permitan superar los momentos complejos, apuntar a la generación de empleo es clave: desde el crecimiento del comercio, la pequeña industria, la construcción, la producción hasta las variables del turismo y la educación, son posibilidades ciertas para sumar de a uno, dos o cinco nuevos trabajadores de manera continua.
Motor
Desde la política, principal motor de la definición de acciones públicas que nos involucran a todos sin exclusión, existe una posibilidad concreta que vincula a todos los sectores mencionados: la tierra.
Allá por los años 90, empujados desde la ciudad y con la anuencia de la Legislatura del Chubut, Esquel expandió sus fronteras de manera espectacular, llegando a límites que hoy pueden permitirle una visión diferente.
Esa quintuplicación del territorio abarca más de cuatro mil hectáreas en manos del Estado Nacional (fundamentalmente Ejército Argentino) que debieran volver a manos del municipio para planificar su desarrollo.
Como sucedió con las casi mil hectáreas de Laguna La Zeta, pero con un proceso más participativo y de acción continua, se puede establecer un método de trabajo donde la propia comunidad, a través de sus instituciones, opine y defina.
Preguntas
Todos los sectores pueden pensar un uso de esas tierras con fines de crecimiento, cuyo principal objetivo resulte la generación de empleo, con ejes productivos, sociales, turísticos o urbanísticos planificados.
¿Habrá una transferencia de Nación de esas tierras? En la medida que se gestione y exija se puede alcanzar.
Depende de lo que los esquelenses organizados en sus instituciones podamos planificar.
Un pobre ejemplo vivido en las últimas horas sobre el Club Independiente Deportivo y la acción de un privado, dan cuenta de los riesgos y situación que atravesamos. Eso debe servir, por lo menos, para reflexionar.
Así como se cuidó el ambiente y los recursos ante la posibilidad del atraco minero y sus riesgos futuros, se puede reclamar lo que nos pertenece para planificar nuestro desarrollo.
Hace casi dos años el proyecto se ingresó por la banca del vecino al Concejo Deliberante de la ciudad y aún espera una respuesta o alternativa; porque si hay algo que nos falta y puede motorizar el crecimiento es el empleo son iniciativa.#